LALI
—Última carga —dice Gastón, recogiendo las dos cajas restantes.
Le entrego a Gastón la llave de mi nuevo lugar. —Daré una vuelta más
y nos encontraremos allí. —Le abro la puerta, y sale del apartamento.
Me quedo allí, mirando la puerta al otro lado del pasillo.
No lo he visto ni hablado con él desde la semana pasada.
Egoístamente, he estado esperando que apareciera y me diera una disculpa,
pero de nuevo, ¿por qué se disculparía siquiera? Nunca me mintió. Nunca expresó
las promesas que rompió.
Las únicas veces que no fue brutalmente honesto conmigo fueron en las
que no habló. Las veces que me miraba y yo asumía que los sentimientos que veía
en sus ojos eran más de lo que él podía expresar.
Ahora es evidente que lo más probable es que yo inventara esos sentimientos
de su parte para que coincidieran con los míos. La emoción ocasional detrás de
sus ojos cuando estábamos juntos fue obviamente producto de mi imaginación. Un
producto de mi esperanza.
Exploro el apartamento una vez más para asegurarme de que empaqué
todo. Cuando salgo y cierro con llave la puerta de Gastón, mis movimientos caen
bajo el mando de algo con lo que no estoy familiarizada.
No puedo decir si es valentía o desesperación, pero mi mano se vuelve
un puño, y ese puño llama a su puerta.
Me digo a mí misma que si pasan diez segundos y la puerta no se abre,
soy libre de escaparme hacia el ascensor.
Por desgracia, se abre después de siete.
Mis pensamientos comienzan a alborotarse con racionalidad mientras
la puerta se abre más. Antes de que esta gane y yo huya, Nico aparece en la
puerta. Sus ojos cambian de complaciente a simpático cuando me ve parada ahí.
—Lali —dice, coronando mi nombre con una sonrisa. Noto el desvío de
su mirada hacia la habitación de Miles antes de que sus ojos regresen a los
míos—. Déjame avisarle —dice.
Siento el ascenso de mi asentimiento, pero mi corazón está descendiendo, escalando por mi pecho, a través de mi estómago, y cayendo directamente al
suelo.
—Lali está en la puerta —oigo decir a Nico. Inspecciono cada
palabra, cada sílaba, en busca de una pista donde pueda encontrar una. Quiero saber
si puso los ojos en blanco cuando dijo eso o si lo hizo esperanzado.
Si alguien sabe cómo se sentiría Peter conmigo frente a su puerta,
ese sería Nico.
Desafortunadamente, la voz de Nico no puede darme una idea de cómo
se sentirá Peter sobre mi presencia.
Escucho pasos. Disecciono el sonido de estos mientras se acercan a
la sala de estar. ¿Son pasos apresurados? ¿Indecisos? ¿Enfadados? Cuando llega
a la puerta, mis ojos caen primero sobre sus pies.
No obtengo nada de ellos. No hay pistas que me ayuden a encontrar la
confianza que necesito tan desesperadamente en este momento.
Ya puedo saber que mis palabras saldrán roncas y débiles, pero me obligo
a decirlas de todos modos. —Me voy —digo, aun mirando sus pies—. Sólo quería
despedirme.
No hay una reacción inmediata por su parte, física o verbal. Mis ojos finalmente hacen el valiente
viaje hasta los suyos. Cuando veo la mirada estoica en su rostro, quiero
retroceder, pero tengo miedo de tropezar con mi corazón.
No quiero que me vea caer.
El arrepentimiento por tomar la decisión de llamar a su puerta me consume
con la brevedad de su respuesta.
—Adiós, Lali.
Maaaasss!!!!
ResponderEliminarAy no!!. Que forro Peter!.
ResponderEliminarPor favor necesito más!, por favor..
Jenny
maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas... =D
ResponderEliminarque dififcil! quiero mas y hasta el sabad no voy a saber que pasa!! agggggggg besos Naara
ResponderEliminarMe ha dejado d piedra!!!!
ResponderEliminarQUE PENDEEEEEJ*O CLNSNSKANSKSS QUE LALI SE VAYA CON OTROOOO SUBI OTRO CAPPPPP
ResponderEliminarNoooooo que hijo de PUTA,!!!
ResponderEliminarSi tubo un mal pasado y todo pero noo la cago
Noooo peter que hiciste !!!!
ResponderEliminarOtro cap
Maaaaaas!
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