sábado, 31 de mayo de 2014

Capitulo 38

Capitulo 38


Si, se que soy completamente mala por que les dije que ayer la terminaría y no lo hice. Perdón no puede subir este ultimo ayer. Les quiero dar las gracias por acompañarme en este pequeño viaje que hicieron junto conmigo y mas por todo el apoyo que me dieron siendo la primera adaptacion que subia, también por la ayuda que me dieron al manejar el blog. Amanda mil mil gracias a ti, por siempre estarme insistiendo y por ser mi cofre de los secretos eres la mejor. HOY LES SUBO LA SINOPSIS DE LA NUEVA ADAPTACIÓN.
                                                                                                                                                          

Aire fresco acarició mi espalda, enviando escalofríos abajo por mis brazos. Mis ojos se abrieron por la corriente, una sonrisa incontrolable se arrastró por mis labios.

―Sera mejor que no estés durmiendo. ―Peter crujió detrás de mí mientras estaba acostada en la cama, probablemente quitándose sus botas.

Una risa silenciosa escapo de mis labios al girar sobre mi espalda y enfrentarlo. Cerniéndose sobre mí, la luz de la luna se derramó sobre su bello rostro, y su cabello brilló con gotas de lluvia de la ligera llovizna afuera.

 No podía tener suficiente de la visión de él.

―Viniste a través del árbol… en una tormenta ―declaré mientras trepaba a la cama e inmediatamente posicionaba su cuerpo encima del mío. Aún usaba su ropa.

Mi papá había llegado a casa la semana pasada, y fue sin que dijera que Peter no era bienvenido para ninguna visita por la noche. Por supuesto, Peter y yo ya habíamos asumido esto. Sabía que mi papá amaba a Peter, pero no iba a soportar encontrarlo en mi habitación tampoco. Eso era entendible.

Apoyando ambos brazos a cada lado de mi cabeza, Peter miró abajo a mis ojos.

―Sí, solíamos sentarnos en ese árbol todo el tiempo cuando llovía. Es como montar una bicicleta. Nunca olvido cuán bien se sentía.

Lágrimas se acumularon en mis ojos. Los años que nos separaron habían dolido, pero cuán rápido habían pasado. Estábamos juntos de nuevo. Nunca habíamos olvidado cómo estar juntos.

―¿Te gusto tu auto? ―Él sonrió y comenzó a morder mis labios con suaves, provocadores besos. 

Dándome poca pausa, solo podía asentir.

La semana anterior, después de que mi papá llegara a casa, todos tomamos un viaje a Chicago y compramos mi G8. Era dueña del auto brillante, plateado metálico oscuro por solo unos días hasta ahora.

Papá había decidido ceder el resto del proyecto de Alemania a su socio, así podría quedarse en casa conmigo. Había sido difícil enfrentarlo después de que el video se filtrara, pero después de un par de días y mucha conversación, mantuvimos la situación bajo control. Vino a mí para hablarme por tomar tan tonta decisión en la fiesta, y estaba ligeramente incomodo con el nuevo rol de Peter en mi vida. Pero, admitió, probablemente no estaría cómodo con nadie saliendo con su hija en ningún momento.

Peter y yo habíamos estado en línea contantemente, quitando el video donde fuera que lo encontráramos. Nuestros compañeros de clases también parecían estar haciendo caso omiso del chisme. Pero estaba segura que tenía más que ver con su respeto por Peter que con su sentido de decencia.

Una semana atrás, pensé que nunca viviría a través de esa tormenta, pero ya estaba concentrándome en otras cosas. Tenía una lista de modificaciones que realizar en mi nuevo auto, y esperaba que Peter, mi papá y yo pudiéramos trabajar en él juntos a lo largo del invierno. Agustin parecía pensar que estaría incluido también, y no hice nada para desaparecer su pequeño pedo cerebral.

Mi padre estuvo de acuerdo en dejarme tomar el dinero para las reparaciones de Peter de mi fiduciario, pero tengo que conseguir un trabajo para reponerlo. Fue muy estricto con que mi fondo universitario no era un plato de bocadillos en el que podía meter mi mano cada vez que quisiera. Y eso estaba bien. Un trabajo era una buena idea. Necesitaba algo que ocupara mi tiempo ahora que papá estaba limitando mi tiempo con Peter. No creo que él estuviera muy preocupado acerca de nuestra intimidad como lo estaba en que perdiera mi enfoque en la escuela.

Peter comenzó un lento movimiento entre mis piernas mientras sus mordiscos suaves rápidamente cambiaron a devorar y acariciar. El frío que entró en la habitación con él fue reemplazado por sudor y calor.

Oh. Respiré con fuerza, el pulso entre mis piernas se movió con la fricción que él estaba haciendo.

―Sabes ―jadeé―. Te quiero aquí más que nada, pero mi papá despertara. Es como si todavía estuviera en el ejército o algo así. Duerme con un ojo abierto.

Abruptamente se detuvo y me miró como si estuviera loca.

―No seré capaz de mantenerme alejado. No sabiendo que tu pequeño lindo cuerpo esta acurrucado en esta linda, cálida cama sin mí.

―Nunca le faltarías al respeto a mi padre. Hasta yo sé eso.

―No, tienes razón ―concedió, y luego sus ojos se abrieron―. ¿Quieres venir a mi casa?

Metí mis labios entre mis dientes para contener la risa.

Mientras guiaba mis piernas hacia arriba y alrededor de él, me besó más fuerte antes de susurrar contra mis labios:

―Te amo, Lali. Y estoy aquí para ti por siempre. Con o sin pijamadas. Sólo necesitaba verte.

