domingo, 18 de mayo de 2014

Capitulo 7

Capitulo 7


Otroo en otra hora. Perdon por no subir ayer tenia mucha tarea y no me dio el tiempo.Gracias a todas por sus comentarios y por leer.
                                                                                                                                                          

La pecera se volvió más pequeña en los próximos días.

Algunas personas escucharon que Peter y yo estuvimos en el vestuario teniendo relaciones sexuales. Otros creían que yo le había invitado en un esfuerzo para seducirlo. Unos pocos pensaban que había llegado a amenazarme después del episodio con Agustin. Cualquiera fuera la historia que la gente creyó, estaba recibiendo más miradas y escuchaba más susurros a mi espalda.

―Hey, Lali. ¿Sólo tienes sexo en el vestuario o también haces mamadas ahí? ―Hannah Forrest, la abeja reina de las chicas malas, gritó a mi espalda mientras caminaba a cálculo. Sus clones rieron con ella.
Me di la vuelta para hacerles frente y me llevé una mano a mi corazón
.
―¿Y robarles a ustedes toda la atención? ―Me tomé el tiempo para disfrutar de su estupefacción antes de girar sobre mis talones y dirigirme a clases.

Mientras desaparecía dando vuelta a la esquina, el eco de improperios de ella y su tripulación trajo una sonrisa a mi cara. Me habían llamado zorra antes, y no había dolido tanto cómo dolía la forma en que me llamaban puta. Ser zorra podía ser una técnica de supervivencia. Son respetadas. No había honor en que la gente te llamara puta.

El castigo de Peter por estar en el vestuario de chicas no debía haber sido muy duro, ya que él estaba en la escuela todos los días. No me miraba ni saludaba a pesar de que compartíamos una clase juntos. Yo había sido transferida de la clase de computación en las tardes, habiendo excedido el plan de estudios en Francia, y me transferí a Introducción al Cine y Literatura, sin saber que él estaba en esa clase también. El electivo se suponía que era un curso de relajación, un montón de películas y lectura.

―Lali, ¿tienes una pluma adicional para prestarme? ―preguntó Benjamin Amadeo cuando nos sentamos en Introducción. Él, por suerte, había seguido siendo amable y respetuoso en francés, a pesar de los chismes actuales, y me sentí aliviada con la distracción de Peter en esta clase.

―Um... ―Tomé mi bolsa, buscando―. Creo que sí. Aquí vamos.

Benjamin me recibió con una sonrisa brillante que acentuaba su cabello rubio oscuro y ojos verdes. Nuestros dedos se tocaron, y se alejó rápidamente, dejando caer la pluma antes de tomarla.
No sé por qué me alejé, pero sentí los ojos de Peter clavados en el fondo de mi cabeza.

―No, ¡lo tengo! ―Él me detuvo cuando me agaché para agarrarlo―. No olvides recordarme que te lo devuelva cuando termine la clase.

―Quédatelo. ―Moví mi mano en el aire―. Estoy bien surtida. La mayoría de veces uso lápices, de todos modos. Con todas mis clases de ciencias y matemáticas, es una necesidad. Especialmente conmigo... mucho por borrar. ―Estaba tratando de ser humilde, pero salió diarrea verbal en su lugar.

―Oh, sí, eso es correcto. Me olvidé que estabas en eso.

Probablemente no se olvidó. Es casi seguro que no tenía ni idea. Mis fosas nasales se inflaron con el recordatorio de todo el daño que Peter había hecho. Él era la razón de que muchos chicos no hubieran tomado un interés en mí.

―Estoy tratando de entrar en Columbia, pre medicina. ¿Qué hay de ti? ―pregunté. Tenía la esperanza de no sonar como si estuviera presumiendo, pero no me sentía cohibida con Benjamin. Su familia era dueña de un periódico, y su abuelo era juez. Probablemente estuviera solicitando ingreso en alguna de las grandes cinco, también.

―He aplicado en algunos lugares. No tengo cabeza para las matemáticas o la ciencia, sin embargo. Será de negocios para mí.

―Bueno, espero que te guste un poco de matemáticas. Negocios acompaña a economía, ¿sabes? ―señalé. Abrió mucho los ojos, y me di cuenta que no sabía.

