Capitulo 7
Lali
Peter deja su
guitarra por primera vez en más de una hora. No nos hemos enviado ni un solo
mensaje, ya que tuvimos una buena racha. Es bastante genial lo bien que
parecemos poder trabajar juntos. Toca una canción, una y otra vez, mientras me
tumbo sobre su cama con un anotador frente a mí.
Escribo las letras a
medida que aparecen en mi mente, la mayoría de las veces arrugando el papel,
arrojándolo a través del cuarto, y empezando de nuevo. Pero ya tengo lista la
letra de casi toda una canción, y él sólo ha tachado dos líneas que no le
gustaban. Yo diría que eso es progreso.
Hay algo en estos
momentos, en los que escribimos música, que me encanta. Todas mis
preocupaciones y pensamientos acerca de todo lo malo en mi vida parecen
desaparecer durante los cortos tiempos que escribimos juntos. Es bonito.
Peter: Vamos a hacer toda la canción ahora.
Siéntate para que pueda verte cantar. Quiero asegurarme de que quede perfecta
antes de enviársela a Gaston.
Empieza a tocar la
canción, así que comienzo a cantarla. Me está mirando de cerca, y la forma en
que sus ojos parecen leer cada movimiento, me hace sentir incómoda. Tal vez es
porque no puede expresar palabras a través del habla, pero todo lo demás a su
alrededor parece compensarlo.
Tan fácil como él es
de leer, es sólo de esa manera cuando él quiere ser leído. La mayor
parte del tiempo, es capaz de contener sus expresiones, y no sé qué demonios
está pensando. Él sostiene la corona en el departamento no verbal. Estoy
bastante segura, por cómo se ve, de que si pudiera hablar, ni siquiera
lo necesitaría.
Me siento incómoda
al verlo observarme cantar, así que cierro los ojos y trato de recordar las
letras a medida que él continúa tocando la canción. Es incómodo cantarlas con
él a tan sólo a unos metros de distancia. Cuando escribí esta letra la primera
vez, él tocaba su guitarra, pero se encontraba a un buen par de cientos de metros, en su
balcón. Aún así, por mucho que traté de fingir que escribía acerca de Benjamin
en ese momento, sabía que me imaginaba a Peter cantándolas.
A LITTLE BIT MORE
(UN POCO MÁS)
Why don’t you let me
(Por qué no me
dejas)
Take you away
(Llevarte lejos)
We can live like you wanted
(Podemos vivir como
querías)
From place to place
(De sitio en sitio)
I’ll be your home
(Seré tu hogar)
We can make our own
(Podemos vivir por nuestra cuenta)
Cuz together makes it pretty hard to be alone
(Porque juntos se
nos hace bastante difícil estar solos)
We can have everything you ever wanted
(Podemos tener todo
lo que siempre quisiste)
And maybe just a little bit more
(Y quizás sólo un
poco más)
Just a little bit more
(Sólo un poco más)
Su guitarra se
detiene, lo que, naturalmente, también hace que me detenga. Abro los
ojos, y él me está observando con una de sus miradas inexpresivas.
Retiro lo dicho. Esta mirada no es inexpresiva en absoluto.
Está pensando. Puedo decir por la desviación de sus ojos que ya tiene una idea.
Aleja la mirada para
recoger su teléfono.
Peter: ¿Te importa si intento algo?
Yo: Mientras prometas nunca volver a proponer
algo preguntando si me importa que lo intentes.
Peter: Buen intento, pero eso no tiene sentido.
Me río, y luego lo
miro. Asiento suavemente, con miedo de lo que está a punto de “probar”. Se
sienta sobre sus rodillas y se inclina hacia adelante, colocando ambas manos
sobre mis hombros. Trato de mantener mi grito de asombro, pero es un intento
fallido. No sé lo que está haciendo o por qué lo está haciendo tan cerca de mí,
pero santa mierda.
Santa mierda.
¿Por qué mi corazón
se está volviendo loco en este momento?
Peter me empuja
hasta que estoy recostada en su colchón. Estira la mano tras él, toma su
guitarra, y luego la pone al otro lado de mí. Se recuesta a mi lado.
Cálmate, corazón.
Por favor. Peter tiene sentidos supersónicos, y podrá escucharte a través de
las vibraciones del colchón.
Se arrastra más
cerca de mí, y por la forma en que está dudando, creo que no está seguro de si
voy a permitirle acercarse más.
