viernes, 1 de agosto de 2014

Capitulo 41




Los días pasaban lentamente mientras me lanzaba a mis pinturas. Una noche estaba dando los últimos toques a mi pintura y tomando mi 4ª copa de vino cuando decidí llamar a Peter. Lo extrañaba y extrañaba oír su voz, y no estaba segura de si aún seguíamos juntos. Eran las nueve en L.A. por lo que en Nueva York eran las seis. Golpeé el nombre de Peter en mi teléfono y me senté con nerviosismo mientras sonaba. Después del tercer toque se fue al correo de voz. Estaba a punto de colgar, pero tan pronto como sonó el pitido le dejé un mensaje—: Hola Peter, es La, sólo llamaba para ver cómo estás y cómo van las cosas, supongo que estás ocupado así que voy a hablar contigo pronto, adiós.

Me serví otro vaso de vino y tomé un sorbo. No esperaba que me devuelva la llamada. Cuando mi teléfono empezó a sonar y el nombre de Peter apareció en mi pantalla, mi estómago se retorció y mi corazón empezó a acelerarse. —Hola —contesté. Su voz era profunda y baja.

—Hola La, ¿veo que has llamado? —Oír su voz me hizo sentir menos sola.

Agarré mi vino y me metí en la cama.

—Hola, sí me preguntaba cómo estabas.

—Estoy bien, ¿cómo estás?

—Estoy bien, terminando una nueva pintura.

—Estoy seguro de que es hermosa.

Sonreí. —Podría tomar una foto y enviártela si lo deseas.

—Eso estaría bien, me gustaría verlo.

Me decidí a ir a por ello y tratar de mantener una conversación normal.

—Así que, ¿qué has estado haciendo? —pregunté no plenamente consciente de si quería saber la respuesta.

—No mucho, he estado trabajando mucho. ¿Qué has estado haciendo? —me preguntó.

—Nada realmente, he estado haciendo un montón de pintura.

—¿Cómo te sientes? —preguntó.

—Bien, supongo. —Lo que realmente quería decir era que me sentía como mierda porque lo extrañaba mucho.

—Lo siento, La, me tengo que ir, Euge y Camden están en la ciudad y los voy a llevar a la cena, deberían estar aquí en cualquier momento.

—Oh bien, dile a Euge que dije hola y a Camden dale un fuerte abrazo por mí.

—Lo haré La, gracias por llamar.

—Claro no hay problema, voy a hablar contigo pronto, adiós Peter.

—Adiós La.

Sostuve el teléfono en mi pecho, cerré los ojos y tomé una respiración profunda.

Un par de días pasaron y no escuché nada de Peter, así que lo tomé como mi señal de que habíamos acabado. Pensé que ya que yo di el primer paso, él se pondría en contacto conmigo de nuevo. Obviamente siguió adelante, así que tal vez tenía que tratar de hacer lo mismo. Beber se había convertido en una rutina diaria para mí últimamente, beber una botella de vino todas las noches antes de acostarme ayudaba a dormir.

Me acerqué a la tienda local donde tomé mi cinta VHS que mi madre puso en la caja fuerte y había convertido en un DVD. En el momento en que llegué a casa, lo puse en mi reproductor de DVD y me senté en el sofá. Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando apareció en la pantalla. Era más hermosa de lo que la recordaba. Tenía el pelo largo y rubio como el mío y compartíamos los mismos ojos. No era de extrañar por qué mi padre bebía tanto, yo era el vivo retrato de mi madre y él se acordaba de ella cada vez que me miraba.

