Capitulo 25
Llego el final, gracias por acomprañarme con esta historia tan llena de amor. El libro se llama Maybe Someday de Colleen Hoover. También les quiero pedir un favor,que si por favor me pueden decir que tipo de libro quieren que suba; tengo mis dudas con el siguiente asi que ayudeme a elegirlo. Gracias por todo y espero que pasen un buen día. Y que gane Argentina!!!
Lali
—No voy a ir.
—Sí, sí vas a ir
—dice Nico, sacando mis piernas de la mesita de café—. Estoy muy aburrido.
Eugenia trabaja todo el fin de semana, y Peter está haciendo Dios sabe qué con
Dios sabe quién.
Levanto la mirada
inmediatamente con el corazón atrapado en mi garganta.
Se ríe. —Eso atrapó
tu atención. —Se estira hacia delante, agarra mis manos, y me saca del sofá—.
Estoy bromeando. Peter está en casa trabajando, actuando todo sombrío, justo
como tú. Ahora, arréglate y sal conmigo esta noche, o me sentaré en el sofá
contigo y te forzaré a ver porno.
Saco mis manos de
las suyas y camino hacia la cocina. Abro el gabinete, luego agarro un vaso. —No
quiero salir esta noche, Nico. Tuve clases todo el día, y es el único día libre
que tengo en la biblioteca. Estoy segura de que puedes encontrar a alguien más
con quien salir. —Busco el envase de jugo en el refrigerador y lleno el vaso.
Inclinándome contra la encimera, tomo un sorbo mientras observo a Nico hacerme
un puchero desde la sala de estar. Es algo adorable cuando hace pucheros, que
es el por qué siempre le doy malos ratos.
—Escucha, La —dice,
caminando hacia la cocina. Agarra un taburete de la barra y lo saca, luego se
sienta—. Voy a ser sincero contigo, ¿de acuerdo?
Ruedo los ojos.
—Dudo que pueda detenerte, así que sigue adelante.
Extiende las palmas
en la encimera frente a él y se inclina hacia delante. —Apestas.
Me río. —¿Eso es
todo? ¿Ese es el por qué necesitabas ser sincero conmigo?
Asiente. —Apestas. También Peter. Desde la noche en que le di
tu dirección, ambos han apestado. Todo lo que hace es trabajar y escribir
música. Ya ni siquiera me juega bromas. Cada vez que estoy aquí, estás centrada
en estudiar. Nunca quieres salir. Ya ni siquiera quieres escuchar mis historias
de sexo.
—Corrección —digo,
interrumpiéndolo—. Nunca he querido escuchar sobre tus historias de sexo. Lo
que no es nada nuevo.
—Lo que sea —dice,
negando con la cabeza—. Mi punto es que ambos son miserables. Sé que necesitas
tiempo y blah, blah, blah, pero eso no significa que tienes que dejar de
divertirte mientras resuelves tu vida. Quiero salir y divertirme. Ya nadie
quiere hacerlo conmigo, y es por tu culpa, porque eres la única que no puede
ponerle un fin a la miseria por la que ambos están pasando. Así que sí.
Apestas. Apestas, apestas, apestas, y si quieres dejar de apestar tanto,
entonces vístete así podemos salir y no apestar juntos por unas cuantas horas.
No sé cómo discutir
con eso. Sí que apesto. Apesto, apesto, apesto. Sólo Nico podría plantearlo tan
simple y directamente como para que en realidad tuviera sentido. Sé que he sido
miserable los pasados meses, y no ayuda saber que Peter lo ha sido también. Es
miserable porque está sentado esperando a que supere lo que sea que está
evitando que me contacte con él.
La última cosa que
ponía en su carta para mí era: Sólo di cuándo.
He estado tratando
de decir cuándo desde el momento en que leí la carta, pero estoy demasiado
asustada. Nunca me he sentido por alguien o algo de la forma en que me siento
con él, y el pensar en que nosotros no funcionemos juntos es suficiente para
evitar que diga esa pequeña palabra. Creo que entre más tiempo esperemos, entre
más tiempo tengamos para sanar, mejor oportunidad tendremos con nuestro Tal
vez algún día.
Sigo esperando por
el momento en que sepa con certeza que ha dejado atrás a Martina. Por el
momento en que sepa con certeza que está listo para comprometerse totalmente
conmigo. Por el momento en que sepa con certeza que no voy a ser consumida por
la culpa al permitirme confiar en alguien con mi corazón de nuevo.
No sé cuándo llegaré
a ese punto, y duele saber que mi inhabilidad por seguir adelante está
reteniendo a Peter.
—Ahora —dice Nico,
sacándome de la cocina—. Vístete.
***
No puedo creer que le permitiera convencerme de esto. Reviso
mi maquillaje una última vez y tomo mi cartera. Tan pronto como me ve, niega
con la cabeza. Resoplo y lanzo las manos al aire.
—¿Qué sucede ahora?
—suspiro—. ¿No estoy vestida apropiadamente?
—Luces genial, pero
quiero que uses el vestido azul.
—Quemé ese vestido,
¿lo recuerdas? —digo.
—Claro que lo
hiciste —dice, empujándome hacia mi habitación de nuevo—. Lo estabas usando la
semana pasada cuando me pasé por aquí. Póntelo así podemos irnos.
Me giro para
enfrentarlo. —Sé cuánto te gusta ese vestido, pero usarlo esta noche mientras
estoy contigo es un poco escalofriante, Nico.
Estrecha los ojos.
—Escucha, La. No quiero ser grosero, pero todo el desánimo en los pasados meses
ha hecho que ganes algo de peso. Tu trasero luce grande en esos vaqueros. El
vestido azul puede ocultarlo, así que póntelo, o podría avergonzarme de salir
contigo.
Repentinamente
quiero golpearlo de nuevo, pero sé que tiene un particular sentido del humor.
También sé que podría tener una razón totalmente distinta para que quiera que
use ese vestido y estoy tratando de evitar pensar que tiene algo que ver con
Peter, pero cada situación en la que me encuentro me hace pensar de alguna
manera en Peter. No es nada nuevo. Aún así, Nico es un tipo con una boca
demasiado grande, y soy una chica, por lo que me pregunto si su sarcástico
comentario tiene algo de verdad en él. He estado reemplazando el vacío
que Peter dejó en mi vida con comida. Bajo la mirada hasta mi estómago y lo
palmeo, luego miro a Nico de nuevo. —Eres un idiota.
