martes, 15 de julio de 2014

Capitulo 3

Capitulo 3


Hola —respondí soñolienta.

—¿Estabas durmiendo? —respondió Candela en voz bastante alta.

—Sólo estaba tomando una pequeña siesta —bostecé.

—Levántate; estoy en camino a tu casa para alistarnos para el club.

Suspiré pesadamente. —¿Club? Dijiste que iríamos a celebrar; creí que tal vez eso significaba cena, no ir a discotecas. —No me sentía como para ir a un club lleno y ruidoso esta noche.

—La, anímate, has sido una aguafiestas desde que el idiota de Benjamin te dejó. Recupera tu vida, diviértete como solías hacerlo; eres la persona más divertida que conozco.

—No sé Candela; no me siento como para estar en la escena del club esta noche.

—Lo sentirás una vez que estés allí y quien sabe tal vez conocerás a tu Príncipe Encantador esta noche.

¿Dijo Príncipe Encantador? No quiero un Príncipe Encantador. No quiero tener nada que ver con los hombres, punto. Era importante para Candela que celebremos, así que accedí a ir.

—De acuerdo Candela, creo que iré, pero no quiero quedarme hasta tarde, estoy cansada.

—¡Sí! —gritó—. Oh, mi amigo Vico nos va a recoger en tu casa, adiós.

—Espera, quién es… —Clic… Me reí en silencio y salté a la ducha. La exuberancia de Candela atraía a un montón de gente diferente. Creo que por eso es que conectamos con tanta rapidez.

Tan pronto como salí de la ducha, Candela entró por la puerta y me lanzó una bolsa de la marca Forever 21.

—¿Qué es esto? —pregunté mientras me asomaba dentro de la
bolsa.

Me miró y sonrío mientras corría al baño. —Sólo algo que te compré para que lo uses esta noche.

Candela era así de generosa; siempre nos comprábamos cosas que pensábamos que a la otra le gustaría. Abrí la bolsa y saqué la blusa plateada brillante más espectacular.

—Candela, me encanta —sonreí.

—Sabía que así sería. Pensé que podrías usarla con tus leggings negros y botas negras —murmuró mientras se cepillaba los dientes.

Fui a la habitación y me puse la blusa. El largo era suficiente para cubrir mi trasero, lo cual lo hacía perfecto para usar leggings. Fui al baño donde estaba Candela arreglándose el cabello. Me miró a través del espejo y silbó—: Mírate cosita perdida; todos los chicos en el club van a querer tocar ese culo caliente. —Sonrió mientras lo golpeaba suavemente.

Rodé los ojos. Candela es una de esas personas que no tienen un filtro; dice lo que está en su mente en ese momento y nunca lo piensa dos veces. Su boca lo escupe antes de que su cerebro lo piense. Sonreí y la abracé. —Gracias; es perfecta.

—Impresionante, es bueno verte sonreír de nuevo La —continuó alisándose el cabello.

Le pregunté a Candela sobre Vico , y dijo que era el amigo de un amigo, y que salieron un par de veces. Me pareció extraño ya que esta es la primera vez que escucho su nombre. Dijo que comenzó a verlo justo cuando Benjamin me dejó. No pensó que fuera apropiado hablar de su vida amorosa tan pronto. Para ser honesta, me conmovió su consideración de no mencionarlo, pero al mismo tiempo estaba enojada de que no me dijera.

Me miré al espejo una última vez antes de salir. Decidí hacer unos rizos suaves de mi cabello rubio que ya me había alisado y quitarme un poco de sombra de ojos que Candela pintó en mí. Comenzaba a sentirme agradecida de que decidí salir esta noche; necesitaba un poco de diversión.

Vico vino a la puerta y nos silbó a ambas cuando Candela la abrió. La besó suavemente en la mejilla y se acercó hacia mí con la mano extendida.

—Soy Victorio, es un gusto conocerte.

Estreché su mano y le dije lo mismo. Su agarre era firme, y por lo que podía notar también lo era su cuerpo. Usaba su cabello marrón corto y desordenado pero de una forma atractiva y sus ojos negros eran penetrantes. Podía ver por qué Candela estaba atraída hacia él. Los tres nos deslizamos dentro del taxi que nos esperaba afuera. Candela tenía su brazo alrededor de Vico mientras se acariciaban mutuamente. De repente, me sentí como el mal tercio.

—Entonces, ¿a cuál club vamos a ir? —pregunté. Vico rompió su mirada de Candela, y me miró.

—Pensé que iríamos al Club S.

Fruncí el ceño tratando de pensar en cómo sabía sobre ese club, y luego lo recordé, mi amigo de la cocina de sopas, Nico era un guardia allí. Respiré entrecortadamente.

—¿Ese no es un club de sexo?

Candela me miró y sonrío. —La es un club normal; lo que pasa es que algunas personas van allí para encontrar a otros con quienes tener sexo — dijo con tanta naturalidad como si no fuera la gran cosa. Rodé mis ojos y suspiré.

—Corrígeme si estoy equivocada, pero ¿la S no es por sexo, como en Club de Sexo? —Candela y Vico me sonrieron—. Genial, ahora tendré que estar a la defensiva toda la noche.

—Vive un poco La —se río ella.

Crucé mis brazos y miré por la ventana mientras ellos comenzaban a besarse. No voy a vivir un poco teniendo un acostón de una noche con algún chico al azar; esa no era yo. Sólo tuve sexo con un chico en mi vida, y ese era Benjamin.

3 comentarios:

  1. me quede con la intriga

    seguilaaaaaaaaaaaa!!!

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  2. Jajajjajajajajaj,k bordes Cande y Vico!!!!

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  3. Jajajaja me mata Cande es super liberal !!
    Nada que ver a la personalidad de Lali!!!
    Jajjaa el es un amigo de un amigo!!
    Ahh mira ellos super idos solo besándose y así y Lali haciendo trío jajaja
    Ahhh un club de sexo y si Lali tienes que cuidarte!!
    Más que intriga y es ahí donde conoce a Peter!!!?

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