miércoles, 28 de mayo de 2014

Capitulo 30

Capitulo 30



Peter es super bipolar, osea hay no se me enojaaa, pero ya  después sabrán que pasa. Tuve oportunidad de subir otro por que termine de estudiar temprano, lo estaba editando desde mas temprano pero me colgué viendo la imitación de Augusto y me puse a ver Casi Angeles jajajaja perdón espero que sigan leyendo y que les este gustando. 
Mañana después de los exámenes tengo tiempo libre igual el viernes, "capaz" y terminemos la novela. Buenas noches.
                                                                                                                                                       

La granja estaba llena. Por el aspecto entusiasta de todo el mundo al despejar el camino para el coche de Peter, habíamos llegado justo a tiempo para la carrera. Las personas salieron de la pista poco a poco, mirando a Peter y a mí con curiosidad. La mayoría de la gente probablemente pensaba que Peter me odiaba, así que debían estar bastante confundidos. No me importaba.

El coche vibraba debajo de mí, y daba golpecitos con mis pies en el suelo con una energía incontrolable y un poco de nerviosismo residual.

Me metí la foto que encontré en la habitación de Peter en el bolsillo delantero de mi sudadera con capucha. No quería arriesgarme a que me atrapará tratando de ponerla de nuevo en la caja debajo de su cama. No estaba segura de si era Peter en la foto, pero supuse que lo era. ¿Por qué si no iba a tenerlo? A menos que... a menos que él le hiciera eso a un niño.

Mis dientes se apretaron juntos. No me gustó ese pensamiento ni un poco.

─¡Hey! ─Personas, en su mayoría mujeres, gritaban hacia el coche. Tomé una respiración profunda y ni siquiera traté de ocultar mi disgusto. Por suerte, no las saludaba de nuevo, y mis hombros se relajaron. Su rostro era de piedra mientras Sick de Adelita´s Way golpeaba por los altavoces.

Mientras Peter se detenía en posición junto a un Camaro 80' s que no reconocí, me desabroché el cinturón de seguridad para saltar fuera del coche, pero Peter agarró mi mano.

―Hey ―dijo en voz baja, y me volví para mirarlo―. Me gusta mantener mi cabeza en el juego aquí. Si no actúo muy amable, no tiene nada que ver contigo, ¿de acuerdo?

Traducción: Yo no hago la cosa de novia, especialmente en público. No es que Peter y yo estuviéramos juntos, pero sabía lo que estaba tratando de decir.

Me encogí de hombros.

―No tienes que sostener mi mano. ―Y salí del coche.

Me molestó que Peter mantuviera una imagen, o tal vez simplemente no se sentía a gusto con la gente, pero estaría condenada si iba a quedarme al margen sintiéndome fuera de lugar toda la noche.

Caminando hacia el frente de la multitud, cogí susurros y miradas de reojo dirigidas a mí. “¿Qué está haciendo Peter con ella?” y “Tal vez ella está corriendo” fueron algunas de las cosas que oí. Vi a Peter salir del coche, los ojos fijos en mí, caminar hacia el frente para reunirse con Zack y el otro conductor.

―Lali, ¿cómo te va? ―Benjamin se acercó a mi lado. Dejé escapar un suspiro. A pesar que pensé que no vería a nadie que realmente conociera aquí esta noche, todavía no quería hablar con él. No estaba segura de lo que había entre Peter y yo, pero estaba interesada en descubrirlo.

―Hola, Benjamin.

―¿Estás aquí con Peter? ―preguntó.

―Sí ―solté, sin mirarlo a los ojos.

―¿Y vas a ir al baile de Bienvenida con Agustin? ―Aunque no lo miraba, podía escuchar la sonrisa.

Pero qué imbécil.

―Y podría ir a la graduación con Channing Tatum. Ese es el tipo de chica que soy. ¿No has oído? ―Lo miré a los ojos, audazmente desafiándolo.

Sus hombros se apretujaron, y dejó escapar una risa nerviosa.

―Está bien, si tú lo dices. Pero me gustaría optar por dejar fuera a Channing Tatum para el baile. Son los nombres. “¿Channing Tatum acompaña a Mariana Esposito?”. No funciona.

Me tomó un minuto averiguarlo, pero su tono juguetón selló el acuerdo. Estaba bromeando. No estaba tratando de pedir disculpas, y no estaba tratando de evitarlo. Estábamos disfrutando de un poco de bromas amistosas, y me sentí un poco más cómoda de que podía manejar esto. No estaba presionando para obtener más información acerca de mi estatus de citas, que era cuestionable y sentí que él ya no me estaba persiguiendo.