Asiente. —Lo sé.
La inocente sonrisa
en su rostro hace que perdone instantáneamente cualquier tosquedad detrás de su
broma. Me pongo el vestido azul, pero voy a arruinarle esta noche.
Idiota.
***
—Guau. Esto es…
diferente —digo, mirando mis alrededores. No se parece para nada a los clubes a
los que Nico va usualmente. Este es mucho más pequeño, sin siquiera una pista
de baile. Hay un escenario vacío apegado a la pared, pero no hay ninguna
función esta noche. La rockola está sonando, y varias personas están dispersas a
través de las mesas, hablando en voz baja entre ellos. Nico escoge una mesa
casi en la mitad de la sala.
—Eres una mala cita
—digo—. Ni siquiera me alimentaste.
Se ríe. —Te compraré
una hamburguesa de camino a casa.
Nico saca su
teléfono y comienza a escribirle a alguien, así que miro alrededor por un
tiempo. Es algo acogedor. También es raro que Nico me traiga aquí. Pero creo
que no tiene malas intenciones, porque ni siquiera está prestándome atención.
Está centrado en su
teléfono, y sigue mirando hacia la puerta. No entiendo por qué quería salir
esta noche, y en especial no entiendo por qué escogió este lugar.
—En realidad, tú
eres el que apestas —digo—. Deja de ignorarme.
Responde sin
siquiera mirarme. —No estás hablando, así que técnicamente, no estoy
ignorándote.
Estoy curiosa ahora.
No está actuando como él, está demasiado distraído. —¿Qué sucede, Nico?
Tan pronto como hago
la pregunta, levanta la mirada de su teléfono y sonríe sobre su hombro, luego
se levanta. —Llegas tarde —le dice a alguien junto a mí. Echo un vistazo para
ver a Eugenia caminando hacia nosotros.
—Jódete, Nico —le
dice con una pequeña sonrisa. Él envuelve sus brazos alrededor de ella por unos
cuantos incómodos segundos. Me estiro y lo golpeo en el hombro cuando estoy
convencida de que ninguno puede respirar. Se aleja de Eugenia, le guiña, y
ofrece su silla.
—Tengo que ir al
baño —le dice a Eugenia. Me apunta—. No vayas a ninguna parte.
Lo dice como si
estuviera a cargo, lo que me irrita incluso más porque está siendo realmente
grosero esta noche. Me giro y enfrento a Eugenia una vez que se ha ido. —Nico
dijo que ibas a trabajar todo el fin de semana —digo.
Se encoje de
hombros. —Sí, bueno, probablemente te lo dijo por el elaborado plan que ha
hecho para esta noche. Me hizo venir para que no te fueras cuando lo averiguaras.
Oh, y no se supone que esté contando esto, así que si regresa, hazte la tonta.
Mi ritmo cardiaco
incrementa. —Por favor dime que estás bromeando.
Niega con la cabeza
y levanta un brazo en el aire, llamando al mesero. —Desearía estar bromeando.
Tuve que cambiar de turnos para venir aquí, y ahora tengo que trabajar el doble
mañana.
Dejo caer la cabeza entre mis manos, lamentando el hecho de que
le permitiera a Nico convencerme. Justo cuando estoy estirándome hacia mi
cartera para irme, entra al escenario vacío.
—Oh, Dios —gimo—.
¿Qué diablos está haciendo? —Mi estómago está en nudos. No tengo idea de qué ha
planeado, pero lo que sea que es, no puede ser bueno.
Le da golpecitos al
micrófono, luego ajusta su altura. —Me gustaría agradecerles a todos por venir
esta noche. No es como si cualquiera de ustedes estuviera aquí por este evento
en particular, ya que es una sorpresa, pero siento la necesidad de agradecerles
de todos modos.
Ajusta el micrófono
una vez más, luego busca nuestra mesa en la multitud y nos saluda.
—Quiero disculparme
contigo, La, pero me siento realmente mal por mentirte. No has ganado peso, y
tu trasero lucía genial en esos vaqueros, pero en serio tenías que usar ese
vestido esta noche. Tampoco apestas. Te mentí sobre eso también.
Varias personas en
la multitud se ríen, pero sólo gimo y entierro el rostro entre mis manos,
mirándolo a través de los dedos en el escenario.
—Muy bien, sigamos
con esto, ¿de acuerdo? Tenemos unas cuantas canciones nuevas para ti esta
noche. Desafortunadamente, toda la banda no pudo estar aquí, porque —mira a su
izquierda, al pequeño ancho del escenario, luego a su derecha—, bueno, no creo
que pudieran haber entrado todos. Así que me gustaría presentarles a una
pequeña porción de la banda Sounds of Cedar.
Mi corazón se cae al
suelo. Cierro los ojos cuando la multitud comienza a aplaudir.
Por favor, que no
sea Peter.
Por favor, que no
sea Peter.
Jesús, ¿Cuándo
desaparecerá esta confusión?
Puedo escuchar la
conmoción en la plataforma, pero estoy demasiado asustada como para abrir los
ojos. Quiero verlo sentado allí tanto que duele.
—Oye, La —dice Nico
en el micrófono. Inhalo una lenta y tranquilizadora respiración, luego abro los
ojos y levanto la mirada con vacilación—. ¿Recuerdas cuando, hace algunos
meses, te dije que a veces tienes que tener días realmente malos para que los
buenos sigan llegando?
Pienso y asiento. Ya
no puedo sentir mi cuerpo.
—Bueno, este es uno
de los días buenos. Uno de los realmente buenos. —Alza una mano en el aire y
hace señas hacia mi mesa—. ¿Alguien puede darle un chupito de lo que sea para
que se relaje?
Mueve el micrófono hacia el taburete junto a él, y mis ojos
están pegados a las sillas vacías. Alguien pone un chupito en la mesa frente a
mí, e instantáneamente lo agarro y bebo. Pongo el vaso en la mesa de nuevo y
levanto la mirada justo para verlos entrar al escenario. Gaston sale primero, y
Peter está justo detrás de él, llevando una guitarra.
