PETER
Seis años antes…
Cenamos, pero es
incómodo.
Mariana y papa intentan
incluirnos en la conversación, pero ninguno de nosotros está de ánimo para
hablar. Miramos fijamente nuestros platos. Empujamos la comida con los
tenedores.
No queremos comer.
Papá le pregunta a Mariana
si quiere ir a sentarse atrás.
Mariana dice que sí.
Mariana le pide a Martina
que me ayude a limpiar la mesa.
Martina dice que de
acuerdo.
Llevamos los platos a la
cocina.
Estamos en silencio.
Martina se recuesta
contra el mostrador mientras cargo el lavavajillas.
Me observa hacer lo mejor
que puedo por ignorarla. Ella no se da cuenta de que está en todos lados. Está
en todo. Cada cosa se ha convertido en Martina.
Me consume.
Mis pensamientos ya no
son pensamientos.
Mis pensamientos son Martina.
No puedo
enamorarme de ti, Martina.
Miro el fregadero. Quiero mirar a Martina.
Respiro. Quiero respirar a
Martina.
Cierro los ojos. Sólo veo a Martina.
Me lavo las manos. Quiero tocar a Martina.
Me seco las manos con una
toalla antes de girarme y enfrentarla.
Sus manos agarran el
mostrador detrás de ella. Las mías están cruzadas contra mi pecho.
—Son los peores padres en
el mundo —susurra.
Su voz se rompe.
Mi corazón se rompe.
—Despreciables —le digo.
Se ríe.
No se supone que
me enamore de tu risa, Martina.
Suspira. También me
enamoro de eso.
—¿Cuánto hace que se
están viendo? —le pregunto.
Ella será honesta.
Se encoge de hombros. —Cerca
de un año. Ha sido a larga distancia hasta que nos mudamos más cerca de él.
Siento el corazón de mi
madre romperse.
Lo odiamos.
—¿Un año? —le pregunto—.
¿Estás segura?
Asiente.
No sabe sobre mi madre.
No le puedo decir.
—¿Martina?
Digo su nombre en voz
alta, justo como quise hacerlo desde el segundo en que la conocí.
Continúa mirándome
fijamente. Traga, entonces respira un bajo—: ¿Sí?
Doy un paso hacia ella.
Su cuerpo reacciona. Es
un poco más alta pero no por mucho. Su respiración es más pesada pero no
demasiado. Sus mejillas se ruborizan
pero no tanto.
Todo justo lo suficiente.
Mis manos encajan en su
cintura. Mis ojos buscan los suyos.
No me dicen que no, así
que lo hago.
Cuando mis labios tocan
los suyos, es tantas cosas. Es bueno, malo,
correcto, equivocado y vengativo.
Inhala, robando un poco de
mi aliento. Respiro en ella,dándole más.
Nuestras lenguas se tocan
y nuestra culpa se entrelaza y mis dedos se deslizan por el cabello que Dios
hizo específicamente para ella.
Mi nuevo sabor favorito
es Martina.
Mi nueva cosa favorita es
Martina.
Quiero a Martina para mi
cumpleaños. Quiero a Martina para navidad.
Quiero a Martina para mi
graduación.
Martina, Martina,
Martina.
Voy a enamorarme
de ti de todas formas, Martina.
Las puestas traseras se
abren.
Suelto a Martina.
Ella me suelta, pero sólo
físicamente. Todavía puedo sentirla en todos los demás sentidos.
Aparto la mirada de ella,
pero todo sigue siendo Martina.
Mariana entra en la
cocina. Luce feliz.
Tiene derecho a estar
feliz. No es la que murió.
Mariana le dice a Martina
que es hora de irse.
Me despido de ambas, pero
mis palabras son sólo para Martina.
Ella lo sabe.
Termino con los platos.
Le digo a mi padre que Mariana
es agradable.
Todavía no le digo que lo
odio. Quizás nunca lo haga. No quiero saber qué bien haría decir que ya no lo veo
de la misma forma.
Ahora él sólo es… normal. Humano.
Tal vez ese es el rito de
paso antes de que te conviertas en un hombre —darte cuenta de que tu padre no
tiene la vida descubierta mucho más que tú.
Voy a mi habitación. Saco
el teléfono, y le escribo a Martina.
Yo: ¿Qué haremos
mañana por la noche?
Martina: ¿Mentirles?
Yo: ¿Podemos vernos a
las siete?
Martina: Sí.
Yo: ¿Martina?
Martina: ¿Sí?
Yo: Buenas noches.
Martina: Buenas noches,
Peter.
Apago el teléfono, porque
quiero que ese sea el último mensaje de
Texto que reciba esta
noche. Cierro los ojos.
Estoy cayendo, Martina.
Nose porque pero se me hace que peter esta tramando algo..
ResponderEliminarputa martina! jajajaja
ResponderEliminarver su nombre en cada guion ahgg me estresa jajaja
segila
Uhhhhh
ResponderEliminarQ e feo pero osea engañaba a la mama de Peter con mariana!!!
Uh Martina es muy social jajajaja ja
K cortitos hablando.
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