Lo haré. Estoy
totalmente a su voluntad.
Ahora me está
mirando, contemplando su próximo movimiento. Puedo decir que no está tratando de
pasarme. Lo que está a punto de probar lo está haciendo verse más aprensivo,
como si estuviera simplemente planeando besarme. Está mirando mi cuello y mi
pecho, como si estuviera buscando una determinada parte de mí. Sus ojos se
detienen en mi abdomen, una pausa, y luego vuelve a su teléfono.
Oh, Señor. ¿Qué está
a punto de hacer? ¿Poner sus manos en mí? ¿Quiere sentirme cantar esta canción?
Sentir requiere tocar, y tocar requiere manos. Sus manos. Sintiéndome.
Peter: ¿Confías en mí?
Yo: No confío en nadie. Mi confianza se ha
agotado por completo esta semana.
Peter: ¿Puedes reponer tu confianza durante unos
cinco minutos? Quiero sentir tu voz.
Aspiro, entonces lo
miro, recostado junto a mí, y asiento. Deja su teléfono sin romper mi mirada.
Me observa como si me estuviera advirtiendo que debo mantener la calma, pero está teniendo el
efecto contrario. Siento una especie de pánico en estos momentos.
Se acerca y desliza
su brazo bajo la parte trasera de mi cuello.
Oh.
Ahora está aún más
cerca.
Su rostro se mueve
sobre el mío. Pasa la mano a través de mi cuerpo y jala la guitarra contra mi
lado, acercándola a nosotros. Todavía me está observando con esa mirada que
parece destinada a producir un efecto calmante.
No lo hace. No me
calma en absoluto.
Baja la cabeza
contra mi pecho, y luego aprieta su mejilla contra mi camisa.
Oh, esto es genial.
Ahora definitivamente puede sentir cómo de espástico está latiendo mi corazón.
Cierro los ojos y quiero morir de vergüenza, pero no tengo tiempo para eso,
porque él comienza a rasguear las cuerdas de la guitarra a mi lado. Me doy
cuenta de que está tocando con las dos manos, una desde debajo de mi cuello y
la otra por encima de mí. Su cabeza está en mi pecho, y puedo sentir su pelo
rozando mi cuello. Está más o menos tendido sobre mí con el fin de llegar a su
guitarra con ambos brazos.
Oh, mi querido dulce
niño Jesús en una cesta de mimbre.
¿Cómo espera que
cante?
Trato de calmarme,
regulando mi respiración, pero es difícil cuando estamos posicionados de esta
forma. Como siempre, cuando olvido una introducción, él comienza perfectamente
de nuevo, desde el principio. Cuando llega al punto donde yo entro, empiezo a
cantar. Más o menos. Bastante bajo, porque todavía estoy esperando que el aire
encuentre su camino de regreso a mis pulmones.
Después de las
primeras líneas, encuentro la firmeza de mi voz. Cierro los ojos y hago mi
mejor esfuerzo por imaginar que simplemente estoy sentada en la cama, como lo
estuve durante la última hora.
I’ll bring my suitcase
(Traeré mi maleta)
You bring that old map
(Tú trae ese viejo mapa)
We can live by the book
(Podemos hacer
nuestras propias reglas)
But we can never
go back
(Pero nunca volver)
Feeling the breeze
(Sentir la brisa)
Never felt so right
(Nunca se sintió tan
bien)
We’ll watch the stars until they turn into light
(Veremos las
estrellas hasta que se vuelvan luz)
We can have everything you’ve ever wanted
(Podemos tener lo
que siempre quisiste)
And maybe just a little bit more
(Y quizás sólo un
poco más)
Just a little bit more
(Sólo un poco más)
Termina el último
acorde, pero no se mueve. Sus manos permanecen fijas en la guitarra. Su oído se
mantiene firmemente presionado contra mi pecho. Mis respiraciones son más
pesadas ahora que acabo de cantar una canción entera, y su cabeza se eleva con
cada entrada de aire.
Suspira profundo,
luego levanta la cabeza y rueda sobre su espalda sin hacer contacto visual
conmigo. Nos quedamos en silencio durante unos minutos. No estoy segura de por
qué es tan serio, pero estoy demasiado nerviosa para hacer movimientos bruscos.