Oh, Dios mío. Luce
increíble. Es la primera vez que lo he visto en un escenario. He estado
deseando ver una presentación suya desde el primer momento en que escuché su
guitarra en mi balcón. Y aquí estoy, a punto de ver mi fantasía volverse
realidad.
Luce igual que la
última vez que lo vi, sólo que… increíble. Supongo que lucía increíble en ese
entonces también, aunque no me sintiera bien permitiéndome admitirlo cuando
sabía que no era mío. Debo sentirme bien ahora, porque diablos. Es hermoso.
Camina con tanta confianza, y definitivamente puedo ver por qué. Sus brazos
lucen como hubieran sido hechos para el simple propósito de llevar una
guitarra. Se moldea a él tan naturalmente, como si fuera una de sus
extremidades.
No hay ninguna sombra de culpa nublando sus ojos como la que
siempre había en el pasado. Está sonriendo, como si estuviera emocionado por lo
que está a punto de pasar. Su enigmática sonrisa ilumina su rostro, y éste
ilumina toda la habitación. Al menos luce de esa forma para mí. Mira la
audiencia varias veces mientras hace su camino hacia el asiento, pero no me
localiza inmediatamente.
Se sienta en el
taburete del medio, y Gaston se acomoda a su izquierda, con Nico a su derecha.
Le hace señas a Nico, y Nico me señala. Peter mira la audiencia y me encuentra.
Mis manos están sobre mi boca, y mis codos están apoyados en la mesa.
Sonríe y
me da un asentimiento, y mi corazón se estrella con el suelo. No puedo sonreír
o saludarlo o asentirle en respuesta.
Estoy demasiado
nerviosa como para moverme.
Gaston se inclina
hacia delante y habla en el micrófono. —Tenemos unas cuantas canciones…
Su voz es cortada
cuando Peter aleja el micrófono de él y se inclina. —Lali —dice en el
micrófono—, algunas de estas canciones las escribí contigo. Algunas de estas canciones
las escribí para ti.
Puedo escuchar una
pequeña diferencia en la forma que habla ahora. Nunca lo he escuchado decir
tantas palabras de una vez en voz alta. También parece pronunciar un poco más
claramente que las veces en las que me habló en el pasado, como si el tema en
la fotografía estuviera ligeramente más enfocado. Es obvio que ha estado
practicando, y el saber que ha continuado hablando hace que mis ojos se llenen
de lágrimas sin siquiera haber escuchado una canción aún.
—Si no estás lista
para decir la palabra, está bien —dice—. Esperaré tanto como necesites que lo
haga. Sólo espero que no te importe una interrupción esta noche. —Aleja el micrófono, luego baja la
mirada hacia su guitarra. Gaston se inclina hacia el micrófono y me mira.
—Él no puede
escuchar lo que te estoy diciendo ahora mismo, así que aprovecharé esta oportunidad
para decirte que Peter está lleno de mierda. No quiere esperar más. Quiere que
digas la palabra más de lo que quiere respirar. Así que por favor, en nombre de
todo lo santo, di la palabra esta noche.
Me río mientras
quito una lágrima de mi ojo.
Peter toca los
acordes de apertura de I’m in Trouble, y finalmente me doy cuenta de por
qué Nico me hizo usar este vestido. Gaston se inclina hacia delante y comienza
a cantar, y permanezco totalmente inmóvil mientras Nico canta cada palabra de
la canción mientras Peter se centra en los dedos rasgueando su guitarra. Verlos
juntos, viendo la belleza que pueden crear con unas cuantas palabras y guitarras,
es cautivador.
Peter
Cuando la canción
termina, levanto la mirada hacia ella.
Está llorando, pero
esas lágrimas son acompañadas de una sonrisa, y eso es exactamente lo que
esperaba ver cuando levanté la mirada de la guitarra.
Verla por primera
vez desde que la besé en forma de despedida tiene mejores efectos en mí de los
que pensé que tendría. Estoy haciendo lo posible para recordar por qué estoy
aquí, pero todo lo que quiero hacer es lanzar mi guitarra a un lado, correr
hacia ella, y besarla hasta volverla loca.
En su lugar,
mantengo mis ojos fijos en los suyos mientras toco otra canción que me ayudó a
escribir. Comienzo los acordes de apertura de Maybe Someday. Sonríe y se
aferra a su pecho con una mano mientras me observa tocar.
Es en momentos como
estos en los que estoy realmente agradecido de no poder escuchar. No estar
distraído me permite centrarme en nada más que en ella. Puedo sentir la música
vibrando en mi pecho mientras veo sus labios cantando la letra hasta la última
línea.
Planeaba tocar
algunas canciones más de las que escribí con ella, pero al verla he cambiado de
opinión. Quiero enseñarle las nuevas canciones que escribí para ella, porque
necesito absolutamente ver su reacción. Comienzo una de ellas, sabiendo que
Nico y Gaston no tendrán ningún problema siguiéndome con el cambio. Sus ojos se
iluminan cuando se da cuenta de que ésta es una canción que nunca ha escuchado
antes, y se inclina hacia delante en su silla, centrándose intensamente en
nosotros.
Lali
Sólo hay veintiséis
letras en el alfabeto. Se podría pensar que hay muchas cosas que puedes hacer
con veintiséis letras. Se podría pensar que existen muchas formas de hacer
sentir cuando las mezclas y las juntas para formar palabras.
Sin embargo, hay infinitas
maneras en las que esas veintiséis letras pueden hacerle a una persona sentir,
y esta canción es la prueba viviente. Nunca entenderé cómo unas simples
palabras encadenadas pueden cambiar a una persona, pero esta canción, estas
palabras, están cambiándome por completo. Me siento como si mi Tal vez algún
día comenzara ahora mismo.
