PETER
Seis años antes…
Mariana ama a Clayton.
Mi papá ama a Clayton.
Clayton repara
familias.
Él ya es mi héroe, y
tiene solo dos días de edad.
Poco después de que mi
papá y Mariana salieron, Nico llega. Dice que no quiere sostener a Clayton,
pero Martina lo obliga. Está incómodo, porque nunca se ha ocupado de un bebé
antes pero lo abraza.
—Gracias a Dios se parece
a Martina —dice Nico.
Estoy de acuerdo con él.
Nico le pregunta a Martina
si alguna vez le conté lo que le dije a él después de conocerla.
No sé de lo que está
hablando.
Nico se ríe.
—Después de acompañarte a
tus clases ese primer día, te tomó una fotografía en tu asiento —le cuenta Nico—.
Me envió un mensaje de texto y dijo: “Ella va a tener a todos mis bebés”.
Martina me mira.
Me encojo de hombros.
Estoy avergonzado.
A Martina le encanta lo
que le dije a Nico. Me encanta que Nico le dijera eso.
El doctor entra y nos
dice que podemos ir a casa ahora. Nico me
ayuda a llevar todo al coche y colocarlo en la salida.
Antes de volver a la
habitación de Martina, Nico me toca el hombro.
Me giro y lo enfrento.
Tengo la sensación de que
quiere decirme felicidades, pero en su lugar, me abraza.
Es incómodo, pero no lo
es. Me gusta que esté orgulloso de mí.
Esto me hace sentir bien.
Como que estoy haciendo lo correcto.
Nico se aleja.
También nosotros.
Martina, Clayton y yo.
Mi familia.
Quiero a Martina en el
asiento delantero, pero me encanta que suba en la parte trasera con él. Me encanta
lo mucho que lo ama. Me encanta que estoy atraído hacia ella incluso más ahora
que es mamá.
Quiero besarla. Quiero
decirle que la amo otra vez, pero creo que se lo he dicho demasiadas veces. No
quiero que se canse de escucharlo.
—Gracias por este bebé —dice
desde el asiento de atrás—. Es hermoso.
Me río. —Eres la
responsable por la parte hermosa, Martina. La única cosa que tiene de mi fueron
sus bolas.
Se ríe. Se ríe a
carcajadas. —Oh, mi Dios, lo sé —dice.
—Son tan grandes.
Ambos nos reímos de las
grandes bolas de nuestro hijo.
Ella suspira.
—Descansa —le digo—. No
has dormido en dos días.
La veo sonreír en el
espejo retrovisor. —Pero no puedo dejar de mirarlo —susurra.
No puedo dejar de
mirarte a ti, Martina.
Pero me detengo, porque
el tráfico es más brillante de lo que debería ser.
Mis manos agarran el
volante.
Demasiado brillante.
Siempre he escuchado que
tu vida pasa ante tus ojos momentos antes de morir.
Es cierto sentido, eso es
cierto.
De cualquier modo, no
viene a ti en secuencia o en orden aleatorio.
Es solo una imagen que se
PEGA en tu cabeza y se convierte en todo lo que sientes y todo lo que ves.
No es tu verdadera vida la que pasa ante tus ojos.
Lo que pasa ante tus ojos
es la vida de las personas quienes están en tu vida.
Martina y Clayton.
Todo lo que veo es a
ambos —mi vida entera—, pasar ante mis ojos.
El sonido se convierte en
todo.
Todo.
Dentro de mí, fuera de
mí, a través de mí, debajo de mí, sobre mí.
MARTINA, MARTINA, MARTINA.
No puedo encontrarla.
CLAYTON, CLAYTON, CLAYTON.
Estoy mojado. Está frio.
Mi cabeza duele. Mis brazos duelen.
No puedo verla, no puedo
verla, no puedo verla, no puedo verlo.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
SILENCIO ENSORDECEDOR.
—¡Peter!
Abro los ojos.
Está mojado, está húmedo,
hay agua, está mojado.
El agua está en el coche.
Me desabrocho el cinturón
y me giro. Sus manos están en su asiento. —¡Peter, ayúdame! ¡Estoy atascada!
Trato.
Trato de nuevo.
Pero tiene salir de aquí,
también.
Necesita salir de
aquí, también.