Su brazo todavía está por debajo de mí, y no hace ningún esfuerzo para
quitarlo, así que no estoy segura de si ha terminado con este pequeño
experimento.
Tampoco creo ser
capaz de moverme.
Lali, Lali, Lali.
¿Qué estás haciendo?
Absolutamente,
positivamente, no quiero tener esta reacción ahora. Ha pasado una semana desde
que rompí con Benjamin. Lo último que quiero, o incluso necesito, es enamorarme
de este chico.
Sin embargo estoy
pensando que eso puede haber ocurrido antes de esta semana.
Mierda.
Inclino mi cabeza y lo miro. Me está observando, pero no
puedo decir lo que su rostro está tratando de transmitir. Si tuviera que
adivinar, diría que está pensando: Oh, oye, Lali. Nuestras bocas están muy
juntas. Vamos a hacerles un favor y cerrar esta brecha.
Sus ojos caen a mi
boca, y estoy muy impresionada con mis habilidades telepáticas. Sus labios
carnosos se separan ligeramente mientras tranquilamente toma varias
respiraciones lentas y profundas.
De hecho, puedo oír
su respiración, lo que me sorprende, porque ese es otro de los sonidos sobre
los que mantiene un completo y total control. Me gusta que parezca no poder
controlarse. Por mucho que diga querer estar desapegada de los chicos, y ser
independiente y fuerte, lo único que estoy pensando es en lo mucho que me
gustaría que tomara completo y total control sobre mí. Quiero que domine esta
situación rodando sobre de mí y juntando esa increíble boca con la mía,
dejándome completamente dependiente de él, necesitando recuperar el aliento.
Mi teléfono recibe
un texto, interrumpiendo mi imaginación hiperactiva. Peter cierra los ojos y se
vuelve hacia la dirección opuesta. Suspiro, sabiendo que ni siquiera oyó el
texto, sino que se alejó por su propia voluntad. Lo que significa que me siento
muy incómoda ahora por sólo haber tenido esa rica conversación interna en mi
mente. Llevo la mano detrás de mi cabeza y tanteo hasta que encuentro el
teléfono.
Benjamin: ¿Ya estás lista para hablar?
Ruedo los ojos. Linda
forma de arruinar el momento, Benjamin. Tenía la esperanza de que después
de días de evitar sus textos y llamadas, por fin iba a darse cuenta. Niego con
la cabeza y le respondo.
Yo: Tu comportamiento está al borde de acoso.
Deja de querer contactarme. Hemos terminado.
Peter
Detente con el viaje
de culpa, Peter. No has hecho nada malo. No estás haciendo nada malo. Tú
corazón está latiendo de esta forma simplemente porque nunca has sentido a
nadie cantar así. Fue abrumador. Tuviste una reacción normal ante un
acontecimiento abrumador. Eso es todo.
Mis ojos siguen
cerrados, y mi brazo todavía está debajo de ella. Debería moverlo, pero todavía
estoy tratando de recuperarme.
Y realmente quiero
escuchar otra canción.
Esto podría estar
haciéndola sentir incómoda, pero tengo que ayudarla a que no se sienta
incómoda, porque no puedo pensar en ninguna otra situación en la que voy a ser
capaz de hacer esto.
Yo: ¿Puedo tocar otra?
Sostiene su
teléfono, mandándose mensajes con alguien que no soy yo. Me pregunto si le está
enviando mensajes a Benjamin, pero no me asomo a su teléfono, por más que
quiera.
Lali: Muy bien. ¿La primera no hizo nada por
ti?
Me río. Creo que
hizo un poco demasiado, en más sentidos de los que me gustaría admitir. Estoy
casi seguro de que también era obvio para ella por el final de la canción, por
la forma en que me apreté contra ella. Pero sentir su voz y lo que le hacía a
todas las otras partes de mí, era de alguna manera más importante que lo que
ella me estaba haciendo.
Yo: Nunca "escuché" a nadie así.
Fue increíble. Ni siquiera sé como describirlo. Quiero decir, estabas aquí, y
fuiste quien cantó, así que supongo que no necesitas que te lo describa. Me
gustaría que pudieras haber sentido eso.
Lali: De nada, supongo. No estoy haciendo nada
profundo.
Yo: Siempre he querido sentir a alguien
cantar una de mis canciones, pero sería un poco incómodo hacer esto con uno de
los chicos de la banda. ¿Sabes lo que quiero decir?