HOLD ON TO YOU
(Aferrándome a ti)
The cool air running through my hair
(El frío aire pasa a
través de mi cabello)
Nights like these, they don’t seem fair
(Noches como ésta,
no parece justo)
For you and I to be so far away
(Que tú y yo estemos
tan lejos)
The stars all shimmer like a melody
(Todas las estrellas
brillan como una melodía)
Like the’re playing for you and me
(Como si estuvieran
tocando para nosotros)
But only I can hear their sounds
(Pero sólo yo puedo
escucharlas)
Maybe if I ask them they will play for you
(Tal vez si les pido
toquen para ti)
I try wishing o none, maybe I’ll try to
(Intento desearlo,
quizás lo intentaré)
Doesn’t look like
there’s much for me to do
(No parece que haya
mucho que pueda hacer)
I want to holdon to you
(Quiero aferrarme a ti)
Just like the seme mories I can’t un do
(Al igual que estos
recuerdos que no puedo deshacer)
I want to holdon to you
(Quiero aferrarme a ti)
Without you here that’s kind of hard to do
(Sin ti aquí es algo
difícil de hacer)
I want to hold
(Quiero aferrarme)
I want to holdon to you
(Quiero aferrarme a ti)
The front seat’s empty, and I know
(El asiento
delantero está vacío, y lo sé)
When it’s just me I seem to go
(Cuando parece que
voy solo)
Places I never wanted to
(A sitios a los que no quería)
I need you here to be a light
(Te necesito aquí
para que me ilumines)
Star in the sky brighten up my night
(Una estrella en el
cielo que ilumine mi noche)
Sometimes I need the dark to see
(A veces necesito la
oscuridad para ver)
So come on, come on, turn it on for me
(Así que vamos,
vamos, enciéndela para mí)
Just a Little
light, then I’ll be able to see
(Sólo un poco de
luz, luego seré capaz de ver)
Promise like a comet you won’t fly by me
(Prométeme que como
un cometa, no volarás lejos de mí)
I want to holdon to you
(Quiero aferrarme a ti)
Just like these memories I can’t un do
(Al igual que estos
recuerdos que no puedo deshacer)
I want to holdon to you
(Quiero aferrarme a ti)
Without you here that’s kind of hard to do
(Sin ti aquí es algo
difícil de hacer)
I want to hold
(Quiero aferrarme)
I want to holdon to you
(Quiero aferrarme a
ti)
Peter
Termino la canción y
no me doy tiempo a mí mismo para mirarla antes de empezar a tocar otra nueva.
Tengo miedo de que si la miro, pierda cada molécula de fuerza de voluntad que
me sigue manteniendo en el escenario.
Quiero tanto
acercarme, pero sé cómo de importante es para ella escuchar la siguiente
canción. Tampoco quiero ser el que tome la elección final. Si está preparada
para estar conmigo, sabe lo que necesito de ella. Si no está lista, respetaré
su decisión.
Sin embargo, si no
está lista para comenzar la vida que sé que podríamos tener juntos al final de
esta canción, no sé si lo estará alguna vez.
Mantengo los ojos en
mis dedos mientras trabajan en las cuerdas de la guitarra. Le echo un vistazo a
Gaston, y él se inclina hacia el micrófono, su voz comenzando en el momento
exacto. Miro a Nico, y comienza a gesticular las palabras.
Lentamente exploro
la multitud y la veo de nuevo.
Nuestros ojos se
encuentran.
No aparto la vista.
Lali
—Vaya —susurra
Eugenia. Sus ojos están pegados al escenario como los míos. Como cualquier otro
par en la habitación. Los tres hacen un infierno de banda, pero saber que estas
palabras son de Peter, y que las escribió específicamente para mí, me hace
sentir más que abrumada. No puedo apartar la vista de él. Durante toda la
canción, apenas me muevo. Apenas respiro.
LET IT BEGIN
(Déjalo comenzar)
Time went fast
(El tiempo pasó rápido)
Time went fast till it was gone
(El tiempo pasó
rápido hasta que se fue)
Do it right
(Hazlo bien)
You think it’s right until it’s wrong
(Piensas que está
bien hasta que está mal)
Even after all this time I still want you
(Después de todo
este tiempo te sigo queriendo)
Even after all my mind put me through
(Después de todo lo
que mi mente me hizo pasar)
So won’t you
(Así que)
Won’t you let it begin?
(¿Lo dejarás
comenzar?)
So won’t you
(Así que)
Won’t you let it begin?
(¿Lo dejarás
comenzar?)
You hold it out
(Lo sostienes fuera)
You hold your heart out in your hand
(Sostienes tu
corazón en la mano)
I snatchit up
(Lo arrebato)
I snatchit up fast as I can
(Lo arrebato tan
rápido como puedo)
Even after all this time I still want you
(Después de todo
este tiempo te sigo queriendo)
Even after all my mind put me through
(Después de todo lo
que mi mente me hizo pasar)
I stand here at your door
(Me quedo aquí
frente a tu puerta)
Until you come and let me in
(Hasta que vengas y
me dejes entrar)
I want to be your end
(Quiero ser tu final)
But you gotta let it begin
(Pero tienes que
dejarlo empezar)
So won’t you
(Así que)
Won’t you let it begin?
(¿Lo dejarás
comenzar?)
Oh, so won’t you
(Así que)
Won’t you, please say when.
(Así que, por favor di cuándo)
Peter
Nuestras miradas
nunca se apartan. A lo largo de la canción, sólo se centra en mí y yo en ella.
Cuando termina, no me muevo. Espero a que su mente y su vida alcancen a su
corazón, y espero que suceda pronto. Esta noche. Ahora mismo.
Se seca las lágrimas
de sus ojos, luego alza las manos. Levanta su dedo índice izquierdo, luego
acerca el derecho y lo rodea, luego las puntas de sus dedos se tocan.
No me puedo mover.
Acaba de
gesticularlo.
Acaba de decir “cuándo”.
Verla hacerlo es algo
que nunca esperé. Es algo que nunca habría le pedido que hiciera siquiera. Que
haya aprendido a comunicarse conmigo durante el tiempo que estuvimos separados
es la cosa más increíble que alguien ha hecho por mí.
Estoy sacudiendo la
cabeza, incapaz de entender que ésta chica es voluntariamente mía, y es
perfecta y hermosa y buena y, santa mierda, la amo tanto.
Está sonriendo, pero
sigo congelado por la sorpresa.
Se ríe de mi
respuesta y gesticula la palabra otra vez, varias veces. “Cuándo, cuándo,
cuándo”.
Gaston empuja mi
hombro, y lo miro. Se ríe. —Ve —dice con señas, asintiendo hacia Lali—. Ve a
buscar a tu chica.