Sostuve la parte posterior de su cuello mientras él se levantó para mirarme.

―También te amo.

La mitad superior de su cuerpo se deslizó fuera de mí, sobre el lado de la cama, mientras buscaba algo en la mesita de noche. Pasé mis dedos por su espalda, apenas notando sus cicatrices debajo de su camisa. Se levantó de nuevo con una caja en la mano.

―¿Qué es esto? ―pregunté.

―Ábrelo ―urgió suavemente.

Me senté, y él se echó hacia atrás sobre sus pies, mirándome. Deslizando la tapa, saqué una pulsera. No la clase burda, que se sacude y hace mucho ruido sino una delicada cadena de plata sosteniendo cuatro dijes.

 Mis ojos se dirigieron a Peter, pero él solo se sentó en silencio, esperando algo.

Mirando el brazalete más cerca, vi que los dijes eran un teléfono celular, una llave, una moneda, y un corazón.

Un teléfono celular, una llave, una moneda, y…

―Mis líneas de vida ―estallé, finalmente golpeándome.

Peter exhaló una risa.

―Sí, cuando me dijiste de camino a Chicago sobre cómo siempre tuviste tus planes de escape cuando lidiabas conmigo en el pasado, no quería que me vieras de esa manera.

―Yo no… ―empecé.

―Lo sé ―se apresuró a asegurarme―. Pero quiero asegurarme de nunca perder tu confianza de nuevo. Quiero ser una de tus líneas de vida, Lali. Quiero que me necesites. Así que... ―Hizo un gesto hacia la pulsera―. El corazón soy yo. Uno de tus líneas de vida. Llevé a Bauti hoy conmigo para elegirlo.

―¿Cómo está tu hermano? ―Pasé el brazalete a través de mis dedos, nunca queriendo dejarlo ir o a él.
Peter se encogió de hombros.

―Está aguantando. Mi mamá está trabajando con un abogado para tratar de obtener la custodia. Él quiere conocerte.

Sonreí.

―Me encantaría.

No sabía qué más decir. El regalo era hermoso, y amaba lo que representaba. Pero lo que más amaba era que estaba conociendo a Peter. Habíamos perdido tiempo a través de los años, pero había encontrado familia en su hermano, y podía ver el amor que sentía por él.

Una lágrima se deslizó por mi mejilla, pero la aparte rápidamente.

―¿Me lo pones? ―Le entregué el brazalete y parpadeé más lágrimas.

Abrió el cierre y lo aseguró alrededor de mi muñeca, no soltando mi mano mientras se sentaba y me tiró encima, a horcajadas sobre él.

Apartó el cabello de mi cara, y me bajó, encontrando sus labios. Él sabía cómo calor y hombre, y envolví mis brazos alrededor de él, saboreando la realidad de solo estar aquí con él.

―Peter. ―Mi padre llamó a la puerta, y ambos levantamos la cabeza―. Tienes que ir a casa ahora. Te veremos para la cena mañana por la noche.

Mi corazón latía tan fuerte que dolía.

¡Mierda!

Peter resopló una carcajada y se dirigió a la puerta.

―Sí, señor.

El calor de la vergüenza cubría mi rostro, mis brazos, mis dedos de los pies, infierno, en todas partes mientras veía la sombra de mi padre desaparecer debajo de la puerta.

―Supongo que me tengo que ir.

Apreté su camisa negra y toqué mi nariz con la suya.

―Lo sé. Gracias por mi brazalete.

―Te voy a mimar. ―Sus manos acariciaban mi cabello.

Sonreí.

―Ni se te ocurra. Solo hazme un favor. Deja tu ventana abierta. Puede que te sorprenda alguna noche pronto.

Él contuvo el aliento, y estrellé mi boca sobre la de él. Su lengua tocó la mía, y clavó sus dedos en mis caderas, llevándome con fuerza contra él. Ya podía sentir que estaba lista para él.

Maldición. Debo ganarme la confianza de mi padre de nuevo, repetí mi mantra.

―Adelante. Fuera de aquí. Por favor ―rogué y salí de la cama. Se puso de pie, pero me sujeto para un beso más antes de salir por las puertas francesas.

Lo vi subir con seguridad de vuelta a través de su ventana, donde me dio una última mirada antes de sonreír y apagar su luz.

Me quedé allí por un minuto, observando la lluvia salpicar a través del árbol.

El trueno retumbó en la noche, recordándome mi monólogo y cómo Peter y yo habíamos cerrado el círculo. Éramos amigos otra vez, y también más.

Era suya. Y él era el mío.

Nunca habíamos estado lejos del otro. Ambos estábamos dándonos forma al otro a pesar de que no nos dábamos cuenta.

Y ahora estábamos completos.


Fin

6 comentarios:

  1. me encanto la adaptacion :D genial

    espero la proxima ♥
    @x_ferreyra07

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  2. Jajaja ame la nov
    Un genio el papa d lali jajajaj

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  3. Te encanta ser la mala me dejaste esperando el capítulo ayer pero valió la pena me encantó la novela así mucho mucho y pues si te hiciste del rogar un poquito para subir otro capítulo, me gusto el final aunque me hubiera gustado que le hicieran algo más a Martina jaja

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  4. Awwwwwe ame el cap 💕
    Me encanta como es Peter con Lali !!
    Ay el brazalete fue lo mas !
    Jajajajahaha me mató el papa de Lali y peter genes que irte baja
    Y por fin estuvieron completos !!
    Ame esta adaptación !!!!

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  5. Eso es un padre comprensivo y amoroso.
    Peter un dulce.
    Les llevó su tiempo eh,pero el amor todo lo puede.
    Excelente adaptación.

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