lunes, 26 de mayo de 2014

Capitulo 25 (Parte 2)

Capitulo 25

Parte 2


Lo siento por no subirlo completo, fui al doctor y tambien lo hice de mala jajajajaja, creo que mañana tendre oportunidad de subir mas de un capitulo (  no les prometo nada) gracias a las nuevas lectoras y a todas por su buena onda y por sus comentarios. Solo les digo que cada vez falta menos jajajajaj.
                                                                                                                                                    

A medida que el dulce pulso entre mis piernas palpitaba, mis ojos se abrieron. Miré a mi izquierda y derecha antes de sentarme en mi cama. La luz del sol brillaba a través de la ventana de mi habitación, y me di cuenta de que estaba sola.

¿Qué demonios?

Me di la vuelta, segura de que encontraría a Peter allí. Pero no. Nada. Ningún Peter. Ninguna luz de luna. Me había ido a dormir en mi pantalón de pijama y camiseta negra. Mis sábanas estaban sobre mi cuerpo. Peter nunca había estado aquí.

Pero el orgasmo había sido real. Todavía sentía mi cuerpo temblando en el interior con la excitación que él, o más bien el sueño de él, causó. Mis músculos, débiles por la tensión, apenas me mantenían sentada en la cama. Me caí de nuevo en la almohada y dejé escapar un suspiro exasperado. Eso había sido increíble, ¡pero no podía creer que realmente había ocurrido! Había oído hablar de que los chicos tienen sueños húmedos, pero no las chicas.

Lali, eres una psicótica. Fantasear sobre ese idiota era enfermo. Tomé respiraciones largas y profundas para calmarme. Todo fue porque él había estado mucho en mi mente. Nada más.

No había sido adecuadamente besada en meses, no desde las pocas citas que había tenido en Francia. Peter se había metido debajo de mi piel la noche anterior, pero sin importar lo mucho que me encendía, tenía que recordar que él estaba fuera de los límites. Disculparse por tratarme como basura no era suficiente. No confiaba en él, y nunca lo haría.

No sin toda la historia.

Él también tenía demasiado control sobre mi cuerpo, y eso tenía que cambiar.

Anoche, después del no-beso, Peter me había llevado a casa sin decir una palabra. Se había ido conduciendo después de dejarme, y ahora estaba agotada por quedarme despierta hasta las dos de la mañana preguntándome acerca de sus últimas palabras para mí.

Tú primero. ¿Él quería decir que no podía permanecer lejos de él?

Atrevido hijo de puta.

―¿Estás levantada, Lali? ―Mi abuela asomó la cabeza a través de mi puerta. Me arrastré bajo las sábanas cuando entró en la habitación, e hice una mueca interna, preguntándome si había hecho algún ruido sospechoso en voz alta durante el sueño.

―Uh, sí. Acabo de despertar. ―Sentándome, pegué una inocente sonrisa en mi cara.

―Bueno. Será mejor que te vistas. Tengo el desayuno abajo. Es necesario que te des prisa si vamos a llegar a tu reunión a tiempo. ―Ella asintió y agitó su mano en un movimiento de “sal de la cama” mientras yo trataba de recordar de qué estaba hablando.

¿Reunión?

―Vamos. Ponte en marcha. ―Aplaudió antes de girarse y salir.

Mirando el reloj, me di cuenta de que había olvidado poner la alarma anoche. ¡Mi reunión! La razón por la que había dejado que Peter me trajera en primer lugar. ¡Debería haberme levantado hacía media hora!
Afortunadamente, mi abuela me estaba dando un aventón y se quedaría a observar antes de volver a su casa hoy. Mañana, estaría sola otra vez.

Quitándome las sábanas, corrí a mi armario y me puse mi pantalón, sujetador deportivo y camiseta sin mangas. Me pondría la camiseta del equipo cuando llegara allí, así que la metí en mi bolsa de lona con mis calcetines. Agarrando mis zapatos y una coleta para el cabello, bajé las escaleras y llené un plato desechable con un poco de pan tostado y rodajas de fruta.

―Siéntate y come. ―La abuela señaló la silla.

―Voy a comer en el auto. No me gusta llegar tarde. ―Metí un par de barras de cereal y botellas de agua en la bolsa antes de dirigirme a la puerta―. Vamos ―le dije, ignorando su mirada.

Lo último que quería hacer esta mañana era estar sentada al otro lado de la mesa con mi abuela y tratar de tomar el desayuno, a sabiendas de que había entrado en mi habitación minutos después de que había tenido un orgasmo.

                                                                                         * * *

Incluso con tan poco sueño como el que había tenido, la oportunidad de gastar un poco de energía y frustración demostró ser útil en el encuentro. Mi equipo participó en una competición en la que logramos el segundo lugar, y también competí en una carrera individual que abarcaba unos pocos kilómetros a través de un área recreativa cercana. Los altos muros de la cantera que nos rodeaba, y la densa población de árboles hacían que el espacio del camino se sintiera agobiante. Y así era como lo quería hoy. No podía imaginar que estaba sola, así que era difícil dejar que mi mente vagara fuera de la carrera.