Dejo caer
inmediatamente la guitarra y salgo corriendo del escenario. Se aleja de su mesa
tan pronto como me ve yendo hacia ella. Sólo está a unos metros de distancia,
pero no puedo llegar a ella con la rapidez que quiero. Veo el vestido que lleva
y hago una nota mental para agradecerle a Nico luego. Tengo la sensación de que
tuvo que ver con eso.
Miro sus ojos
aguados cuando finalmente la alcanzo. Me está sonriendo, y por primera vez
desde el momento en que la conocí, nos estamos mirando sin rastros de culpa, o
preocupación, o arrepentimiento, o vergüenza.
Lanza sus brazos
alrededor de mi cuello, y la empujo más cerca y entierro mi cara en su pelo.
Mantengo su cabeza firmemente contra mí y cierro los ojos. Nos aferramos entre
sí como si temiéramos dejarnos ir.
Puedo sentirla llorando, así que me alejo lo suficiente para
poder mirarla a los ojos. Alza la cabeza, y nunca he visto que unas lágrimas
parezcan más bellas.
—Gesticulaste —digo
en voz alta.
Sonríe. —Hablaste.
Mucho.
—No soy muy bueno en
ello —admito. Sé que mis palabras son difíciles de entender, y aún me siento
incómodo cuando hablo, pero me encanta ver sus ojos cuando escucha mi voz. Me
hace querer hablar todo lo que pueda justo aquí y ahora.
—No soy buena,
tampoco —dice. Se aleja de mí y levanta sus manos para gesticular—. Nico ha
estado ayudándome. Sólo sé unas doscientas palabras, pero estoy aprendiendo.
Han pasado varios
meses desde la última vez que la vi, y mientras que he intentado creer que
todavía quería estar conmigo, tenía mis dudas.
Comenzaba a
cuestionar nuestra decisión de esperar antes de empezar nuestra relación. Lo
que nunca esperé es que ella pasara eso meses aprendiendo como comunicarse
conmigo de una forma que nuestros padres ni siquiera se preocuparon en
aprender.
—Estoy completamente
enamorado de ti —le digo. Miro hacia Eugenia, quien sigue sentada en la mesa—.
¿Lo viste, Eugenia? ¿Me viste enamorarme de ella?
Eugenia rueda lo
ojos, y siento a Lali reírse. Bajo la mirada hacia ella. —Lo hice. Hace como
veinte segundos. Me enamoré completamente de ti.
Sonríe y modula
lentamente las siguientes palabras así puedo entenderla. —Yo me enamoré
primero.
Cuando la última
palabra pasa por sus labios, lo atrapo con mi boca. Desde el segundo que me
alejé de esos labios, no he hecho nada más que pensar en el momento en que los
saborearía de nuevo. Me jala más cerca suyo, y la beso con fuerza, luego
delicadamente, luego rápido y lento, y de cada forma en medio. La beso de cada
forma en puedo besarla, porque planeo amarla en cada forma que pueda. Cada vez
que nos negamos a ceder a nuestros sentimientos en el pasado hace que este beso
valga completamente el sacrificio. Este beso vale todas las lágrimas, toda la
angustia, todo el dolor, toda la lucha, toda la espera.
Ella lo vale todo.
Ella vale más.
Lali
De alguna forma
llegamos a mi apartamento entre todos los besos. Me suelta el tiempo suficiente
como para dejarme abrir la puerta, pero pierde la paciencia tan pronto como la
abro. Me río cuando abre la puerta y me empuja dentro. Cierra, la traba, y se vuelve
para enfrentarme de nuevo. Nos miramos por varios segundos.
—Hola —dice
simplemente.
Me río. —Hola.
Mira alrededor de la
habitación nerviosamente antes de que sus ojos caigan en los míos. —¿Es
suficiente?
Inclino la cabeza,
porque no entiendo verdaderamente su pregunta. —¿Qué es suficiente?
Sonríe. —Esperaba
que eso fuera suficiente charla por la noche.
Oh.
Entiendo su pregunta
ahora.
Asiento lentamente,
y sonríe, luego da un paso al frente y me besa. Se agacha un poco y me levanta
desde la cintura, envolviendo mis piernas a su alrededor. Asegura los brazos
alrededor de mi espalda y comienza a caminar hacia mi habitación.
Tantas veces he
visto esto ocurrir en las películas y los libros. Nunca fui levantada y llevada
por un hombre. Creo que me encanta. Que Peter me lleve a la habitación
posiblemente es mi nueva cosa favorita de todas.
Eso es, hasta que
cierra de una patada la puerta de mi habitación. Quizás Peter cerrando puertas
de una patada es mi nueva cosa favorita.
Con suavidad me deja
en la cama, y aunque estoy triste porque no me carga más, estoy un poco feliz
de encontrarme debajo de él. Cada movimiento que hace es mejor y más sexy que
el anterior. Se detiene por un momento mientras se cierne sobre mí, y sus ojos
deambulan sensualmente por mi cuerpo, hasta que se detienen en el borde de mi
vestido. Se estira y lo levanta, me levanto de la cama lo suficiente para que
me lo saque por la cabeza.
Toma una respiración
cuando baja la mirada hacia mí y ve que la única cosa entre él y una yo completamente
desnuda es una muy fina capa de bragas.
Comienza a bajar
sobre mí, pero empujo su pecho y sacudo la cabeza, jalando su camisa para
dejarle saber que es su turno. Sonríe y rápidamente se saca la camisa por la
cabeza, luego se inclina hacia mí de nuevo. Lo empujo una vez más, y
renuentemente se levanta, disparándome una mirada de divertida molestia. Apunto
a sus vaqueros.
Se aleja de la cama y en dos movimientos, el resto de su ropa
está en algún lugar del suelo de mi habitación. No alcanzo a ver a dónde los
lanza, porque mis ojos están bastante absortos.
Hace su camino de
nuevo encima de mí y esta vez no lo detengo. Le doy la bienvenida envolviendo
mis piernas en su cintura y mis brazos en su espalda, y guío su boca a la mía.
