miércoles, 25 de junio de 2014

Capitulo 10

Capitulo 10



Lali

Ya han pasado dos semanas desde que Peter y yo hemos trabajado en las canciones juntos. Pocos días después de que Martina se fuera a su casa, Peter terminó yéndose durante seis días debido a una emergencia familiar. Fue vago acerca de cuál era la situación de emergencia, pero me recordó a cuando yo todavía vivía con Rochi y él se ausentaba de su balcón durante varios días. Entonces, una emergencia familiar también era su excusa.

Basada en las conversaciones que he oído a Nico tener en el teléfono con Gaston, sé que no tenía nada que ver con Gaston. Pero nunca mencionó tener otra familia excepto él. Cuando Peter regresó hace unos días, le pregunté si todo estaba bien y me dijo que sí. No parecía querer compartir ningún detalle, y estoy intentando recordarme que su vida personal no es de mi incumbencia.

Me he sumergido en la escuela, y de vez en cuando, intento escribir letras por mi cuenta, pero no es lo mismo cuando no tengo la música para acompañarlas. Peter ha estado en casa por un par de días, pero ha pasado la mayor parte de su tiempo en su habitación, poniéndose al día con el trabajo y no puedo evitar preguntarme si mantiene la distancia por otras razones.

He estado saliendo mucho con Nico y he aprendido más sobre su relación con Eugenia. No he tenido más interacciones con ella, así que por lo que sé, todavía asume que soy sorda.

Basada en lo que Nico me ha dicho, su relación es de todo menos típica. Nico nunca la conoció antes de que se mudara hace seis meses, pero es una vieja amiga de Gaston. Nico dice que él y Eugenia no se llevan bien en absoluto, y durante el día, viven vidas separadas. Pero por la noche, es una historia completamente diferente. Ha tratado de entrar en más detalles de los que puedo oír, así que lo obligo a callar cuando empieza a compartir de más.

Realmente estoy deseando que se calle ahora mismo, porque está en el medio de uno de sus momentos de compartir demasiado. Tengo que irme a clase en media hora, y estoy intentando leer un capítulo de último minuto, pero tiene la intención de decirme todo lo de anoche y como no la dejaba quitarse su uniforme de Hooters porque le gusta el juego de roles, y oh, Dios mío, ¿por qué cree que me importa escuchar esto?

Por suerte, Eugenia sale de su cuarto, y es la primera vez que he estado feliz de verla.

—Buenos días, Eugenia —dice Nico, sus ojos la siguen a través de la sala de estar—. ¿Has dormido bien?

—Jódete, Nico —dice ella en respuesta.

Estoy empezando a entender que este es su saludo típico de la mañana. Ella entra en la cocina y me mira, y luego a Nico sentado a mi lado en el sofá. Entrecierra los ojos y se vuelve hacia el refrigerador. Peter está en la mesa del comedor, concentrado con su portátil.

—No me gusta la forma en que ella está encima de ti todo el tiempo —dice Eugenia de espaldas a mí.

Nico me mira y se ríe. Al parecer, Eugenia todavía supone que no puedo oírla, pero no encuentro mucho humor en el hecho de que está hablando mierda sobre mí.

Se da vuelta y mira a Nico. —¿Crees que es divertido? —dice—. La chica es obviamente mala para ti, ¿y no puedes ni siquiera respetarme lo suficiente como para distanciarte de ella hasta que esté fuera de la casa? —Nos da la espalda otra vez—. Primero le da a Peter alguna historia triste para que la deje mudarse, y ahora está tomando ventaja del hecho de que sabes el lenguaje de señas para poder coquetear contigo.

—Eugenia, detente. —Nico ya no se ríe, porque puede ver lo blancos que están mis nudillos, apretados alrededor de mi libro. Creo que tiene miedo de que Eugenia esté a punto de recibir un golpe en la cabeza con un libro encuadernado. Tiene razón en tener miedo.

detente, Nico —dice, dándose la vuelta para mirarlo—. O dejas de meterte en la cama conmigo por las noches o dejas de convivir en el sofá con ella durante el día.

Dejo caer mi libro en mi regazo con un fuerte sonido, luego pataleo contra el suelo debido a la frustración, ira y completa molestia. No puedo soportar a esta chica por otro segundo.

—¡Eugenia, por favor! —grito—. ¡Cállate! ¡Cállate, cállate, cállate! ¡Cristo! No sé por qué crees que soy sorda, y definitivamente no soy una puta, y no estoy usando el lenguaje de señas para coquetear con Nico. Ni siquiera lo . Y a partir de ahora, ¡por favor deja de gritar cuando me hablas!