Ángel feliz 18 cumpleaños. Lo siento, no puedo estar ahí contigo físicamente, pero estoy contigo espiritualmente. Has crecido ahora y vas a ir a la universidad pronto. Asegúrate de ir a algún sitio donde puedas permanecer en el campus porque quiero que tengas la experiencia universitaria completa como yo la tuve. Deseo poder haberte visto crecer, pero Dios tenía otros planes para mí. Una vez que hayas terminado la universidad obtendrás un fantástico trabajo, conocerás a un hombre maravilloso, te casarás y tendrás hijos propios. Por favor, sigue mi consejo y hazlo exactamente en ese orden. Sé que ser criada sin madre fue duro para ti Lali, pero sé que eres una mujer fuerte y puedes manejar cualquier cosa que sea lanzada en tu camino. Te mereces sólo lo mejor mi niña dulce y no lo olvides nunca. Estaré contigo y te guiaré por el resto de tu vida. Recuerda, no hay nada más hermoso y pacifico que presenciar la puesta del sol sobre las aguas azules del océano. Vive tu vida en paz niña y recuerda que siempre te amaré.

Sollocé cuando la vi despedirse. Si había un momento en el que necesitaba a Peter era este. Agarré el teléfono y marqué su número, sólo necesitaba oír su voz. No respondió y esta vez no dejé ningún mensaje.

Llamé a Gaston y le pregunté si él y Landon querían ir a un club. Necesitaba desesperadamente salir de este maldito apartamento y olvidarme de mi vida por una noche. A Gaston le encantó la idea, pero dijo que seríamos sólo nosotros dos, porque Landon no se sentía bien. Me puse la falda negra, una blusa blanca y negra, la cual lucía mi escote y mis botas altas negras. Ricé mi cabello y me puse más maquillaje del que suelo llevar. Quería verme y sentirme sexy, aunque fuera sólo por una noche.

Gaston silbó cuando abrí la puerta. —Mírate sexy gatita.

Sonreí y di vueltas alrededor. —¿Te gusta?

—¿Gustar? Me encanta y podrías totalmente convertir a un gay en un hombre hetero.

Le di una palmadita en el brazo, cogí mi bolso y fuimos hacia el club. Nos encontrábamos en la cabina y mi teléfono comenzó a sonar, era Peter. No le respondí, no iba a pensar en él esta noche. Entramos al club y empujé a Gaston directamente a la barra.

 — Alinea 4 tequilas con limón —grité al camarero. Alineó 4 vasos de chupitos, cada uno con un limón en frente de ellos y un poco de sal. Lamí la sal, tragué el tequila y chupé el limón—. Oh sí —grité—. Tu turno —le grité a Gaston.

 Ambos tomamos dos tragos cada uno y luego nos fuimos a la pista de baile. Estaba lleno y había mucho golpe y roces pasando. Bailé como nunca lo había hecho antes. Esta noche se trataba de mí y tener un poco de diversión, por primera vez en mucho tiempo. Después de bailar un rato, nos dirigimos de nuevo a la barra—. Alinéanos 8 tequilas esta vez —le dije. Gaston estaba completamente de acuerdo mientras los tomábamos de golpe, yo tomé seis, él sólo pudo dos. La sala empezaba a girar, pero me sentía bien. El suelo latía bajo nuestros pies mientras arrastraba a Gaston de nuevo a la pista de baile. Disfrutaba de la música mientras nos movíamos hacia atrás y adelante entre sí, cuando sentí a alguien moler contra mi cuerpo. Me di la vuelta hacia este hombre de aspecto sexy que trataba de hablar conmigo.

—Hola, soy Chris y tú eres una mujer hermosa.

Sonreí mientras bailaba con él, mis caderas balanceándose de lado a lado cuando tomó mi cintura. Me dio la vuelta para que mi culo estuviera en contra de su erección. Yo no prestaba atención ya que me encontraba demasiado borracha para preocuparme. Vi a Gaston a unos metros de mí bailando con una chica al azar cuando sentí sus manos agarrar más fuerte mis caderas. Moví mis manos arriba y abajo de sus brazos musculosos mientras movía mi cuerpo hacia arriba y abajo de él. Me di la vuelta y vi que ya no era Chris quien se encontraba a mi lado, era Peter. Sus ojos se llenaron de ira mientras me miraba.

—Vámonos ahora —ordenó. Mi corazón se aceleró y empecé a sudar. ¿Qué demonios hacía aquí y por qué?

—¿Qué demonios estás haciendo aquí Peter?

—¿Por qué no me dijiste esto Lali? —dijo con voz enojada.

—Me estoy divirtiendo.

—Te ves como una puta en la pista de baile y gracias a Dios que estaba aquí, o quién sabe lo que ese imbécil hubiera hecho.

Tiré mi brazo de su agarre y me dirigí hacia la barra. Levanté dos dedos hacia el camarero mientras ponía dos tragos de tequila en frente de mí. Peter serpenteó dentro y fuera de la multitud viniendo después de mí. Me bebí un trago y cogí el siguiente vaso cuando Peter agarró mi mano.

—Estás borracha y nos estamos yendo, vamos. —Tiró un poco de dinero en la barra y me agarró la mano para sacarme del bar con Gaston siguiéndonos detrás.

—Suéltame Peter Lanzani —grité mientras trataba de salir de su agarre. Me resistí tanto que me recogió y me llevó al taxi, pataleando y gritando todo el camino.

—Lali, ya basta o entonces ayúdame.

—¿Ayudarte a qué Peter? —grité mientras me ponía en la cabina mientras subía a mi lado. Lo miré mientras miraba al frente—. No tienes derecho —le dije.

Sus ojos furiosos se volvieron hacia mí. —¿No tengo derecho? ¿Qué diablos crees que estás haciendo ahí, tratando de conseguir que te violen? Mírate y la forma en que estás vestida, simplemente estás pidiendo por ello.

Comencé a golpear su pecho. —Vete a la mierda Peter.

Gaston agarró mis brazos mientras Peter agarraba mis muñecas tratando de calmarme. El taxi se detuvo en el edificio de apartamentos. Peter y Gaston salieron mientras me quedé allí con los brazos cruzados.

—Fuera del taxi ahora —gritó. Me miró y le saqué el dedo medio.

—Muy maduro Lali —dijo mientras se apoyaba en el taxi y me arrastró fuera. Me tiró por encima del hombro y me llevó directamente al dormitorio y me tiró sobre la cama. Lo vi caminar de un lado a otro de la habitación pasándose las manos por el pelo perfectamente despeinado.

—No puedo creerlo. He venido aquí esta noche para sorprenderte y te encuentro frotándote con un tipo en un club, completamente borracha. ¿Qué diablos pensabas?

Me senté en la cama. —Me estaba divirtiendo en lugar de estar encerrada en este apartamento llorando por ti cada maldito día.

Se detuvo y me miró. —¿Crees que esto ha sido fácil para mí?

Puse mi mano sobre mi boca y corrí al baño. Me incliné sobre el inodoro cuando el alcohol hizo su camino hasta mi garganta. Peter se acercó por detrás y sostuvo mi pelo hacia atrás con una mano mientras frotaba mi espalda con la otra. Me consiguió un paño caliente y limpió mi boca mientras me ayudaba a levantarme del suelo.

—Vamos, ponte el pijama y entra en la cama, tienes tus inyecciones mañana. —Tomó mi camisa de dormir de mi cajón y la saqué de sus manos—. Deja que te ayude —dijo con calma.

—No necesito tu ayuda, puedo hacerlo yo misma. —Me desvestí mientras me miraba. Me puse mi pijama y me metí en la cama. Salió de la habitación y oí el televisor encenderse. Dormiría en el sofá.

A la mañana siguiente, me levanté de la cama y me dirigí hacia la cocina. Peter estaba allí de pie, apoyado en el mostrador esperando por el café viéndose tan sexy como siempre.

—Buenos días, te ves como una mierda.

Fruncí el ceño mientras mi cabeza latía con fuerza. —Sí bueno, no todos podemos vernos tan perfectos como tú.

Sonrió mientras me entregaba una taza de café. —Me das un abrazo —pidió extendiendo sus brazos.

Pasé junto a él. —Las putas no dan abrazos.

Puso los ojos y se sentó en la mesa mientras yo iba a la habitación para vestirme.

Llegamos al hospital en silencio. Caminé unos metros por delante de él y lo oí decir—: No entiendo por qué estás tan enojada.

—Me llamaste puta Peter.

—Te dije que parecías una puta La.

Negué con la cabeza. —Es lo mismo idiota.