Nos acomodamos y
encajamos juntos tan perfectamente como si hubiésemos sido hechos para este
propósito. Su mano izquierda encaja perfectamente en la mía mientras lleva mi
brazo sobre mi cabeza y lo presiona contra el colchón. Su lengua se mezcla
perfectamente con la mía mientras continúa burlándose de mi boca como si fuera
hecha para eso. Su mano derecha se ajusta perfectamente a la cara externa de mi
muslo mientras clava sus dedos en mi piel y cambia su peso perfectamente contra
el mío.
Su boca deja la mía
lo suficiente para probar mi mandíbula… mi cuello… mi hombro.
No sé cómo ser
consumida por él podría prestar claridad al propósito de mi vida, pero se
siente totalmente de esa forma. Todo sobre él, yo, y la vida, tiene mucho más
sentido cuando estamos juntos de esta forma. Me hace sentir más hermosa. Más
importante. Más amada. Más necesitada. Me siento más todo, y con cada
segundo que pasa, me vuelvo más y más codiciosa, queriendo cada una de sus
partes.
Empujo su pecho,
necesitando espacio entre los dos así puedo hacer señas.
Baja la mirada hacia
mis manos cuando se da cuenta lo que estoy haciendo.
Espero haberlo
entendido bien, porque estuve practicando las señas de esta oración no menos
que unas cien veces desde la última vez que lo vi.
—Tengo algo que
decirte antes de que hagamos esto.
Se tira hacia atrás
unos centímetros, mirando mis manos, esperando.
Gesticulo las
palabras. —Te amo.
Sus cejas se alejan,
y alivio inunda sus ojos. Baja su boca hacia mis manos y las besa, una y otra
vez, luego las aleja rápidamente, desenvolviendo mis piernas de su cintura.
Justo cuando comienzo a temer que tenga alguna absurda noción de que tenemos
que parar, baja hasta mi costado, pero se inclina sobre mí y presiona su oído
contra mi pecho.
—Quiero sentirte
decirlo.
Presiono los labios
en su cabello, y suavemente lo aseguro contra mí. —Te amo, Peter —susurro.
Su agarre se tensa
alrededor de mi cintura, así que lo repito varias veces.
Mantengo su cabeza presionada contra mi pecho con ambas
manos. Suelta el agarre en mi cintura y lleva sus manos hacia mi estómago,
causando que los músculos se tensen bajo su toque. Continúa acariciando
círculos sensuales en mi estómago. Dejó de repetir las palabras y me concentro
en dónde están viajando sus manos, pero abruptamente se detiene.
—No te siento
diciéndolo —dice.
—Te amo —repito
rápidamente. Cuando las palabras dejan mis labios, sus dedos comienzan a
moverse de nuevo. Tan pronto como me detengo, sus dedos se detienen.
No me toma mucho
tiempo descifrar el juego que está jugando. Sonrío y lo digo de nuevo.
—Te amo.
Sus dedos se
deslizan dentro del borde de mis bragas, y mi voz se calla de nuevo. Es
realmente difícil para mí hablar cuando sus manos están así de cerca. Es
realmente difícil hacer cualquier cosa. Sus dedos hacen una pausa justo dentro
de mis bragas cuando no me siente hablando. Quiero que sus manos se sigan
moviendo, así que de alguna forma respiro las palabras.
—Te amo.
Sus manos se
deslizan más abajo y se detiene. Cierro los ojos y digo de nuevo. Lentamente.
—Te… amo…
Lo siguiente que
hace con las manos hace que repita las palabras otra vez instantáneamente.
Y otra vez.
Y otra vez.
Y otra vez.
Y otra y otra y otra
vez, hasta que mis bragas de alguna forma están en el suelo, y dije las
palabras tantas veces y tan rápido que casi las estoy gritando ahora. Sigue
demostrando con su mano experta que muy posiblemente es el mejor oyente que
alguna vez he encontrado.
—Te amo —susurro una
última vez entre respiraciones vacilantes y superficiales. Estoy demasiado
débil como para pronunciar las palabras de nuevo, y mis manos caen de su
cabeza, aterrizando contra el colchón con un golpe seco.
Levanta la cabeza de
mi pecho hasta que su cara está tan cerca de la mía que nuestras narices se
rozan. —También te amo —dice con una sonrisa petulante.
Sonrío, pero mi sonrisa se desvanece cuando rueda lejos de
mí, dejándome sola en la cama. Estoy demasiado agotada y cansada como para
estirarme por él. Sin embargo, vuelve a la cama tan pronto como la dejó. Rasga
el envoltorio de un condón y mantiene los ojos centrados en los míos, ni una
vez apartando la mirada.
La forma en la que
me mira, como si fuera la única cosa importante en su mundo, hace que el
momento adquiera una sensación totalmente nueva.
Estoy completamente
consumida, no por olas de placer sino por olas de su cruda emoción. No sabía
que podía sentir tanto a alguien. No sabía que podía necesitar tanto
a alguien. No tenía idea de que era capaz de compartir esta clase de conexión
con alguien.
Peter levanta una
mano y limpia las lágrimas de mi sien, luego baja la cabeza y me besa, gentil y
suave, haciendo que incluso más lágrimas caigan. Es el beso perfecto para el
momento perfecto. Sé que siente lo que siento, porque mis lágrimas no lo
asustan para nada. Sabe que no son lágrimas de arrepentimiento o tristeza. Son
simplemente lágrimas. Lágrimas emotivas, surgiendo en un momento emotivo que
nunca imaginé que pudiera ser así de increíble.
Espera pacientemente
por mi permiso, así que asiento suavemente, y es toda la confirmación que
necesita. Baja la mejilla hacia la mía y lentamente comienza a moverse con cuidado
contra mí. Aprieto los ojos cerrados y me concentro en intentar relajarme, pero
todo mi cuerpo está demasiado tenso.
Sólo tuve sexo con
un chico, y él no significaba para mí ni la mitad de lo que Peter lo hace. La
idea de compartir esta experiencia con Peter, tanto como quiero, me pone tan
nerviosa que soy físicamente incapaz de esconder mi incomodidad.
Puede sentir mi
miedo, por lo que se detiene y se queda quieto sobre mí. Amo cuán sintonizado
está conmigo. Baja la mirada hacia mí, sus ojos marrón oscuro buscando en los
míos. Toma mis dos manos y las tira sobre mi cabeza, luego entrelaza nuestros
dedos y los presiona contra el colchón. Se inclina acerca a mi oído. —¿Quieres
que me detenga?