Se ríe, luego
asiente.
Yo: Voy a tocar la que practicamos anoche, y
luego quiero tocar esta última de nuevo. ¿Estás bien? Si estás cansada de
cantar, me lo dices.
Lali: Estoy bien.
Deja abajo su
teléfono, y me reacomodo contra su pecho. Todo mi cuerpo está luchando contra
sí mismo. La parte izquierda de mi cerebro me está diciendo que esto está mal
de alguna manera, la parte derecha está esperando escucharla cantar otra vez,
mi estómago está en ninguna parte para ser encontrado, y mi corazón está golpeándose la
cara con un brazo y abrazándose a sí mismo con el otro.
Nunca podría tener
esta oportunidad otra vez, así que envuelvo mi brazo sobre ella y comienzo a
tocar. Cierro los ojos y busco los latidos de su corazón, que se han calmado un
poco desde la primer canción. La vibración de su voz se encuentra con mi
mejilla, y juro que mi corazón se estremece.
Ella se siente como
imaginaba que su voz se sentiría durante una canción, pero multiplicado por
mil. Me centro en como su voz se mezcla con la vibración de la guitarra, y
estoy completamente asombrado.
Quiero “escuchar” el
registro de su voz, pero es difícil sin usar mis manos para sentir. Alejo mi
mano de la guitarra y dejo de tocar. Así de sencillo, ella deja de cantar.
Niego con la cabeza y hago el movimiento de en círculo con el dedo en el aire,
queriendo que siga cantando a pesar de que ya no estoy tocando los acordes.
Su voz se eleva de nuevo,
y sigo presionando firmemente mi oído contra su pecho mientras pongo la palma
de mi mano contra su estómago. Sus músculos se aprietan bajo mi mano, pero no
deja de cantar. Puedo sentir su voz en todas partes. Lo puedo sentir en mi
cabeza, en mi pecho, contra mi mano.
Me relajo contra
ella y escucho el sonido de una voz por primera vez.
***
Envuelvo mi brazo alrededor
de la cintura de Martina y la jalo más cerca.
Puedo sentirla
luchando debajo de mí, así que la aprieto con más fuerza. No estoy preparado para
que se vaya a casa. Se golpea la frente con la mano, y me está levantando de su
pecho mientras intenta zafarse de debajo de mí.
Ruedo sobre mi
espalda para dejarla salir de la cama, pero en cambio, ella golpea mis
mejillas. Abro los ojos y miro hacia arriba para ver a Lali cernirse sobre mí.
Su boca se mueve, pero mi visión está demasiado empañada como para ver lo que
está tratando de decir. Por no hablar de la luz estroboscopia que no está
ayudando.
Espera. No tengo una
luz estroboscopia.
Me siento hacia
arriba en la cama. Lali me da mi teléfono y comienza a escribirme un mensaje,
pero mi teléfono está muerto. ¿Nos quedamos dormidos?
Las luces. Las luces
se prenden y apagan.
Agarro el teléfono de la mano de Lali para comprobar la hora:
8:15 a.m. También leo el mensaje que trató de enviarme.
Lali: Hay alguien en la puerta de tu
dormitorio.
Nico no estaría tan
temprano un viernes. Es su día libre.
Viernes.
Martina.
¡MIERDA!
Me apresuro a saltar
de la cama y agarro a Lali por las muñecas, luego la ayudo a ponerse de pie. Se
ve sorprendida porque estoy entrando en pánico, pero tiene que regresar
rápidamente a su habitación. Abro la puerta del baño y le señalo que tome esa
ruta. Ella camina hacia el baño, y luego se da la vuelta y regresa a mi
habitación. La agarro por los hombros y la fuerzo de nuevo al cuarto de baño.
Aleja mis manos y señala a mi dormitorio.
—¡Quiero mi
teléfono! —dice, señalando hacia mi cama. Recupero su teléfono, pero antes de
entregárselo, escribo un texto sobre el mismo.
Yo: Lo siento, pero creo que esa es Martina.
No puedes estar aquí, o ella tendrá una idea equivocada.
Le entrego el
teléfono, y lee el mensaje, luego me mira. —¿Quién es Martina?
¿Quién es Martina?
¿Cómo demonios no puede recordar...?
Oh.
Es imposible, ¿nunca
le mencioné a Martina?
Tomo su teléfono
nuevamente.
Yo: Es mi novia.