―Uh, sí. ―Parecía confundido, pero se recuperó rápidamente―. Por supuesto. Mientras que no sea demasiado. ―Sonrió nerviosamente mientras registraba una risita que venía detrás de mí.

―Así que... ―Traté de cambiar de tema―, estás en el Comité de Bienvenida, ¿verdad?

―Sí. ¿Vas a venir? ―Benjamin se veía emocionado.

―Ya veremos. ¿Has reservado una banda, o habrá un DJ? ―Banda. Banda. Banda.

―Una banda estaría bien, pero tienden a tocar un género de música, así que es difícil complacer a todos. Tendremos un D.J. Creo que eso es lo que todos decidieron. Va a seguir la fiesta con una buena mezcla: pop, country... ―Lanzó una sonrisa cuando se detuvo mientras luchaba por mantener una cara feliz.

―Oh... ¿pop y country? Eso podría salir mal.

Mentalmente me encogí mientras registraba otra risita detrás de mí, esta vez más fuerte. Sin el sentido de dejarlo ir como la última vez, miré de nuevo a Peter, cuyos ojos se movían mientras jugueteaba en su teléfono; pero vi sus labios elevarse y sabía que su diversión acumulada era provocada por mi conversación con Benjamin.

Imbécil.

Peter sabía que odiaba la música country y tenía poca tolerancia por el pop. Así como él.

―Entonces, ¿te gusta el pop y el country? ―Redirigí mi atención a Benjamin.

Por favor, di "no." Por favor, di "no".

―Sobre todo el country.

Ugh, eso es peor.

¿Matemáticas y ciencias? Negativo. ¿Gustos musicales? Negativo. Bien, último esfuerzo para encontrar algo en común con el tipo que estaría sentado al lado en dos clases de este semestre. El profesor iba a entrar pronto.

―Sabes, he oído que veremos El Sexto Sentido aquí, en este semestre. ¿Lo has visto? ―Mi teléfono sonó con una notificación de texto, pero lo hice callar y lo metí en mi bolso.

―Oh, sí. Hace mucho tiempo, sin embargo. No lo entiendo. No soy un gran fan de las películas tipo thriller, de misterio. Me gustan las comedias. Tal vez veamos Borat. ―Movió las cejas burlonamente.

―Hey, ¿Amadeo? ―Peter hiló por detrás de nosotros, su inflexión excesivamente amable―. Si te gusta Bruce Willis, Unbreakable es buena. Deberías darle una oportunidad... ya sabes, si estás buscando cambiar de opinión acerca de los thrillers, esa es la indicada.

Mi escritorio se había convertido de repente en la vista más interesante. Me negué a dar la vuelta y enfrentar a Peter. Las palabras me fallaron al darme cuenta de que se había acordado.

Benjamin se volvió en su asiento y respondió:

―Sí, lo recordaré. Gracias.

Él se dio la vuelta y me dedicó una sonrisa.

Peter era audaz. Quería que yo supiera que recordaba que Bruce Willis era mi actor favorito. Habíamos visto Duro de Matar un día en que mi padre se había ido, porque papá no me dejó verla debido a todas las malas palabras. Peter conocía mucho acerca de mí, y eso me molestaba. No tenía derecho a reclamar una parte de mí.

―Muy bien, clase ―llamó la señora Penley con una gran pila de papeles en sus manos―. Además del paquete que estoy repartiendo, Trevor está dando una plantilla de una brújula. Por favor escriban sus nombre en la parte superior, pero dejando las áreas circundantes del Norte, Este, Sur y Oeste en blanco.

Todos tomamos papeles, llenando la lista de la señora Penley a un lado y siguiendo las indicaciones con respecto a la brújula. Comenzar clases con una actividad, me aliviaba. La presión tormentosa de la mirada que podía sentir aburrida en la parte de atrás de mi cabeza era molesta, por decir lo menos.