Rápidamente niego
con la cabeza.
Se ríe suavemente.
—Entonces tienes que relajarte, La.
Muerdo mi labio
inferior y asiento, completamente amando el hecho que acaba de decir “La” en
voz alta. Corre la nariz por mi mandíbula, luego lleva los labios cerca de los
míos. Cada toque envía olas de calor fluyendo a través de mí, pero no alivia
mis temores. Todo sobre este momento es tan perfecto que temo poder hacer algo
para arruinarlo. No puedo mejorar, así que eso nos deja sólo un camino para
seguir.
—¿Estás nerviosa? —pregunta. Su voz roza a lo largo de mi boca,
y deslizo la lengua sobre mi labio inferior, convencida de que puedo probar sus
palabras si lo intento.
Asiento, y sus ojos
se suavizan con su sonrisa.
—Yo también
—susurra. Aprieta mis manos más fuerte y luego apoya la cabeza contra mi pecho
desnudo. Su cuerpo entero suspira, y uno por uno, cada músculo comienza a
relajarse. Sus manos están quietas, y no exploran mi cuerpo, o me escuchan
cantar o me tienen diciéndole que lo amo.
Está quieto porque me
está escuchando.
Está escuchando el
latido de mi corazón.
Su cabeza se levanta
de mi pecho en un solo movimiento y traba los ojos con los míos. Cualquiera sea
la comprensión que acaba de tener, hace que su mirada perfore la mía con
entusiasmo.
—Quiero intentar
algo que puede ayudar —dice—. ¿Tienes tapones?
¿Tapones?
Sé que puede ver la
confusión en mi expresión. De todas formas asiento y señalo hacia la mesa de
noche. Se inclina sobre mí, abre el cajón, y toquetea dentro. Cuando los
encuentra, vuelve a mi lado de nuevo, luego los coloca en la palma de mi mano.
Hace un gesto para que me los ponga en los oídos.
—¿Por qué?
Sonríe y me besa,
luego lleva los labios a mi oído. —Quiero que me oigas amarte.
Bajo la mirada hacia
los tapones, luego la levanto hacia él interrogativamente.
—¿Cómo puedo oírte
si llevo puestos estos?
Sacude la cabeza,
luego coloca las manos sobre mis oídos. —No aquí —dice. Mueve la mano hacia mi
pecho—. Quiero que me oigas justo aquí.
Esa es toda la
explicación que necesito. Rápidamente me pongo los tapones, luego ajusto mi cabeza
en la almohada. Todo el ruido a mí alrededor lentamente se apaga. No era
consciente de todos los sonidos que oía hasta que ya no corrían por mi cabeza.
Ya no oigo el tic-tac del reloj. Ya no oigo la actividad normal fuera de la
ventana. No puedo oír las sábanas moviéndose debajo nuestro, o la almohada
debajo de mi cabeza, o la cama cuando él cambia su peso.
No oigo nada.
Agarra mi mano y la
abre, luego la gira y la coloca sobre mi pecho. Una vez que mi mano está
nivelada contra mi corazón, llega hasta mi cara y con la mano acaricia mis ojos, cerrándolos. Se aleja hasta
que ya no toca ninguna parte de mí.
Se queda quieto, y
ya no lo siento moverse a mi lado.
Está en silencio.
Está oscuro.
No oigo
absolutamente nada. No estoy segura de que esto esté funcionando como me lo
imaginaba.
No oigo nada, salvo
completo silencio. Oigo lo que Peter oye en cada momento de su vida. De la
única cosa de la que soy consciente es de mi propio latido y nada más. Nada en
absoluto.
Espera.
Mi latido.
Abro los ojos y lo
miro. Está a varios centímetros de distancia de mí en la cama, sonriendo. Sabe
que lo oigo. Sonríe suavemente, luego aleja las manos de mi pecho y las pone
sobre el suyo. Lágrimas comienzan a inundar mis ojos.
No tengo idea de
cómo o si incluso me lo merezco, pero hay una sola cosa que sé con certeza. Por
el tiempo que él sea parte de ella, nunca viviré una vida de mediocridad. Mi
vida con Peter será nada menos que extraordinaria.
Rueda sobre mí y
baja la mejilla hacia la mía, quedándose completamente quieto por varios
segundos.
No puedo oír sus
respiraciones, pero las siento cuando caen contra mi cuello.
No puedo oír sus
movimientos, pero lo siento cuando comienza a hacer los más suaves y sutiles
cambios contra mí.
Nuestras manos
siguen juntas entre nosotros, así que me concentro en el latido de su corazón,
golpeando contra mi palma.
Latido, latido,
pausa.
Latido, latido,
pausa.
Latido, latido,
pausa.
Puedo sentir todo mi
cuerpo relajarse debajo del suyo mientras continúa haciendo los más sutiles
movimientos contra mí. Presiona sus caderas en las mías por dos segundos, luego
las relaja y aleja por un breve segundo antes de repetir el movimiento. Lo
repite varias veces, y puedo sentir mi necesidad por él creciendo con cada
movimiento rítmico contra mí.
Cuanto más crece mi deseo, más impaciente me vuelvo. Quiero
sentir su boca en la mía. Quiero sentir sus manos por mi cuerpo. Quiero
sentirlo empujando dentro de mí y haciéndome suya completamente.
Cuanto más pienso en
lo que quiero de él, más receptiva me vuelvo a los sutiles cambios de su peso.
Cuanto más receptiva me vuelvo, más rápido laten nuestros corazones contra la
palma de nuestras manos.
Latido, latido,
pausa.
Latido, latido,
pausa.
Latido, latido,
pausa.
Latido, latido,
pausa.
Cuanto más rápido
laten nuestros corazones, más rápido se vuelve su ritmo, coincidiendo cada
latido de mi corazón con un movimiento.
Jadeo.
Se está moviendo con
el sonido de mi corazón.
