PETER
—¿Qué
demonios le hiciste a Lali? —pregunté mientras me subía en el asiento del
pasajero del Volvo de Cande. Esperaba suavizar las cosas con Lali antes de irme
ese día, pero se puso a la defensiva, por lo que mantuve mi distancia. No quería
molestarla frente a Cande.
—Así que
también lo notaste. Pensé que sólo estaba siendo paranoica. No tengo ni idea de
qué hice para molestarla, pero tengo la impresión de que no le agradó que te
trajera sábanas limpias y te hiciera la cama. —Cande me disparó una mirada de
advertencia—. No has hecho nada con ella, ¿no, Peter? Está comprometida.
Apoyé la
cabeza en el reposacabezas y suspiré. Casi me sentía como si estuviera
traicionando a Lali por decirle a Cande la verdad. Pero, demonios, tenía que
decírselo a alguien. Cande era la mejor amiga que tenía y era mujer. Tal vez
podría ayudarme a resolver esto.
—No está
exactamente comprometida —comencé.
—Sí, lo
está. Vi el diamante en su mano izquierda.
—Sí, lo sé,
pero el tipo que puso ese anillo en su mano fue asesinado en Bagdad hace
dieciocho meses.
La brusca
exhalación de Cande fue seguida por un—: Oh, Dios mío.
—El tipo con
el que pensé que estaba comprometida es el gemelo de su prometido. Sólo son
buenos amigos.
—Pero aún
lleva el anillo —susurró Cande—. Es increíblemente triste. ¿Cuándo te lo dijo?
Me pregunté
si alguna vez iba a decírmelo. La noche anterior, incluso a pesar de que hizo
que huyera, fue un magnífico beso. Incluso antes del beso, estuvimos hablando y
se rió. No sólo sonrió, sino que se rió.
—No me lo dijo. Fue Vico quien lo hizo.
—¿Vico? ¿El
gemelo de su prometido?
—Sí.
—Qué
trágico.
El dolor que
apretaba mi pecho cuando me permitía pensar en Lali sufriendo volvió. —No es la
perra que aparenta ser. Es realmente divertida si logras traspasar sus
murallas.
Cande se
aclaró la garganta y se removió en su asiento. —¿Lo lograste?
—Algo. Le
hice sonreír y reír. Vico dijo que no la había visto sonreír desde el día antes
de la muerte de Pablo.
Cande estiró
la mano y palmeó mi rodilla. —Si es lo suficientemente inteligente como para
verte, al auténtico tú, no al que eres con las mujeres con las que quieres
acostarte, entonces es una mujer a tener en cuenta.
—No es
porque quiera acostarme con ella —respondí, estirando la mano para apretar la
suya.
—No, pero
Peter, contigo siempre se trata de meterse en sus bragas al menos un poco. Pero
creo que esta vez quieres más.
¿Quería más?
¿Era sólo porque era difícil? ¿O en realidad quería más?
—Sí, tienes
razón. Meterme en sus bragas siempre ha sido mi prioridad.
Cande
sacudió la cabeza y se rió. —Te he extrañado esta semana. Live Bay no es lo
mismo sin ti. Incluso creo que Nico podría haber derramado una lágrima cuando
no estuviste allí para cantar la parte de Picture de Kid Rock cuando la tocaron a
través de los altavoces mientras la banda tomaba un descanso.
—¿Hizo
de Sheryl Crow en la partes de Kid él sólo? —pregunté.
—Sí,
desafortunadamente lo hizo. Se paró sobre la mesa con el cepillo de un extraño
en la mano a modo de micrófono.
—Apuesto
a que fue bastante divertido —respondí.
—O
tan malo como una pesadilla. Depende de cómo lo veas.
***
El viaje de
una hora con Agus fue más fácil esa vez. No estuvo enojado todo el viaje.
Probablemente no había sido asesinado aún porque Cande lucía malditamente
feliz. Después de dejarme, pensé en pasarme por la casa y hablar con Lali. La
camioneta de su padre aún no se encontraba allí. Seguramente no se sorprendería
al verme en su puerta a las nueve de la noche. O podría esperar a que ella
viniera a mí.
Antes de que
pudiera llegar al extremo más alejado de la casa, escuché la grava siendo
aplastada en la entrada mientras un auto entraba. Girándome, me aseguré de que
fuera Carlos. No quería que alguien entrara con Lali sola en la casa.
El asiento
de pasajero de la camioneta de Vico se abrió y Lali se bajó de un salto.
—¡Peter está
de vuelta! —farfulló felizmente. Su mano se aferraba a un lado de la puerta
para estabilizarse.
—¡Lali!
Maldita sea, te dije que me esperaras. Vas a caerte en la grava y a lastimarte.
—Vico bordeó la parte delantera de la camioneta y rápidamente envolvió un brazo
alrededor de la cintura de Lali.
—¿Está
borracha? —le pregunté con asombro mientras me acercaba a la entrada, sin
sentirme seguro de lo que veía.
—Más que
borracha. Fue al maldito Honky Tonk con Natie Pérez. Nelly, la propietaria, me
llamó hace casi una hora. Dijo que necesitaba ir a buscar a Lali. Natie Pérez
se desmayó sobre la barra. Ya había llamado al papá de Natie.
—Fue
divertido —dijo Lali con una desaliñada sonrisa, alejándose de los brazos de
Vico para caer contra mi pecho. Envolví los brazos a su alrededor rápidamente
para evitar que se cayera de rostro en la grava.
—Sí. Luces
como si hubieras pasado un buen rato —respondí mientras ella deslizaba sus
brazos hacia arriba y se aferraba a mi cuello con las manos.
—También
deberías venir.
Asintiendo,
levanté la mirada de su adorable y borracha expresión para mirar a Vico. Se
encontraba de pie detrás de ella, esperando su próximo movimiento.
—Necesitamos
llevarla a la cama. Su papá no llegará hasta mañana. Aún tiene un montón de
personas en su campamento de caza.
—¿Debería
quedarse sola en la casa en este estado? —pregunté mientras se reclinaba
pesadamente contra mí.
—Probablemente no. —Vico deslizó una mano por su
cabello y miró de regreso a su camioneta. Tenía otros planes. Podía notar que
estaba esforzándose mucho por decidir qué era lo correcto.
—Tengo
algunas cosas que empacar esta noche y mañana temprano tengo que ir a revisar
el apartamento al que nos mudaremos con mi primo este otoño. ¿Crees que podrías
cuidarla?
Así que Vico
se sentía listo para seguir con su vida. ¿Ya se lo dijo a Lali? ¿Ese era el por
qué se emborrachó completamente?
—Sí. Ve.
Estaremos bien.
La
indecisión en su rostro mientras estudiaba la parte trasera de la cabeza de
Lali me hizo pensar que, después de todo, podría quedarse para cuidarla. Entendía ese
tipo de vena protectora. La tenía con Cande. Lali descansó su cabeza contra mi
pecho.
—¿Estás bien
con ello, Lali? —preguntó Vico.
—Mmh
—respondió, luego comenzó a olfatear mi camisa.
Vico sacudió
la cabeza, y luego me miró de nuevo. —Está tratando con la vida. Tiene que
seguir adelante sin Pablo y sólo ahora comienza a darse cuenta de eso. Se bueno
con ella.
—Por
supuesto —respondí y besé la parte superior de su cabello con olor a
cigarrillo. No era algo que alguna vez hubiera esperado oler en Lali Esposito.
Vico me
estudió por un momento, luego, con un rápido asentimiento, se volvió y se
dirigió a su camioneta. Esperé hasta que saliera de la entrada antes de mover a
Lali.
—Necesito llevarte
a la cama, cariño. ¿Quieres que te levante o puedes caminar? ¿Necesitas
vomitar?
Lali soltó
risitas contra mi pecho e inclinó la cabeza hacia atrás para sonreírme soñolientamente.
—Llévame a tu cama —dijo, arrastrando las palabras.
—Esa es una
mala idea, hermosa. Ya verás que cuando estés sobria, mi cama será el último
lugar en el que querrás estar.
Sacudió la
cabeza y se paró de puntillas para presionar un beso con sabor a tequila en mi
boca.
—Quiero
dormir en tu cama, pur favor. —Se las arregló para no soltar las palabras de
corrido esa vez.
¿Cómo se
suponía que le dijera que no cuando actuaba toda dulce y juguetona? Estaba más
que ebria, pero era una ebria linda.
—¿Sólo
dormir? —pregunté.
—Sólo dormir.
Me
arrodillé y deslicé un brazo por debajo de sus rodillas, luego la acuné contra
mi pecho y la llevé al granero. Ese probablemente no era mi momento más
inteligente, pero no iba a renunciar a la que podría ser mi única oportunidad
de dormir toda la noche con Lali Esposito en mis brazos.
LALI
—No te
duermas aún. Necesitas beber agua y tomar esta aspirina antes. —La voz de Peter
era incluso más sexy cuando actuaba todo autoritario.
Me reí y lo
miré fijamente mientras se cernía sobre mí. Su cama era linda y suave, y sólo
quería cerrar los ojos. Pero ¿cómo se suponía que una chica ignorara las
órdenes de un tipo que lucía así? Estiré el brazo en el aire. —Levántame —le
dije. Peter sonrió y se estiró hacia mi mano, que desafortunadamente se sentía
demasiado entumecida como para que disfrutara totalmente de su toque.
Una vez que
me hubo sentado en el borde de la cama, se arrodilló frente a mí hasta que nos
hallábamos con los ojos al mismo nivel. El vaso con agua por el que corrió a la
casa se encontraba en una mano y las blanquecinas pastillas que odiaba en la
otra.
—¿Puedo sólo
beber el agua? —pregunté, frunciendo el ceño hacia las pastillas. Odiaba
tragarlas. Lo hacía si tenía que hacerlo, pero odiaba el sabor que dejaban en
mi garganta y cómo se sentía mientras bajaban.
—Si no tomas
la aspirina vas a tener un dolor de cabeza horrible por la mañana. Bébete todo
el vaso con agua y toma la pastilla.
Su voz
sonaba toda profunda e hipnótica. Me preguntaba si me hablaría mientras dormía.
Tendría que pedirle eso. Pero primero, necesitaba beber el agua.
—Odio tragar
pastillas —gruñí, estirándome para coger el vaso con agua.
La sonrisa
de Peter reapareció, y estiró una mano para meter algo de cabello detrás de mi
oreja. Traté de meter ese cabello detrás de mi oreja antes, pero no podía hacer
que mi mano cooperara. Seguía sin encontrar mi oreja.
—Puedes
hacerlo. Estoy aquí por si me necesitas. Incluso sostendré tu mano. Por favor,
Lali, sólo toma la pastilla.
Sus ojos
eran demasiado ridículamente lindos como para pertenecerle a un chico.
Especialmente un chico con abdominales como los suyos, y tal espalda… Oh, me
encantaba esa espalda.
—No es justo
que tus pestañas sean tan largas y onduladas. Las chicas gastan un montón de
tiempo y dinero tratando de conseguir pestañas como las tuyas.
Peter se
rió, estirando una mano para pasar el pulgar bajo mi ojo izquierdo. —Sí, bueno,
mis pestañas no se comparan a tus ojos. Son jodidamente increíbles.
Oh. Guau.
—Desearía no
haber huido anoche —admití mientras continuaba tocando mi mejilla, luego mi
mandíbula.
—Fue bueno
que lo hicieras. Estaba a punto de perder el control. —Su voz había bajado
hasta un ronco susurro que me hizo temblar.
—Tal vez
quería que lo perdieras.
La sonrisa
de Peter volvió. —Estás borracha, Lali. Puedo asegurarte que la Lali sobria no
querría que perdiera el control. Ella quiere que mantenga la distancia.
¿Era cierto?
No, no lo era. La Lali sobria sólo se sentía determinada a vivir por sus
propias reglas.
—Bébete el
agua. —Peter acercó el vaso a mi boca.
Tomé un
pequeño sorbo y el frío del agua en mi boca se sintió refrescante. No me di
cuenta de lo seca que tenía la boca. Ya había tomado unos cuantos tragos largos
cuando Peter estiró el brazo y alejó el vaso de mí.
—Ahora toma
la aspirina —ordenó, acercándome la pastilla. Abrí obedientemente la boca y la
puso en mi lengua. Acercó el agua a mis labios de nuevo y tragué la píldora con
facilidad. Ni siquiera la sentí en mi garganta. Tal vez sólo debería
emborracharme cada vez que estuviera enferma y necesitara tomar pastillas. Tal
vez sólo necesitaba que Peter me las diera.
—Buena chica
—dijo cuando me terminé el resto del agua—. Ahora acuéstate, pero pega ese
lindo trasero a la pared. También tengo que entrar en la cama.
Observando
sus amplios hombros y sus largas piernas comencé a preguntarme si iba a ser
posible. En serio no quería dormir en la casa esa noche. Quería estar con
Peter. Pero, ¿qué pasa si hacía que no descansara bien?
—Haré que lo
logremos. Sucede que sé cómo dormir en una con una chica de forma cómoda —me
aseguró. Retrocedí hasta que todo mi costado izquierdo tocaba la
pared—. Ahora ponte de lado.
Hice lo que
dijo. Luego la cama se hundió con su peso y se deslizó detrás de mí. Un cálido
brazo se envolvió alrededor de mi estómago mientras se acomodaba contra mi
espalda. Era lindo. Realmente lindo.
—¿Peter?
—¿Sí?
Quería
sentirlo cerca. Ya no quería que hubiera mentiras entre nosotros. Pero el
pensamiento de decir el nombre de Pablo mientras estaba borracha y acurrucada
contra Peter parecía incorrecto. No podía
hacerlo. Así que, en su lugar, cerré los ojos.
me encantaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarseguilaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarAhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarUhh Lali creo que esta celosa de Cande!
Me encanta la amistad de Cande y Peter!
Lali borracha ?!
Ay nooo me. Mata lo tierna que es!
Ay mi vida Peter le da las pastillas!
Que pasará cuando se despierte
maaaaaaaaaaaaaaaaaassss
ResponderEliminarX fin se da Lali una oportunidad d volver a vivir.
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