Pateo mi ventana y rompo
el cristal. Vi esto en una película una vez.
Asegura de que
hay una salida antes de que haya mucha presión en las ventanas.
—¡Martina, sal de aquí!
¡Lo tengo!
Ella me dice que no. No
deja de intentar sacarlo.
Lo sacaré, Martina.
Ella no puede salir. Su
cinturón está atascado. Es demasiado apretado.
Salgo del asiento del
carro y extiendo la mano para llegar a su cinturón. Mis manos están bajo el
agua cuando lo encuentro.
Da una bofetada a mi
brazo e intenta alejarme de ella.
—¡Sácalo primero! —grita—.
¡Sácalo de aquí, primero!
No puedo.
Ambos están atascados.
Tú estás
atascada, Martina.
Oh, Dios.
Estoy asustado.
Martina está asustada.
El agua está por todas
partes. No puedo verlo más.
No puedo verla.
No puedo escucharla.
Extiendo la mano a su
cinturón de nuevo.
Quitándolo de ella.
Agarro sus manos. Su
ventana no está rota.
La mía lo está.
La jalo hacia delante.
Ella se está resistiendo.
Deja de pelear conmigo.
Pelea conmigo, Martina.
Pelea conmigo.
Muévete.
Alguien está llegando a
través de mi ventana.
—¡Dame su mano! —le
escucho gritar.
El agua entra a través de
mi ventana ahora.
El asiento de atrás está
lleno de agua.
Todo es agua.
Le doy la mano de Martina.
Me ayuda a sacarla de aquí.
Todo es agua.
Intento encontrarlo.
No puedo respirar.
Intento encontrarlo.
No puedo respirar.
Trato de salvarlo.
Quiero ser su héroe.
No puedo respirar.
Así que me detengo.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
SILENCIO ENSORDECEDOR.
Cubro mis oídos con mis
manos.
Cubro mi corazón con
armadura.
Toso hasta que puedo
respirar otra vez.
Abro mis ojos. Estamos en un
bote.
Echo un vistazo. Estamos en un
lago.
Llevo la mano hasta mi
mandíbula.
Mi mano esta roja.
Cubierta en sangre tan
roja como el cabello de Martina.
Martina.
Encuentro a Martina.
Clayton.
No encuentro a Clayton.
Me recuesto en mis manos
y me muevo al borde del bote.
Necesito
encontrarlo.
Alguien me detiene.
Alguien me tira hacia atrás.
Alguien no me deja ir.
Alguien está diciéndome
que es demasiado tarde.
Alguien me dice que lo
siente.
Alguien me dice que no
pudieron sacarlo.
Alguien me dice que nos
fuimos por el puente después del impacto.
Alguien me dice que lo
siente tanto.
Me muevo hacia Martina,
en su lugar.
Trato de abrazarla, pero
ella no me deja. Está gritando.
Sollozando. LLORANDO. LAMENTANDO.
Me golpea.
Me patea.
Me dice que debería
haberlo salvado en su lugar.
Pero traté de salvarlos a
ambos, Martina.
—¡Deberías haberlo
salvado, Peter! —solloza.
Deberías haberlo salvado.
Deberías haberlo salvado.
Deberías HABERLO salvado.
Está gritando.
Sollozando. LLORANDO. LAMENTANDO.
La abrazo de todos modos.
Dejo que me golpee.
La dejo odiarme.
Martina me odia.
La abrazo de todos modos.
Martina llora, pero esta
callada. Está llorando tan fuerte que su garganta ni siquiera puede hacer algún
sonido. Su cuerpo está llorando, pero su voz no.
Arruinado.
Arruinado.
ARRUINADO.
Lloro con ella. Lloro,
lloro, lloro y lloro, lloramos, lloramos y lloramos.
Arruinado.
El agua es todo
ahora.
Miro a Martina. Solo veo agua.
Cierro los ojos. Solo veo agua.
Levanto la mirada hacia
el cielo. Solo veo agua.
Duele tanto. Nunca supe
que un corazón podría sostener el peso del mundo entero.
Ya no hago que la vida de
Martina sea mejor.
Arruine a Martina.
Mi familia.
A mí, a ti y Clayton.
ARRUINADO.
No puedes amarme
después de esto, Martina.