Mira el mensaje, y
su mandíbula se tensa. Poco a poco lleva sus ojos a los míos nuevamente, y
arrebata su teléfono de mi mano, agarra el pomo de la puerta y camina de
regreso al cuarto de baño. La puerta se cierra en mi cara.
Esa no era la reacción esperada.
Pero no tengo tiempo
para responder, porque mi luz sigue parpadeando. Me dirijo directamente a la
puerta del dormitorio y la desbloqueo, luego la abro.
Nico está de pie en
la puerta, con el brazo presionado contra el marco. No hay señales de Martina.
Mi pánico se calma
al instante mientras camino hacia atrás y caigo sobre mi cama. Eso podría
haberse puesto feo. Miro hacia Nico, porque obviamente está aquí por algo.
—¿Por qué no contestas mis mensajes? —Indica desde la puerta.
—Mi teléfono murió.
—Agarro mi teléfono y lo coloco sobre la base del cargador en la mesa de noche.
—Pero nunca dejas tu
teléfono sin batería.
—Hay una primera vez
para todo —señalo.
Asiente, pero de un
modo molesto y sospechoso, como queriendo decir: escondes algo.
O tal vez sólo estoy
siendo paranoico.
—Estás escondiendo
algo —hace señas.
O tal vez no estoy
siendo paranoico.
—Y acabo de revisar
la habitación de Lali. —Arquea una ceja sospechosa—. Ella no estaba allí.
Echo un vistazo al
cuarto de baño, y luego miro de regreso a Nico, preguntándome si debería mentir
al respecto. Todo lo que hicimos fue dormir. —Lo sé. Estuvo aquí.
Mantiene su
expresión severa. —¿Durante toda la noche?
Asiento casualmente.
—Trabajábamos en las canciones. Supongo que nos quedamos dormidos.
Está actuando
extraño. Si no lo supiera, pensaría que estaba celoso. Espera. Lo sé. Está celoso.
—¿Esto te molesta,
Nico?
Se encoge de hombros
y responde con señas. —Sí. Un poco.
—¿Por qué? Pasas
casi todas las noches en la cama de Eugenia.
Niega con la cabeza.
—No es eso.
—¿Qué es, entonces?
Aleja la mirada, y
puedo ver la incomodidad cruzar su cara antes de que exhale. Hace la señal que
indica el nombre de Martina. Trae sus ojos hacia los míos. —No puedes hacer
esto, Peter. Has hecho esta elección hace años, y entonces traté de decirte lo
que pensaba de ello. Pero seguiste adelante con eso, y si tengo que ser el
amigo molesto para recordártelo, que así sea.
Me estremezo, porque
me molesta como se está refiriendo a mí y a mi relación con Martina. —No te refieras
a mi relación con Martina como “eso” nunca más.
Su expresión es de
disculpa. —Sabes lo que quiero decir, Peter.
Me paro y camino
hacia él. —¿Cuánto tiempo hemos sido mejores amigos?
Se encoge de hombros. —¿Eso es todo lo que soy para ti? ¿Un
mejor amigo? Peter, pensé que éramos mucho más que eso. —Sonríe como si
estuviera tratando de ser gracioso, pero no me río. Cuando ve lo mucho que sus
palabras me han molestado, su expresión se vuelve seria rápidamente—. Diez
años.
—Diez. Diez años. Me
conoces mejor que eso, Nico.
Asiente, pero su
rostro sigue lleno de dudas.
—Adiós —señalo—. Cierra la puerta al
salir. —Me doy vuelta y camino de regreso a mi cama, y cuando me enfrento a la
puerta de nuevo, se ha ido.
Hola soy nueva, me lei todas tus noves me encantan! Espero el prox genia!! Besos
ResponderEliminarBelu
Maaass 😲😲😲😲
ResponderEliminara Lali no le va gustar ni un poco ....
ResponderEliminarcomo se llama el libro??
massss @x_ferreyra07
Ahhh para como de linda era la situación !!!
ResponderEliminarNah a mi no LANZANI te encanto estar así con Lali!!!!
Uhhhhh se quedaron dormidos !!!
Nah todos los puntos que llevabas ganados se fueron al carajo!!!
Y a Nico no le gusta la relación de Peter y Martina porque será?!!
Que para con Lali y Peter ahora más me gusta mucho
Lo mismo k Angie!!!!
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