Llegando segunda otra vez, sonreí mientras mi abuela sacaba foto tras foto. Estaba contenta de que estuviera aquí para ver mi carrera, probablemente por última vez en mi carrera de la secundaria. A pesar de que mi padre se la perdió, y ahora lo echaba de menos aún más. Había sido difícil lidiar con el hecho de que mi mamá no estaba cerca de los acontecimientos importantes, pero realmente quería a mi padre hoy.

Después de chilidogs en Mulgrew, ella nos llevó a casa.

―Voy a echarte de menos. Le dije a tu padre que estaría de vuelta en Navidad, sin embargo. ―La abuela empacó hasta la última de sus pertenencias y colocó todo junto a la puerta principal.

―Estaré esperando por eso. Y voy a echarte de menos también.

―Así que, ¿quieres decirme sobre anoche? ―Ella apartó la mirada de su bolso mientras comprobaba para asegurarse de que tenía todo.

Mi corazón dio un vuelco.

―¿Anoche? ―Podría sincerarme con ella, pero en cambio, opté por jugarla de ignorante. No tenía idea de por dónde empezar sobre anoche.

―Sí. ¿Un auto negro de aspecto peligroso, similar al del chico de al lado, te dejó en casa después del toque de queda? ―preguntó con ojos risueños. Claramente, no estaba demasiado preocupada.

―Sssí ―dije estirándolo dramáticamente―. Peter me dio un aventón. Estábamos en la misma fiesta. No es gran cosa. ―Mis ojos se apartaron de mis zapatos, mientras mis omisiones hacían que me sintiera culpable.

 Había más que decirle, mucho más, pero como siempre, opté por mantener mis problemas con Peter tranquilos.

Y ahora había toda una nueva lata de gusanos que resolver: sus besos y mis sueños sucios.

Se quedó allí por un momento estudiándome mientras yo continuaba actuando inocente.

―Bueno, si tú lo dices. ―Enganchó su bolso sobre su hombro―. ¿Te acuerdas de las reglas sobre cerrar?

Asentí.

―Bien. Bueno, dame un abrazo.

Ella extendió los brazos, y me envolví a su alrededor, inhalando su aroma a perfume y loción una vez más. 

Levanté una de sus maletas y me dirigí hacia su auto.

―Nos vemos en poco tiempo ―le aseguré viendo que llevaba un pañuelo a sus ojos.

―En nada de tiempo ―sollozó―. Pon algunas decoraciones de Halloween. Te animará, si te sientes sola.

―¿Ya?

―Es octubre. ―Se rió―. Es el tiempo para Halloween, Lali.

¿Octubre? No me había dado cuenta. Mi cumpleaños se acercaba.

Después de que mi abuela se fue, le envié un mensaje de texto a Cande después de todo lo que pasó ayer por la noche, no había tenido la oportunidad de hablar con ella.

¿Cómo va todo?

Bien. Siento no haber podido llegar a la reunión. Ocupada, respondió un minuto después.

Así que... ¿tú y Vico?, pregunté. Una parte de mí esperaba que ella y Vico estuvieran juntos de nuevo. Me sentía culpable. Sólo una mala persona besaría al hombre con el que su mejor amiga estaba saliendo, y estaba preocupada por cómo iba a decirle. Si ella y Vico estaban juntos de nuevo, ¿tal vez no necesitaba decirle la verdad?

No juzgues, respondió.

El alivio me inundó. Estaban juntos de nuevo.

Nunca. Si eres feliz...

Lo soy. Sólo espero poder confiar en él. Ella todavía tenía dudas, y con razón. Yo no creo que pudiera volver con un tipo que me engañó, pero por otra parte, nunca había estado enamorada. Supongo que no sabría nada hasta que lo viviera.

Puede que nunca tengas certeza, pero siempre y cuando él valga la pena. Escribí.

Creo que sí... así que Peter es todo tuyo.

¡¿Qué?! Los golpes en mi pecho realmente dolían.

Al parecer, me tomé demasiado tiempo ahogándome en mi propio sudor, porque ella envió un mensaje de nuevo.

No te preocupes, Lali. Nunca fue mío de todos modos.

No podía responderle. ¿Qué iba a decir? ¿Gracias?

Peter no era suyo, y definitivamente no era mío. Él dejó en claro que no pertenecía a nadie. ¿Peter se estaba conteniendo con ella por mi culpa? ¿Es por eso que ella dijo lo que dijo?

Pasé el resto del fin de semana haciendo algo para mantener mi mente lejos de Peter. Sábado y domingo estuve limpiando la casa, lavando el Bronco, haciendo la tarea, escribiendo los procedimientos de mi experimento, y evitando los mensajes de textos de Benjamin y Cande.

Necesitaba estar sola, y no estaba segura de poder mantener en secreto lo que pasó entre Peter y yo. Cande merecía saber que lo había besado, pero no quería que nadie lo supiera, así que opté por evitar a todos. Incluso a mi padre cuando llamó.

Benjamin merecía mi silencio, aunque él había llamado y enviado mensajes de texto varias veces para pedir disculpas. Si me hubiera llevado a casa como había prometido, entonces no me habría metido en ese lío con Nate.