Envuelvo mi brazo
libre en su cuello y me concentro en su latido, instantemente consciente de que
nuestros corazones están en perfecta sincronía. Tenso las piernas alrededor de
su cintura y me levanto contra él, queriendo que haga que mi corazón lata más
rápido. Roza los labios por mi mejilla hasta que están al nivel de mí la boca,
pero no me besa. El silencio a mí alrededor me hace incluso más consciente del
patrón de su respiración cayendo contra mi piel. Me concentro en la palma
contra su pecho y siento su rápida inhalación de aire, segundos antes de probar
la dulzura de su aliento mientras exhala, burlándose de mi boca.
Inhala, exhala.
Inhala, exhala.
Inhala, exhala.
Su rítmica
respiración se vuelve más rápida cuando su lengua se desliza dentro de mi boca,
acariciando suavemente la punta de la mía.
Si pudiera oír,
estoy segura que me habría oído gimotear. Se volvía un hábito cuando sea que él
estuviera alrededor.
Muevo la mano hacia
la parte de atrás de su cabeza para probar más de él. Lo jalo hacia mí con
tanta urgencia repentina que gime en mi boca. Sentir su gemido sin oírlo es
probablemente la cosa más sensual que he experimentado.
A medida que su voz
me atraviesa me hace oír mucho más de lo que alguna vez podría.
Peter quita la mano
de mi corazón y presiona los antebrazos en el colchón a ambos lados de mi
cabeza. Me encierra con sus brazos, y quito la mano de su pecho, necesitando
aferrarme a él con toda mi fuerza. La poca que me queda, de todos modos.
Lo siento ir hacia atrás, y luego, sin dudarlo, empuja dentro
de mí, reclamándome, llenándome.
Yo…
No puedo…
Mi corazón.
Cristo. Acaba de
silenciar mi corazón, porque ya no puedo sentir nada. Lo único que siento es a
él moviéndose contra mí… lejos de mí… dentro de mí… en mí. Estoy completamente
consumida por él.
Mantengo los ojos
cerrados y lo escucho sin oír nada, experimentándolo silenciosamente, de la
misma manera que él. Me empapo en cada cosa hermosa de la suavidad de su piel,
la sensación de su aliento y el sabor de nuestros gemidos, hasta que es
imposible separarnos.
Seguimos explorando
al otro en silencio, encontrando todas las partes de nosotros mismos que sólo
hemos sido capaces de imaginar hasta este punto.
Cuando mi cuerpo
comienza a tensarse nuevamente, esta vez no es para nada por mis nervios. Puedo
sentir sus músculos apretándose debajo de mis manos, y me aferro a sus hombros,
lista para caer con él. Presiona la mejilla firmemente contra la mía, y lo
siento gruñir contra mi cuello, haciendo dos largos empujes finales en el mismo
segundo que siento los gemidos escapar de mi garganta.
Comienza a temblar
con su liberación pero de alguna forma pone las manos entre nosotros de nuevo y
las presiona contra mi corazón. Está temblando, y yo hago lo mejor que puedo
para retomar el control de mis propios temblores mientras comienza a bajar
lentamente, una vez más al ritmo de mi corazón.
Sus movimientos se
vuelven más suaves y sutiles, apenas puedo sentirlos entre todas las lágrimas.
Estoy llorando. Ni siquiera sé por qué estoy llorando, porque esto es por mucho
el sentimiento más increíble que alguna vez tuve.
Quizás por eso es
que estoy llorando.
Peter se relaja
sobre mí y regresa su boca a la mía. Me besa muy suavemente y por tanto tiempo
que mis lágrimas finalmente se detienen y son remplazadas por completo
silencio, acompañado sólo por el ritmo de nuestros corazones.
Peter
Cierro la puerta del
baño y regreso con ella a la cama. Su rostro se encuentra iluminado por la luz
de la luna entrando por la ventana. Su boca está curvada en una suave sonrisa
mientras bajo a su lado. Deslizo mi brazo debajo de sus hombros, luego descanso
la cabeza en su pecho y cierro los ojos.
Amo su sonido.
La amo. Todo de ella. Amo que nunca me haya
juzgado. Amo que me entienda. Amo que a pesar de todo por lo que la hice pasar,
no hizo otra cosa que apoyar mis decisiones, sin importar cuánto la destruyeron
en ese momento. Amo su honestidad. Amo su desinterés. Más que todo, amo ser el
que llega a amar todas esas cosas de ella.
—Te amo —la siento
decir.
Cierro los ojos y la
escucho mientras sigue repitiendo la frase una y otra vez. Ajusto mi oído hasta
que está directamente sobre su corazón, saboreando cada cosa de ella. Su olor,
su toque, su voz, su amor.
Nunca he sentido
tanto al mismo tiempo.
Nunca necesité
sentir más.
Levanto la cabeza y
la miro a los ojos.
Ahora es parte de
mí.
Yo soy parte de
ella.
La beso suavemente
en la nariz, la boca y la barbilla, luego presiono mi oído de nuevo en su
corazón. Por primera vez en mi vida, oigo absolutamente todo.
Fin
subi otra!!!!!!!!!!1
ResponderEliminarestubo buenisima
Aayy me encantoooo
ResponderEliminarAme esta nove buenisimaa
Que te puedo decir que no te haya dicho ya, me encanto toda la novela ahora deja de ser tan mala y sube las sinopsis por el amor de dios
ResponderEliminarAy dios!!!!!
ResponderEliminarQue cap!!!
No se si lo dije antes pero soy muy sentimental así que termine llorando me tras leí lo último!!!
Ayayayaya que Peter cante una canción o toque y le diga algo delante de muchas personas es lo mejor!!
Ayy le gesticulo cuando y te amo fue tan hermoso ese momento!!
Ayayayaya se amaron tanto y en silencio simplemente se sintieron amarse como nadie lo ha echo desde su corazón!!
Ayy las palabras de Lali fueron muy linda pero lo último de Peter cuando dice un ya escucho todo me mataron!! Que hermoso final!!!
LA AME L NOVELA TANTO!!! que me da nostalgia que se termino!!
Espero con ansias una nueva!!!
P. D no se la que tu quieres y te haya gustado tienes muy buena elección!!
Ame la conexión k tuvieron desde mucho antes d conocerse.
ResponderEliminarParece k la última frase d Peter nos caló bien hondo!!!
Me gustán mucho las novelas d época,pero tu elección estará más k asegurada con un rotundo éxito,al igual k esta novela ,k ha sido preciosa!!!!!.
GRACIAS!!!!!!