―Muy bien. ―La señora Penley juntó las manos―. Los paquetes que di son listas de películas en las que se produjeron importantes monólogos. Como ya hemos empezado a discutir monólogos y su importancia en el cine y la literatura, me gustaría empezar a buscar algunos de ellos a través de Internet para su investigación. Vamos a discutir, durante la clase de mañana, el primer proyecto para la presentación de un monólogo a la clase.

Presentación en solitario. ¡Ugh! Representar un monólogo. ¡Doble ugh!

―Además ―continuó la señora Penley―, para diversas discusiones este año, se les pedirá emparejarse con una persona diferente en la clase. Ustedes sabrán con quien emparejarse en base a esta brújula. Disponen de cinco minutos para circular en el aula buscando compañeros para su Norte, Sur, Este y Oeste. Cualquiera que ustedes escojan para rellenar en el Norte, por ejemplo, también los pondrá como su norte, y así sucesivamente. Algo elemental, lo sé, pero va a ayudar a mezclar las cosas.

El trabajo en grupo estaba bien de vez en cuando, pero yo prefería trabajar por mi cuenta. Mi nariz se arrugó ante la idea de escuchar "¡Agrúpense!" Constantemente este año. Terribles palabras.

―¡Adelante! ―gritó la profesora. El chirrido de las sillas raspando por el suelo llenó la habitación. Agarrando mi papel y lápiz, me puse a buscar a alguien que no estuviera emparejado. Al mirar alrededor, otros fueron anotando los nombres de los otros, mientras que yo ni siquiera había comenzado.

Benjamin sonrió y asintió, así que me presenté a él intercambiando nombres en el Este. Al ver los papeles de los demás y sus espacios en blanco, fui capaz de asegurarme ser Oeste y Sur de otras dos chicas.

Necesito un Norte, me cantaba mentalmente a mí misma mientras buscaba por otro socio. Casi todo el mundo iba a sus asientos mientras los cinco minutos llegaron a su fin. Eché un vistazo a Peter, no creí que ni siquiera se hubiera levantado de su asiento. Todo el mundo probablemente se precipitó hacia él.

Esta era la parte de la escuela que odiaba. El nudo en el estómago me recordó todas las raras veces, antes de Francia, cuando me sentía excluida. La escuela primaria fue fácil. Tenía amigos y nunca tuve que sentirme sola en estas situaciones. La escuela secundaria me había hecho menos segura y más introvertida.

Todavía me faltaba un compañero y sería rara de nuevo. Cansada de esta sensación después de ser aceptada en Francia durante un año, tomé el toro por los cuernos.

―Sra. Penley, me falta un Norte. ¿Está bien si hago un trío con los otros dos?

Resoplidos sonaron por toda la habitación, mientras algunos susurraban en voz baja. Sabía que había entrado en esa.

―Hey, Lali. Voy a hacer un trío contigo. Mi brújula siempre apunta al Norte. ―Nate Dietrich chocó su puño con su compañero mientras los otros se rieron de nuevo.

Sorprendiéndome a mí misma, no me eché hacia atrás.

―Gracias, pero creo que tu mano derecha se pondrá celosa. ―La clase estalló en Whoa y ¡ardió!
Era tan fácil. Debido al uso de un par de bromas inmaduras hoy, tuve la oportunidad de recuperar un poco de respeto por parte de mis compañeros de clase. ¿Quién sabía? El orgullo me golpeó, y tuve que reprimir una sonrisa.

―¿Alguien necesita un Norte? ―La Sra. Penley interrumpió las puyas antes de que Nate pudiera disparar de nuevo con otra cosa.

Todo el mundo estaba sentado, lo que significaba que todos tenían sus socios. Mantuve mi atención en la señora Penley, esperando a que me dijera que buscara un trío.

―Ella puede ser mi Norte. ―La formidable voz de Peter  me golpeó por detrás, enviando escalofríos por mi espina dorsal.

La profesora miró expectante a mí. Esto no podía estar pasando. ¿Por qué no había bajado de su culo y encontró un Norte como todo el mundo?

―Bueno, Lali. Adelante entonces ―me pidió la señora Penley.


Girando alrededor, prácticamente resoplé al regresar a mi asiento sin escatimar un vistazo a mi Norte, y tallé "Peter" en mi trabajo... y creo que por accidente en mi escritorio, también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario