PETER
Seis años antes…
—Se te está saliendo el
ombligo —le digo. Paso mis dedos sobre su estómago desnudo, y la beso—. Es
lindo.
Presiono mi oído en su
piel y cierro los ojos. —Apuesto a que te sientes solo allí —digo—. ¿Te sientes
solo ahí, amigo?
Martina se ríe. —Sigues
hablándole a un niño. ¿Y si es una niña?
Le digo Martina lo que
sea que sea, lo amaré igual. Ya lo amo.
O a ella.
Nuestros padres están
fuera de la ciudad. Jugamos a la casita otra vez, excepto que esta vez,
realmente no jugamos. Es algo serio.
—Entonces, ¿qué pasa si esta
vez él le pide matrimonio? —pregunta.
Le digo que no se preocupe.
Le digo que no le va a pedir matrimonio. Iba a preguntarme primero antes de
hacerlo. Lo conozco bien.
—Tenemos que decirles —digo.
Asiente. Sabe que tenemos
que decirles. Han pasado tres meses. Nos graduamos en dos. Se le está empezando
a notar.
Se le está saliendo el
ombligo. Es lindo.
—Debemos decirles mañana —digo.
Está de acuerdo.
Me alejo de su estómago y
me acuesto a su lado. La pongo contra mí. Toco su cara.
—Te amo, Martina —le
digo.
No está tan asustada
ahora. Me dice que también me ama.
—Estás haciendo un buen
trabajo —digo. No sabe de lo que hablo, por lo que sonrió y toco su estómago—.
Lo estás cuidando muy bien. Seguro que vas a crear al mejor bebé que haya
creado una mujer.
Se ríe de mi estupidez.
Me amas tanto, Martina.
La miro —a la chica que
le di mi corazón—, y me pregunto cómo soy tan afortunado.
Me pregunto por qué me
ama tanto como la amo.
Me pregunto lo que va a
decir mi papá cuando se entera de nosotros.
Me pregunto si Mariana me
odiará. Me pregunto si querrá llevarla de regreso a Phoenix.
Me pregunto cómo puedo
convencerlos de que lo tenemos bajo control.
—¿Cómo vamos a llamarlo? —pregunto.
Está emocionada cuando le
pregunto esto. Le gusta hablar de nombres.
Dice que si es una niña, quiere
llamarla Claire. Como su abuela.
Digo que me hubiera
gustado conocer a su abuela. Quiero saber de la
mujer que le dará el nombre
a mi hija. Me cuenta que su abuela me habría amado. Digo que me encanta el
nombre Claire.
—¿Y si es un niño? —pregunto.
—Puedes escoger el nombre
del niño —dice.
Digo que es un montón de
presión. Digo que tendrá que vivir con su nombre el resto de su vida. Dice—:
Entonces es mejor que escojas uno bueno.
Más vale que escoja
uno bueno.
—Uno que significa algo
para ti —dice.
Uno que
signifique algo para mí.
Le digo que tengo el
nombre perfecto para él.
Quiere saber cuál es. Digo
que no le voy a decir. Voy a decírselo después de que se convierta en su
nombre.
Después de que nazca.
Me dice que estoy
demente. Que se niega a dar a luz a nuestro bebé hasta que sepa su nombre.
Me río. Le digo que no
tiene elección.
Me dice que estoy loco.
Te encanta eso de
mí, Martina.
Woaa 3 meses y aun no dicen nada?!
ResponderEliminarA ok.....
Esto. E suena a tragedia segura
Lo están alargando demasiado
ResponderEliminaraghhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarlaliter!!!!!!!!!!!!!
daleee mas ahoraaaa esta buenisima la nove
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