Llegamos a la oficina y la enfermera nos llevó rápidamente a la habitación. Me puse la bata fina y me senté en la cama esperando a la Dra. Murphy.

—¿Ni siquiera vas a mirarme? —preguntó.

—Estoy tan enojada contigo Peter Lanzani que podría gritar.

Se acercó a mí y trató de tomar mi mano, me alejé. —Si crees que voy a pedir disculpas, no lo haré. Lo que hiciste anoche fue inaceptable e inmaduro.

Me miró directamente a los ojos. —Por lo menos no lo llevé a casa y lo follé como hiciste tú.

Se dio la vuelta. —Por qué siquiera me molesto en venir aquí.

—No lo sé Peter, ¿por qué diablos lo hiciste?

La Dra. Murphy se acercó y nos miró. Podía sentir la tensión en el ambiente.

—Hola Lali, Sr. Lanzani —sonrió.

Nos saludamos mientras hojeaba mi historial médico. Ella se acercó y puso su mano en mi rodilla. —¿Estás lista para esto?

La miré con tristeza en los ojos. —Vamos a acabar de una vez.

Me acosté en mi lado y Peter se sentó en el borde de la cama frente a mí. Señalé la silla. —Tú, allí —suspiró y sacudió la cabeza mientras se sentaba en la silla.

—De acuerdo Lali, aquí está la primera inyección.

El pinchazo de la piel era la parte fácil. Mi cuerpo empezó a arder por dentro. Apreté la sábana de la cama con mis puños mientras los nudillos se pusieron blancos. No miraría a Peter a pesar de que yo quería que me abrazara. Era terca y quería hacer esto sola. Tan pronto como la segunda inyección atravesó mi piel, dejé escapar un grito de dolor mientras mi cuerpo se sentía como un fuego ardiente que no podía ser extinguido. A la mierda, yo lo necesitaba. Le tendí la mano y lo miré cuando estuvo a mi lado en un instante. Agarré su camisa tan duro como pude mientras envolvía sus brazos alrededor de mí y me besó en la frente.

—Eres la persona más terca que he conocido.

Lloré en su pecho mientras la Dra. Murphy me inyectaba la última inyección. Ella acarició mi brazo y salió por la puerta.

Entré en la casa y me senté en el sofá.

—¿Vas a estar cómoda allí?

No dije nada, todavía estaba enojada con él, pero en este punto no estaba segura de por qué. Se arrodilló frente a mí, sus penetrantes ojos verdes mirando a los míos.

—¿Estaría bien si te doy un beso? Realmente he extrañado esos labios.

Con toda honestidad, ¿quién podría resistirse a él? Pero que me condenen si no lo intentaré. Apreté mi boca cerrada y se rió. Pasó el dedo suavemente sobre mi boca y mi mejilla. Se inclinó hacia mí y suavemente rozó sus labios contra mi boca. No pasó mucho tiempo antes de que me diera por vencida y mis labios se unieron a los suyos. Separé mis labios así su lengua tenía acceso a toda mi boca. El beso fue suave y ligero. Rompió el beso y me miró. No dijo nada al principio, sólo me miró.

—Nunca he amado a nadie como te amo a ti y no importa lo que hemos pasado o vamos a pasar, eso nunca va a cambiar.

Las lágrimas comenzaron a aumentar en mis ojos cuando tomó mi cara entre las manos. —También te amo y lo siento otra vez.

—Creo que vamos a pasarnos la vida pidiéndonos disculpas el uno al otro —dijo riendo.


Me senté dejándolo sentarse a mi lado. Me empujó hacia él por lo que mi cabeza descansaba en su regazo. Acarició suavemente mi cabello mientras me dormía.

6 comentarios:

  1. Son unos locos pero me encantan!.
    Amo esta nove!.
    Seguila por fa!
    Jenny

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  2. Leer esta adaptacion me hace olvidaf mis problemas me encanta

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  3. Ohhh son fan linnndooosss♡♡♡♡

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  4. Lali si k es terca ,y Peter se toma su tiempo ,para dejarle su espacio ,y a la vez tomárselo él.

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