miércoles, 25 de junio de 2014

Capitulo 11

Capitulo 11


Si, es lo que se estan imaginando. No digo nada mas.
                                                                                                                                     


Lali

Oh, Dios. Lo está haciendo otra vez. Esa cosa fascinante.

Cuando lo había visto tocar su guitarra de esta manera en el pasado, fue antes de que supiera que no podía oírse tocar. Pensé que tal vez sólo lo hacía de esta manera para obtener una perspectiva diferente de las cuerdas, pero ahora sé que lo hace para poder sentir mejor la música. No sé por qué, pero saberlo me hace amar aún más observarlo.

Probablemente debería estar trabajando en las letras, pero lo veo tocar toda la canción sin abrir los ojos ni una vez. Cuando termina, rápidamente miro a mi cuaderno, porque sé que está a punto de abrir los ojos y mirarme. Finjo que estoy escribiendo, y él gira la guitarra de la manera correcta, entonces se inclina hacia atrás en contra de mi armario y empieza a tocar la canción otra vez.

Me centro en las letras y pienso en lo que dijo. Peter tenía razón. No pensé en el hecho de que un hombre las estaría cantando. Me centré en verter mis sentimientos sobre el papel. Cierro los ojos y trato de imaginar a Peter cantando la canción.

Trato de imaginar cómo sería ser honesta acerca de lo que siento por él y usarlo para crear la canción un poco más rápido. Abro los ojos y tacho la primera línea de la canción, y luego empiezo a escribir otra vez el primer verso.

Watching him from here
(Mirándolo desde aquí)

Seeing something from so far away
(Viendo algo desde tan lejos)

Get a little closer every day
(Acercándonos cada día un poco más)


Thinking that I want to make it mine
(Pensando en querer hacerlo mío)

Creo que la verdadera razón por la que no soy capaz de escribir esta noche es porque cada línea que termina en el papel es sobre Peter, y sé que será capaz de notarlo. Sacó la canción de la basura y ya la leyó, por lo que tiene que tener una idea. Y sigue aquí... con ganas de que termine la canción. Me centro en el segundo verso y trato de mantener su consejo en mente.

I’d run to him if I could stand
(Correría hacia él si pudiera soportarlo)

But I can’t make that demand
(Pero no puedo exigir eso)

What I want I can’t demand
(No puedo exigir lo que quiero)

Cuz what I want is you
(Porque lo que quiero eres tú)

Sigo repasando las letras en la página, tachando las viejas líneas y cambiándolas mientras Peter toca la canción varias veces.

If I could be his, I would wait
(Si pudiera ser suya, esperaría)

And if I can’t be yours now
(Y si no puedo ser tuya ahora)

I’ll wait here on this ground
(Voy a esperar en esta tierra)

Till you come, till you take me away
(Hasta que vengas, hasta que me lleves lejos)

Maybe someday
(Tal vez algún día)

Maybe someday
(Tal vez algún día)


La página se vuelve liosa y difícil de leer, así que la dejo a un lado y abro mi libreta para reescribir todo. Peter deja de tocar durante unos minutos mientras transfiero todo a la nueva página. Cuando lo miro, él apunta a la página, con ganas de leer lo que he escrito. Asiento.

Camina hacia la cama y se sienta a mi lado, inclinándose hacia mí para leer lo que tengo hasta ahora.

Soy muy consciente de que él podría ver más allá de las letras y sabrá que tienen más que ver con él que con Benjamin, lo que causa que el pánico fluya por mis venas. Acerca más la libreta hacia él, pero sigue en mi regazo. Su hombro se presiona con el mío, y su cara está tan cerca que probablemente podría sentir mi aliento contra su mejilla... si estuviera respirando. Fuerzo a que mis ojos caigan en la misma dirección que los suyos, a las letras reescritas por la página en mi regazo.

Trying to ignore the things you say
(Tratando de ignorar las cosas que dices)

You turn to me
(Recurres a mí)

I turn away
(Y me alejo)

Hurts to see you every day
(Duele verte todos los días)

Smell your perfume on my bed
(Oler tu perfume en mi cama)

Thoughts of you invade my head
(Pensamientos de ti invaden mi cabeza)

Truths are written, never said
(Las verdades nunca dichas, son escritas)

Peter agarra el lápiz y tacha la última línea, luego inclina la cabeza para mirarme. Se señala a sí mismo con el lápiz y hace un gesto de escribir en el aire, indicando que quiere cambiar algo.