 Eugenia ladea su pequeña y linda cabecita, y su boca cuelga abierta en shock. Me mira en silencio durante varios segundos. Nadie en la sala hace un movimiento. Vuelve su atención a Nico, y la ira en sus ojos se sustituye por el dolor. 

Inmediatamente mira hacia otro lado, una vez que el dolor se hace cargo y se dirige directamente a su habitación.

Echo un vistazo para ver a Peter mirándome, más que probablemente preguntándose qué demonios ha pasado. Apoyo la cabeza contra el sofá y suspiro.

Tenía la esperanza de que eso se sintiera bien, pero no se sintió bien en absoluto.

—Bueno —dice Nico —, ahí va mi oportunidad de representar todas las escenas de rol que he estado imaginando. Muchas gracias, Lali.

—Jódete, Nico —digo, comprendiendo un poco de donde viene la actitud de Eugenia.

Quito mi libro de mi regazo y me levanto, y luego camino hasta la puerta de Eugenia. Golpeo, pero no la abre. Golpeo de nuevo, giro la perilla, y empujo la puerta ligeramente para mirar dentro.

—¿Eugenia?

Una almohada se encuentra con la parte posterior de la puerta con un golpe seco. —¡Fuera de mi habitación!

La ignoro y abro la puerta un poco más hasta que puedo verla. Está sentada en su cama, con las rodillas dobladas contra el pecho. Cuando me ve entrar en su habitación, se limpia rápidamente los ojos, y luego se vuelve hacia otro lado.

Está llorando, y ahora me siento como la mierda. Camino a su cama y me siento en el borde de la misma, tan lejos de su alcance como sea posible. Puede que me sienta mal, pero todavía estoy muerta de miedo.

—Lo siento —digo.

Rueda los ojos y vuelve a caer sobre la cama en una rabieta. —No es cierto —dice—. No te culpo. Me lo merecía.

Inclino mi cabeza. ¿De verdad acaba de admitir que se lo merecía? —No voy a mentir, Eugenia. Eres una perra.

Se ríe en voz baja, luego dobla su brazo sobre sus ojos. —Dios, lo sé. Me molesto tanto con la gente, pero no puedo evitarlo. No es como si ser una perra fuera mi meta en la vida.

Me tumbo en la cama con ella. —Entonces no lo seas. Se necesita mucho más esfuerzo para ser una perra que para no serlo.

Niega con la cabeza. —Puedes decir eso porque no eres una perra.
Suspiro. Puede pensar que no soy una perra, pero estoy segura que últimamente me he sentido como una. —Por si sirve de algo, soy más mala de lo que piensas. Puedo no expresar mis sentimientos de la misma manera que tú, pero definitivamente tengo malos pensamientos. Y últimamente, malas intenciones. Estoy empezando a pensar que no soy tan buena como siempre pensé que era.

Eugenia no responde a mi confesión por unos momentos de tranquilidad. Finalmente, suspira profundamente y se sienta en la cama. —¿Puedo preguntarte algo? ¿Ahora qué sé que realmente me puedes responder?

Me incorporo, también, y asiento.

—¿Tú y Nico están...? —Hace una pausa—. Parecen llevarse muy bien, y me da curiosidad si...

Sonrío, porque sé a dónde va con esto, e interrumpo su cadena de pensamientos. — Nico y yo somos amigos, y nunca podríamos ser más que amigos. Está extrañamente encaprichado con esta perra camarera de Hooters que conoce.

Eugenia sonríe, pero luego se detiene rápidamente y me mira directamente a los ojos. —¿Cuánto tiempo ha sabido Nico que yo pensaba que eras sorda?
Pienso en las últimas semanas. —¿Desde la mañana siguiente a la que me mudé? —Me estremezco, sabiendo que Nico está a punto de experimentar el lado de Eugenia que todos conocemos demasiado bien—. Pero, por favor, no seas muy dura con él, Eugenia. Tan extrañamente como ustedes dos lo demuestran, le gustas mucho. Puede que incluso te ame, pero estaba borracho cuando lo dijo, así que no lo sé a ciencia cierta.

Si es posible escuchar un paro cardiaco, acabo de oír el suyo. —¿Dijo eso?
Asiento. —Un par de semanas atrás. Nos íbamos del club, y estaba borracho, pero dijo algo acerca de cómo está bastante seguro de que podría amarte. Sin embargo, probablemente no debería estar diciendo esto.

Baja la vista al suelo y está en silencio durante varios segundos, luego me mira. —Sabes, la mayoría de las cosas que la gente dice cuando están borrachos son más precisas y honestas que las que dicen cuando están sobrios.