Honestamente, Benjamin probablemente era un tipo muy decente, a pesar de su comportamiento en la hoguera. Pero el problema seguía estando: no sentía fuegos artificiales estallando en mi estómago cuando me besaba. No sentía nada.

Peter era como el cuatro de julio... por todo mi cuerpo.


                                                                                                * * *

Cuando salí de la clase de francés el lunes por la mañana, inmediatamente me detuve. Agustin estaba al otro lado del pasillo, inclinado contra los casilleros, mirándome con una sonrisa tonta.

―Oye, Pequeña Corredora de Velocidad. ―Él se paseó mientras los chicos detrás de mí se agolpaban contra mi espalda tratando de salir de clase.

Puse los ojos en blanco, no estaba lista para otra irritación. Ya esta mañana, había llegado tarde a la escuela después de salir de la casa para encontrar que el Bronco tenía una rueda pinchada. El Dr. Porter me había enviado un correo electrónico para decirme que el laboratorio estaba fuera de los límites mañana por la tarde. Y la gente había estado hablándome todo el día sobre la carrera del viernes por la noche.

Tan positiva, como era esa atención, era como si alguien raspara sus dientes con un tenedor. No quería que me recordaran cómo el viernes por la noche había pasado de bueno a malo, luego bueno otra vez, y luego a peor. La semana comenzaba dura y no estaba de humor para Agustin el imbécil.

―¿Qué quieres? ―murmuré, pasándolo por el pasillo.

―Bueno, es un placer verte, también. ―Parecía estar conteniendo su habitual ser siniestro. No estaba haciendo insinuaciones o tratando de toquetearme. Sólo me miraba, casi tímidamente, con su sonrisa ridículamente divertida.

Ignorándolo y haciendo una línea recta hacia mi casillero, sentí ganas de patear algo cuando Agustin sólo aumentó su velocidad para mantener su paso con el mío.

―Oye, quiero que sepas que quedé muy impresionado con tu forma de conducir la noche del viernes. Y oí que llegaste en segundo lugar en los tres kilómetros. Parece que tuviste un gran fin de semana.

No, en realidad, estoy completamente tensa. No había visto a Peter para nada desde el viernes. Su casa parecía abandonada hasta ayer por la noche cuando oí el rugido de su motor arrastrándose por el camino. No lo había visto hoy tampoco.

Y lo estaba buscando. Estaba más irritada por eso que por nada más.

―Dilo de una vez, Agustin. ¿Qué asquerosa broma humillante estás tramando para mí hoy? ―Al llegar a mi casillero, ni siquiera gasté una mirada en él mientras tiraba mi bolso y los libros.

―No tengo absolutamente nada en mi manga, Lali. De hecho, he venido a pedirte perdón. ―Agustin tomó mi mano, y giré mi cara para mirarlo.

Puso su mano sobre su corazón e hizo una profunda reverencia.

Oh, ¿ahora qué?

Mirando alrededor para ver la inundación de estudiantes en el salón, todos embobados mirando a Agustin Sierra haciendo su gran gesto, le di un manotazo en la espalda.

―¡Levántate! ―susurré-grité mientras las personas que nos rodeaban se reían y murmuraban entre sí.

¡¿Qué estaba tramando?! El pavor me apretó el estómago.

―Realmente lo siento por todo lo que te he hecho. ―Agustin levantó su cuerpo de nuevo hacia mí―. No tengo ninguna excusa. No es lo mío hacer mis enemigos a las chicas guapas.

Eso has dicho.

―Lo que sea. ―Me crucé de brazos, lista para ir a buscar el almuerzo―. ¿Eso es todo?


―En realidad, no. ―Él movió las cejas―. ¿Esperaba que fueras al baile de Bienvenida conmigo?

7 comentarios:

  1. jajja es un cago de risa este flaco ajja
    mas
    @x_ferreyra07

    ResponderEliminar
  2. el final no lo esperaba jaja mori, revivi, mori y volvi a revivir para que me volvieras a matar eres malvada en exceso te encanta hacerme sufrir, esperare los capitulos de mañana

    ResponderEliminar
  3. Ahhhh fue un sueño ???? Nahhh Lali andaba #OnFire jajajajja
    Yo tampoco entendí el "tu primero" de Peter
    Ahhh jajajajjaja Candé es lo mas !!
    Lo buscaba !!!
    Ah Agustín es un loco jajajajajaj
    La invito al baile ?!!!! Ah no eso no es nada pero nada buenoooo !
    Ya quiero otro esta nove me atrapo por completo !!
    @angie_garciaa

    ResponderEliminar
  4. Listo, acabo de morir!!!! quiero ya más capitulos. Me re atrapo!!!
    Quiero que aparezca Peter y mate a Agustin por invitarla al baile!!
    Seguila.
    @silvanabarni

    ResponderEliminar
  5. Jajaja me muerooo
    Q lemdiga q si jejej solonpara molestarva peterrr
    Maass ❤️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Escribinpara el culo de la emocio
      Dije q le diga q si solo para molestar a peter :)

      Eliminar
  6. Jajajaja,ese arrepentimiento d Agus

    ResponderEliminar