Sonriendo ante su broma y mirándolo como si acabara de poner lápices en su nariz, sabía que la tensión finalmente se había disipado. Nosotros podríamos no ser amigos, pero estábamos de nuevo como al principio del año y la simplicidad.

Hasta que vi a Peter escupiendo fuego hacia nosotros. Zack le estaba hablando a los dos pilotos, pero los fríos ojos de Peter estaban fijos en Benjamin y en mí. Su mirada se estrechó, y me di cuenta por la forma en que respiraba por la nariz que estaba enojado.

Lo que sea. Rodé los ojos.

―¡Despejen la pista! ―gritó Zack, y todos nos dirigimos a un lado de la carretera, levantando polvo frío en nuestra estela.

Peter subió a su coche sin dispensarme otra mirada y aceleró el motor, el bajo vibrando bajo mis pies. Me encogí cuando las chicas comenzaron a gritar con entusiasmo. Se sentía como si alguien metiera un palillo de dientes en mi oído.

Pero eso no era nada comparado a la sensación de vacío en el estómago cuando Martiana salió a la pista para enviar a los corredores. Se paseó delante del coche de Peter, llevaba una falda azul de colegiala y un top halter negro.

Gemí en voz baja.

Sus brillantes ojos se centraron en Peter. No podía ver su cara desde mi punto de vista, pero sabía que lo estaba mirando. Se meneó hacia atrás y adelante, empujando su pecho, o tal vez eso es lo que parecía. En los faros de los coches, estoy seguro de que era todo un espectáculo. Los hombres del público silbaron y abuchearon, y me pasé los dedos por el cabello para conseguir sacarlo de mi cuello caliente.

Mis dedos se cerraron en puños cuando la vi acercarse al lado del conductor. Él había bajado la ventana, y ella se inclinó, dándole una vista perfecta de su pecho y al otro conductor una visión de su culo. Mis ojos ardían con fuego, mientras casi salían de mi cabeza.

―Disculpa ―murmuré a Benjamin antes de caminar dentro de la pista.

Rodeando el coche de Peter, llegué hasta Martina y la agarré por el cabello. La obligué a alejarse de la ventana y la empujé por delante de mí.

Tan extremo, me dije a mí misma. Pero no estaba pensando.

Y me gusto cómo se sentía no pensar.

―¿Qué demonios? ―gritó ella y se volvió para mirarme.

―Lali ―me llamó Peter, pero lo ignoré.

La multitud bullía en el fondo, y sus gritos para iniciar una pelea hicieron que mi corazón se acelerara. Apenas podía oír nada más que gemidos inteligibles llenando el aire.

―¡Perra! ―gruñó ella―. ¿Cuál es tu jodido problema? ―Pero no espero mi respuesta. En cambio me pisó con sus tacones altos y casi me pongo a reír. A medida que me pisoteaba, barrí mi pie por debajo de ella, y se cayó al suelo.

Mientras yacía tirada de culo, me llevé las dos manos a la cara y grité:

―¡Hey! Ahora que tengo tu atención quiero que sepas, él no está interesado en ti. ―Le arrojé sus propias palabras de vuelta como si fueran un pastel en la cara.

Tomando una respiración profunda, miré a Peter, que había salido del carro y me miraba con una mezcla de sorpresa y diversión.

―No estoy pintada ―le aclaré, caminando hacia él.

Saqué el fósil que había hecho para mi mamá del bolsillo de mi sudadera con capucha, y puse el collar en su mano.

―No te escondas de mí, y no me pidas que me oculte ―le dije para que solo él escuchara.

Asintió, y levantó mi barbilla hacia arriba, pasando su dedo a lo largo de mi mandíbula. Me acerque a él, y acarició mis labios con un beso en público. Al instante me sentí aliviada. Más gritos y silbidos vinieron de la multitud pero solo me preocupaba por el calor de su cuerpo cerca del mío.

―¡Ejem! ―dijo fuertemente el chico del otro carro―. Peter, si te parece bien, me gustaría hacer esto en algún momento esta noche.

Negué y suspiré contenta.

―Buena suerte ―le deseé a Peter cuando me aparté y me dirigí hacia la multitud.

                                                                       * * *

―¿Estás cansada? ―preguntó Peter mientras nos dirigíamos a casa, a lo que negué.