Asiento, sin saber si eso es un hecho cierto o sólo un hecho de Eugenia. Se pone de pie y camina rápidamente hacia la puerta, luego la abre de golpe.

Oh, no.  

 Está a punto de matar a Nico, y en parte es mi culpa. Me levanto y corro a la puerta, dispuesta a tomar la culpa por decirle lo que dijo Nico. Sin embargo, una vez que llego a la sala de estar, ella está levantando su pierna por encima de él, deslizándose en su regazo. Los ojos de Nico están anchos, y la mira con miedo, lo que me dice que esto no es uno de sus movimientos habituales.

Eugenia tiene la cara de Nico en sus manos, y él, vacilante, lleva sus manos a su espalda baja. Ella suspira, mirándolo fijamente a los ojos. —No puedo creer que me estoy enamorando de un estúpido idiota —le dice.

Él la mira fijamente durante varios segundos mientras asimila su comentario, y luego sus manos vuelan hasta la cima de su cabeza y une sus labios. Se desliza hacia adelante y se pone de pie con Eugenia enredada con él. Entonces, sin separarse en busca de aire, la lleva directamente a su dormitorio, donde la puerta se cierra detrás de ellos.

Estoy sonriendo porque es más que probable que Eugenia sea la única chica que podría llamar a alguien un idiota y en el mismo aliento confesarle su amor. Y por extraño que parezca, Nico es probablemente uno de los pocos chicos que lo encontraría muy atractivo.

Son perfectos el uno para el otro.

Peter: ¿Cómo diablos hiciste eso? Esperaba a que saliera aquí y lo estrangulara. Pasas dos minutos con ella, y está manoseándolo.

Yo: En realidad no es tan mala como parece.

Peter: ¿En serio?

Yo: Bueno, tal vez lo es. Pero supongo que admiro eso de ella. Es fiel a sí misma.

Peter sonríe, baja su teléfono y deja caer sus ojos de nuevo a su computadora portátil. Hay algo diferente en él. No puedo determinar exactamente lo que es, pero puedo verlo en sus ojos. Se ve angustiado. O triste. ¿O tal vez sólo cansado?

En realidad se ve un poco de los tres, y me entristece. Cuando lo conocí, parecía tener todo en orden. Ahora que he llegado a conocerlo mejor, estoy empezando a pensar que no es el caso. En este momento, el chico de pie delante de mí luce como si su vida fuera un desastre, y ni siquiera he empezado a rasgar la superficie.

Peter: Todavía estoy un poco atrasado en el trabajo, pero debería ponerme al día esta noche. Si tienes ganas de repasar una nueva canción, ya sabes dónde encontrarme.

Yo: Me parece bien. Tengo un grupo de estudio a la tarde, pero voy a estar de vuelta a las siete.  

 Sonríe a medias y se dirige a su habitación. Sé que estoy empezando a entender la mayoría de sus expresiones. La de recién fue sin duda una expresión de nerviosismo.



Peter

Supuse que no tenía ganas de escribir esta noche cuando no se presentó, y me dije que estaba bien con eso.

Sin embargo, son unos cuantos minutos después de las ocho, y mi luz acaba de parpadear. No puedo ignorar el torrente de adrenalina que me invade. Me digo que mi cuerpo está teniendo esa reacción porque soy un apasionado de escribir música, pero si ese fuera el caso, ¿por qué no tengo este entusiasmo cuando escribo solo? ¿O con Gaston?

Cierro los ojos y acuesto suavemente mi guitarra a mi lado mientras inhalo una respiración larga. Han pasado semanas desde que hemos hecho esto. Desde la noche en que me dejo oírla cantar y cambió por completo la dinámica de nuestra relación de trabajo.

Sin embargo, no es su culpa. Ni siquiera estoy seguro si es por mi culpa. Es culpa de la naturaleza, porque la atracción es una bestia fea, y estaré condenado si no la venzo.

Puedo hacer esto.

Abro la puerta de mi dormitorio y doy un paso al costado mientras entra con su cuaderno y su portátil. Camina con confianza hacia la cama y cae sobre ella, entonces abre su computadora. Me vuelvo a sentar y abro la mía.

Lali: Hoy no podía prestar atención en la clase, porque lo único que quería hacer era escribir. Sin embargo no escribí nada, porque vienen mucho mejor cuando tu tocas. He echado de menos esto. En un primer momento no pensé que me gustaría, y me hizo sentir nerviosa, pero me encanta escribir canciones. Me encanta. Vamos, estoy lista.

Está sonriendo y acariciando vertiginosamente sus palmas contra el colchón.
Sonrío en respuesta mientras me apoyo contra la cabecera y comienzo a tocar la apertura de una nueva canción en la que he estado trabajando. Todavía no he terminado, pero espero que con su ayuda esta noche hagamos algunos avances.