Asiento, llena de nervios y asustada de que no le guste. Presiona el lápiz al papel, al lado de las letras que tachó. Hace una pausa durante unos segundos antes de escribir y se gira lentamente para mirarme de nuevo. Su expresión está llena de inquietud, y siento curiosidad acerca de lo que lo está causando. Sus ojos caen a los míos, desplazándose lentamente sobre mí hasta que su atención está de vuelta en la página. Inhala y exhala detenidamente, y luego comienza a escribir las letras nuevas bajo la línea vieja.

Hurts to see you every day
(Duele verte todos los días)

Cupid shut his eyes and shot me twice
(Cupido cerró los ojos y me disparó dos veces)

Smell your perfume on my bed
(Oler tu perfume en mi cama)

Thoughts of you invade my head
(Pensamientos de ti invaden mi cabeza)

Truths are written, never said
(Las verdades nunca dichas, son escritas)

And if I can’t be yours now
(Y si no puedo ser tuya ahora)

I’ll wait here on this ground
(Voy a esperar en esta tierra)

Till you come, till you take me away
(Hasta que vengas, hasta que me lleves lejos)

Maybe someday
(Tal vez algún día)

Maybe someday
(Tal vez algún día)

Cuando termina de escribir, pone el lápiz sobre el papel. Sus ojos regresan a los míos, y no sé si está esperando que responda a lo que acaba de escribir, pero no puedo. Estoy tratando de no permitirme sentir como si hubiese algo de verdad detrás de sus letras, pero las palabras que me dijo la primera noche que escribimos juntos, destellan en mi cabeza.

—Son tus palabras, Lali. Las palabras que salieron de ti.

Me dijo entonces que las letras tienen verdad detrás de ellas, ya que proceden de algún lugar dentro de la persona que las escribió. Bajo la mirada a la página.

Las verdades nunca dichas, son escritas.

Oh, Dios mío, no puedo. No pedí esto. No quiero esto.

Pero se siente tan bien. Sus palabras se sienten bien, su cercanía se siente bien, sus ojos buscando los míos hace que mi corazón se vuelva loco, y por mucho que lo intento, no me puedo imaginar cómo algo que se siente así, puede ser tan malo.

No soy una mala persona.

Peter no es una mala persona.

¿Cómo pueden dos personas buenas que tienen tan buenas intenciones terminar con estos sentimientos, derivados de todo lo bueno, que son tan increíblemente malos?

La expresión de Peter es de preocupación, y entonces aparta su mirada de la mía y recoge su teléfono.

Peter: ¿Estás bien?

Já. ¿Estoy bien? Sí. Es por eso que mis palmas están sudando y mi pecho está agitado y estoy apretando la sábana de mi lado en la cama, para no hacerle algo con estas manos que nunca me perdonaré.

Asiento, luego lo empujo suavemente a un lado mientras me pongo de pie y camino hacia el cuarto de baño. Cierro la puerta detrás de mí y me apoyo en ella, cerrando los ojos y en silencio, repitiendo el mantra en mi cabeza que me he estado repitiendo desde hace semanas.

Martina, Martina, Martina, Martina, Martina.


Peter

Después de varios minutos, finalmente vuelve a entrar en su dormitorio. Me sonríe, camina hacia la cama, y agarra su teléfono.

Lali: Lo siento. Me sentía enferma.

Yo: ¿Estás bien?

Lali: Sí. Supongo que sólo necesitaba agua. Me encanta la canción, Peter. Es perfecta. ¿Tenemos que repasarla de nuevo, o podemos dar por terminada la noche?

Me gustaría mucho repasarla, pero se ve cansada. También daría cualquier cosa por sentirla cantar de nuevo, pero no estoy seguro de que sea una buena idea. Ya golpeé a mi conciencia lo suficiente mientras escribía el resto de la canción. Sin embargo, el hecho de que era más que probable que escribía acerca de ella no parecía detenerme, porque lo único en mi mente era el simple hecho de que estaba escribiendo. No he sido capaz de escribir canciones en meses, y en sólo cuestión de minutos, era como si una niebla se hubiese disipado y las palabras comenzaron a fluir sin esfuerzo. Hubiese seguido si no sintiera que ya había ido demasiado lejos.

Yo: Vamos a dar por terminada la noche. Estoy muy contento con esta, La.

Sonríe, y recojo mi guitarra y me dirijo a mi habitación.

Me paso los próximos minutos añadiendo un verso final a la canción, transfiriendo las letras en el programa de música en mi portátil, y sustituyendo los acordes de la guitarra. Una vez que está todo, presiono enviar, lo cierro y le mando un mensaje a Gaston.

Yo: Te acabo de enviar un borrador con una canción. Tengo muchas ganas de que Lali la escuche, así que si esta semana tienes tiempo para trabajar en un acústico, envíala. Creo que será bueno que ella finalmente sea capaz de oír algo que creó.