Él había ganado la carrera, por supuesto y sin un rasguño a cualquier carro. Había otra hoguera después, pero Peter ni siquiera había considerado preguntarme si quería ir. No me importó, sin embargo, un hormigueo se extendía por todo mi cuerpo cuando pensaba en llegar a casa a terminar lo que empezamos antes.

Una parte de mí estaba asustada. Casi habíamos tenido relaciones sexuales antes, Y si Nico no nos hubiera interrumpido, es probable que las hubiéramos tenido. ¿Quiero hacerlo con Peter? Solo tenía que pensarlo por un segundo pero sabía que la respuesta era sí. ¿Pero él estaba listo para estar conmigo?

No estaba tan segura.

Todavía odiaba los recuerdos que me dio en los últimos años, no estaba segura si lo había perdonado

¿Sabía con seguridad que no me haría daño de nuevo? ¿Me merecía?

No. Todavía no. Sin dudarlo, no se había ganado mi confianza todavía.

―¿Peter? ―rompí el silencio―. ¿A dónde vas los fines de semana?

Sus dedos apretaron el volante, y no me miró.

―Solo voy fuera de la ciudad ―murmuró.

―¿Pero a dónde? ―presioné. Si se preocupaba por mí entonces llegó el momento de sincerarse del todo.
Sus cejas se arrugaron molestas.

―¿Qué importancia tiene? ―Dio la vuelta en nuestra calle y golpeó el acelerador más de lo necesario. Mi cabeza casi golpeó el techo por la forma que pasó por encima de la pendiente que estaba en la entrada.

Sin alterarme, me agarré de la manija arriba de la venta.

―¿Por qué puede saberlo Martina, y yo no?

―Mierda, Lali. ―Se quitó el cinturón de seguridad, y saltó fuera del carro―. No quiero hablar de ello. ―El tono de su voz era furioso y fuerte.

Salí del carro después de él.

―¡No quieres hablar de nada! ¿Qué es lo que piensas que va a pasar?

Se quedó de su lado del carro, tan distante, y me miraba como si yo fuera el enemigo. Vi la pared ponerse detrás de sus ojos. La pared que decía que habíamos terminado.

―Lo que haga con mi tiempo libre es asunto mío. Confías en mí o no.

¡Ugh!

―¿Confianza? ―le escupí―. Perdiste la mía hace mucho tiempo. Pero intenta confiar en mí, solo así podremos ser amigos de nuevo. ―O algo más, esperaba.
Me miró con desdén.

―Creo que nos hemos movido más allá de amigos, Lali, pero si quieres jugar ese juego, está bien. Podemos tener una fiesta de pijamas, pero estaremos follando juntos. ―Sus palabras agrias me herían y contuve el aliento.

¿No era nada para él? Mi visión era borrosa por las lágrimas acumulándose en mis ojos.

Debe haber visto el dolor en mi rostro, porque su expresión dura vaciló y bajó la mirada.

―Lali… ―Comenzó a caminar hacia mí, con voz suave, pero saqué la foto que metí en mi bolsillo y se la tiré al pecho. Y corrí a su alrededor hacia la casa. Apenas entré a la casa antes de romperme.

No más.

Me deslicé sobre la puerta después de encerrarme y lloré por su crueldad y mi estupidez. ¿Realmente había estado dispuesta a darle mi virginidad hace un par de horas? Me golpeé la cabeza ligeramente una vez con la puerta, pero no sirvió para borrar el golpe a mi orgullo.

Peter no me merecía, pero con un poco de esfuerzo, casi me obtenía.


No más.


7 comentarios:

  1. Genial quiero saber por que es asi Peter tiene que confiar un poquito mas en ella que no sea tan idiota

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  2. Ahhhh !!
    Lali bien ! Y Martina se lo merecía !!
    La beso delante de los demás !
    Ahh que hara Peter o a donde ira esos fines que no le quiere decir !
    Ashhh debe de tener mas confianza en ella sino la va a perder !!
    Ahh ojala y Peter vaya a casa de Lali y le cuente Todo !!
    Ya quiero saber mas !!!
    Me encanta muchoooo

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  3. mmass mme encanta esta adaptacion.. lei el libro es muy bueno :D

    @x_ferreyra07

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  4. En estos momentos es cuando me da rabia peter!
    Maaaas nove por fa!

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  5. holiiis
    me encanta la noveee
    subi maaas
    besooos

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  6. K cambios tiene Peter más bruscos!

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