Toco la canción varias veces, y algunas de esas me mira, luego escribe algo del tiempo. Utiliza sus manos para decirme que haga una pausa o retroceda, avance al siguiente estribillo o reinicie la canción por completo. Mantengo una estrecha vigilancia sobre ella mientras toco, y seguimos esta danza durante más de una hora. Borra mucho y hace un montón de caras que no estoy seguro que expresen diversión.


Con el tiempo se sienta y rasga el papel del cuaderno, luego lo arruga y lo tira a la basura. Cierra su computadora bruscamente y niega con la cabeza.

Lali: Lo siento, Peter. Tal vez estoy agotada, pero no está funcionando. ¿Podemos intentarlo de nuevo mañana por la noche?

Asiento, haciendo mi mejor esfuerzo para ocultar mi decepción. No me gusta verla frustrada. Toma su portátil y su cuaderno y comienza a caminar de regreso hacia su dormitorio. Se da la vuelta y articula—: Buenas noches.

Tan pronto como desaparece, me voy a la cama y hurgo en la basura. Saco su hoja de papel arrugada, la llevo a mi cama y la despliego.

Watching him from here
(Mirándolo desde aquí)

So far away
(Tan lejos)

Want him closer than my heart can take
(Queriéndolo más cerca de lo que mi corazón puede aceptar)

I want him here I want
(Lo quiero aquí, lo quiero)

Maybe one of these days, Someday
(Tal vez uno de estos días, algún día)

Hay frases al azar, algunas marcadas, otras no. Las leo todas, intentando trabajar en ellas.

I’d run to him, if I could stand
(Correría hacia él si pudiera soportarlo)

But I can’t make that demand
(Pero no puedo exigir eso)

I can’t be his right now
(No puedo ser suya ahora)

Why can’t he take me away
(¿Por qué no me lleva lejos?)


Leer sus palabras se siente como invadir su privacidad. Pero, ¿lo es? Técnicamente, estamos juntos en esto, así que debería ser capaz de leer lo que escribe.

Pero hay algo diferente en esta canción. Es diferente porque esta canción no suena como si fuera sobre Benjamin.

Esta canción parece que podría ser un poco sobre mí.

No debería estar haciendo esto. No debería agarrar mi teléfono en este momento, y definitivamente, tampoco contemplar cómo persuadirla para ayudarme a terminar esta canción esta noche.

Yo: No te enojes, pero estoy leyendo tus letras. Creo que sé de dónde viene tu frustración.

Lali: ¿Podría venir del hecho de que soy muy mala para escribir y algunas canciones es todo lo que tenía dentro de mí?

Tomo mi guitarra y voy a su dormitorio. Golpeo y abro la puerta, suponiendo que todavía está decente ya que acaba de dejar mi habitación hace dos minutos. Camino a su cama y me siento, a continuación, tomo el cuaderno y la pluma y coloco sus letras en la parte superior del portátil. Escribo una nota y se la entrego.

Tienes que recordar que la banda para la que estás escribiendo es de chicos. Sé que es difícil escribir desde un punto de vista masculino, ya que es obvio que no eres hombre. Si dejas de escribir esta canción desde tu propio punto de vista y tratas de sentirlo desde uno diferente, las letras podrían venir. Tal vez ha sido difícil porque sabes que un chico va a cantarlas, pero los sentimientos vienen de ti. Simplemente dale la vuelta y ve qué pasa.

Lee mi nota, luego toma el bolígrafo y se desplaza hacia atrás en su cama. Me mira y asiente hacia mi guitarra, lo que indica que va a darle una oportunidad. Salto rápidamente de la cama al suelo, luego coloco mi guitarra en posición vertical y la atraigo a mi pecho. Cuando estoy trabajando en los acordes para una canción nueva, a veces ayuda tocar de esta manera, así puedo sentir las vibraciones más claramente.

Cierro los ojos, apoyo la cabeza en la guitarra, y comienzo a tocar.

5 comentarios:

  1. holiis
    me encanta la novee
    subi maaas
    besoos

    ResponderEliminar
  2. maaaasssssssss
    @x_ferreyra07

    ResponderEliminar
  3. Se dicen mucho con los silencios

    ResponderEliminar
  4. masssssssssss, es como que la nove es muy misteriosa jajaj
    seguila

    ResponderEliminar
  5. Ahhh más me gusta me gusta!!!
    Uhhhhh Lali explotó contra Euge!!
    La platica de Euge y Lali da para que sean amigas!
    Amo. Que escriban canciones juntos!!!

    ResponderEliminar