Gaston: La estoy mirando. Odio admitirlo, pero creo que tenías razón sobre ella. De verdad fue enviada a la tierra sólo para nosotros.

Yo: Comienzo a verlo de esa manera.

Gaston: Dame una hora. No hay mucha gente, así que voy a ver lo que podemos lograr.

¿Una hora? ¿Lo va a enviar esta noche? Inmediatamente le mando un mensaje a Lali.

Yo: Trata de no dormirte. Podría tener una pequeña sorpresa para ti en un rato.


Lali: Um... ¿de acuerdo?

***

Cuarenta y cinco minutos más tarde, recibo un e-mail de Gaston con un archivo adjunto que dice: Corte provisional, Maybe Someday. Lo abro en mi teléfono, encuentro un par de auriculares en el cajón de la cocina, y me dirijo a la habitación de Lali. Abre la puerta después de que llamo y me deja entrar en su habitación. Me acerco para sentarme en la cama y le hago señas para que se siente en el colchón junto a mí. Me mira inquisitivamente, pero camina hacia la cama. Le entrego los auriculares y palmeo su almohada, así que se acuesta y los coloca en sus oídos. Ella sigue mirándome con recelo, como si estuviera a punto de lanzarle una broma elaborada.

Me inclino junto a ella y me apoyo sobre el codo, luego presiono “reproducir”. Pongo el teléfono entre nosotros y la observo.

Pasan unos segundos, y su cabeza se balancea en mi dirección. Un “Oh, Dios mío” atraviesa sus labios, y me mira como si acabara de darle el mundo.

Y se siente muy, muy bien.

Sonríe y pone la mano sobre la boca mientras sus ojos se llenan de lágrimas. Inclina la cara de nuevo hacia el techo, más que probablemente porque está avergonzada por su reacción emocional. No debería estarlo. Es exactamente lo que yo esperaba ver.

Sigo mirándola mientras escucha, y su rostro transmite una mezcla de emociones. Sonríe, y luego exhala, a continuación, cierra los ojos. Cuando la canción termina, me mira y articula—: Una vez más.

Sonrío y vuelvo a presionar “reproducir” en el teléfono. Sigo mirándola, pero el segundo en que sus labios comienzan a moverse y me doy cuenta de que está cantando junto a la canción, mi sonrisa es arrastrada por una repentina emoción que no esperaba sentir en absoluto.

Celos.

Nunca en toda mi vida y en todos mis años de vivir en un mundo de silencio, he querido escuchar tanto algo como quiero oírla cantar justo ahora. Quiero oírla tanto que me duele físicamente. Las paredes de mi pecho se sienten como si estuvieran acercándose a mi corazón, y ni siquiera me doy cuenta de que mi mano se ha movido a su pecho hasta que ella se vuelve hacia mí, sorprendida. Niego con la cabeza, sin querer que se detenga. Asiente ligeramente, pero el latido de su corazón contra mi mano se acelera con cada segundo. Puedo sentir la vibración de su voz contra la palma de mi mano, pero el material entre mi mano y la piel dificulta mi habilidad para sentirla de la manera en que quiero. Muevo mi mano hacia arriba, hasta que está en la base de su garganta, y luego la deslizo aún más arriba, hasta que mis dedos y la palma están al ras contra su cuello. Me inclino más cerca de ella hasta que presiono el pecho contra su lado, porque la abrumadora necesidad de escucharla se ha hecho cargo por completo, y no me permito pensar en donde están dibujadas las líneas invisibles.

La vibración de su voz se detiene, y la siento tragar mientras me mira con las mismas emociones que inspiraron la mayoría de las líneas de esta canción.

Sé que está mal, pero Dios, se siente bien.

No hay otra manera de describir lo que siento. Sé que mi forma de pensar y sentir acerca de ella está mal, pero he luchado tanto con lo bien que se siente cuando estoy con ella.

Ya no está cantando. Mi mano todavía se envuelve alrededor de su garganta, y su rostro se inclina hacia el mío. Deslizo mi mano un poco más arriba hasta que está rozando su mandíbula. Tengo mi dedo alrededor de la cuerda de los auriculares y los jalo lejos de ella. Mis dedos regresan a su mandíbula, mientras mi mano se desliza lentamente detrás de su cuello. Mi palma se ajusta perfectamente a su nuca que es como si mis manos se hubiesen hecho para sostenerla así. La jalo suavemente hacia mí, y ella gira su cuerpo ligeramente hacia el mío. Nuestros pechos se encuentran, y se crea una fuerza tan poderosa que cualquier otra parte de mí está exigiendo ser presionado contra cualquier otra parte de ella.

Levanta sus manos hasta mi cuello y suavemente coloca sus palmas contra mi piel, luego mueve lentamente los dedos hacia mi pelo. Tenerla tan cerca se siente como si hubiésemos creado nuestro propio espacio personal, y nada fuera de nuestro mundo pudiera entrar, y nada de adentro pudiera salir.

Su respiración es irregular contra mis labios, y aunque no puedo oírla, imagino que suena de la misma manera en que se siente un latido del corazón. Dejo caer mi frente contra la de ella, y siento que un estruendo se levanta desde lo profundo de mi pecho hasta mi garganta. El sonido que siento pasar por mis labios provoca que su boca se abra en un jadeo, y la forma en que sus labios están entreabiertos hace que mi boca se conecte inmediatamente con la suya en busca del alivio que necesito desesperadamente.

Alivio es exactamente lo que encuentro en el segundo en que nuestros labios se encuentran. Es como si cada sentimiento reprimido y  negado que he retenido de repente se liberara, y soy capaz de respirar por primera vez desde que la conocí.

Sus dedos siguen acariciando mi pelo y mis manos se aprietan contra la cima de su cabeza, acercándola más. Ella permite que mi lengua se deslice dentro y encuentre la suya. Es cálida y suave, y las vibraciones de sus gemidos empiezan a salir de su boca y fluir directamente en la mía.

Mis labios se cierran suavemente sobre los suyos, luego los separo, y hago todo de nuevo, pero con menos vacilación y más desesperación. Sus manos se encuentran por mi espalda, mi mano se está deslizando hasta su cintura, y mi lengua explora la manera increíble en que la suya baila contra la mía con una canción que sólo nuestras bocas pueden oír. La desesperación y la velocidad a la que estamos intensificando este beso, hace evidente que los dos tratamos de obtener tanto como sea posible del otro antes de que el momento se termine.

Porque los dos sabemos que tiene que terminar.

Agarro su cintura con fuerza cuando mi corazón empieza a romperse en dos, una mitad está donde siempre ha estado, con Martina, y la otra mitad es entregado a la chica debajo de mí.

Nada en mi vida se ha sentido tan bien y a la vez tan doloroso.

Alejo mi boca de la de ella, y los dos jadeamos mientras el agarre desesperado que tiene en mí me mantiene encerrado en su contra. Me niego a permitir que nuestras bocas vuelvan a conectarse mientras lucho por entender qué mitad de mi corazón quiero salvar.

Presiono mi frente contra la suya y mantengo mis ojos cerrados, inhalando y exhalando una tras otra. Ella no intenta besarme otra vez, pero puedo sentir su pecho cuando sus movimientos cambian de mendigar aliento a las lágrimas. Me inclino hacia atrás y abro los ojos, para mirarla.

Sus ojos se cierran con fuerza, pero las lágrimas empiezan a caer. Da vuelta la cara y se tapa la boca con la mano mientras trata de rodar sobre su lado, lejos de mí. Me levanto sobre mis manos y bajo la mirada a lo que he hecho con ella.

He hecho lo único que le prometí que nunca haría.

Acabo de convertirla en una Rochi.

Me estremezco y dejo caer mi frente contra el costado de su cabeza y presiono mis labios contra su oreja. Encuentro su mano y agarro un bolígrafo que hay al lado de nosotros en la mesa de noche. Le giro la mano y presiono la punta del bolígrafo en su palma.

Lo siento mucho.

Le beso la palma, luego me arrastro fuera de la cama y retrocedo. Abre los ojos el tiempo suficiente para mirar a su mano. Hace un puño y lleva la mano a su pecho, y luego comienza a llorar en su almohada. Agarro mi guitarra, mi teléfono y mi vergüenza... y la dejo completamente sola.

7 comentarios:

  1. uhh.. no.. !! como la va a dejar sola!

    ResponderEliminar
  2. holiis
    me encanta la noveee
    aaaaaaaaaaaah subi maaas xfaaaaaaaaas
    besooos

    ResponderEliminar
  3. masssssssssssssssssss
    q emocion jaja seguila

    ResponderEliminar
  4. Y ni un cap más.Así nos dejas.......

    ResponderEliminar
  5. Nahh Para Todo cuando escribiste si es lo que piensan te lo juro que me imagine un final feliz y nada termino llorando con Lali
    P. d soy una sentimental!!!
    Ahhh hubo esa conexión de los dos!!!
    La PUTA MADRE como la dejas sola Peter como?!!!!
    Ah el le prometió que no la convertiría en un a Rochi y fue lo que hizo!!!
    Ay Lali y si cómo no llorar se ha de sentir super horrible!!!
    Más quiero saber que pasará #Intriga

    ResponderEliminar