PETER
Seis años antes…
Mi habitación es de Martina
ahora. La habitación de Martina es mi habitación.
Nos graduamos. Nos
mudamos juntos. Ahora estamos en la universidad.
¿Ves? Tenemos
esto bajo control.
Nico trae la última de
las cajas desde el coche. —¿Dónde quieres esta? —pregunta.
—¿Qué es? —le pregunta Martina.
Él le dice que parece una
caja llena de sus sostenes y ropa interior.
Ella se ríe y le dice que
la ponga al lado de mi tocador. Nico lo hace.
A Nico le gusta Martina.
Le gusta que ella no me esté reteniendo. Le gusta que ella quiera que obtenga
mi título y termine la escuela de aviación.
Martina quiere que yo sea
feliz. Le digo a Martina que seré feliz mientras la tenga a ella.
Me dice—: Entonces,
siempre serás feliz.
Mi papá todavía me odia.
Mi papá no quiere odiarme.
Están tratando de
aceptarlo, pero es difícil. Es difícil para todos.
A Martina no le importa
lo que todos piensan. Sólo le importa lo que yo pienso, y sólo pienso en Martina.
Estoy aprendiendo que no
importa cuán difícil sea una situación, la gente
aprende a adaptarse a ella.
Mi padre y su madre no lo aprueban, pero se adaptarán.
Martina podría no estar
preparada para ser mamá, y yo podría no estar listo para ser papá, pero nos
estamos adaptando.
Es lo que tiene que
suceder. Si la gente quiere la paz dentro de sí misma, es necesario.
Vital, incluso.
***
—Peter.
Me encanta mi nombre cuando
sale de su boca. Ella no lo desperdicia. Sólo lo dice cuando necesita algo.
Sólo lo dice cuando tiene que ser dicho.
—Peter.
Lo dijo dos veces.
Realmente debe necesitar
algo.
Me doy la vuelta, y está
sentada en la cama. Me mira, con los ojos abiertos.
—Peter. —Tres veces—. Peter. —Cuatro—. Duele.
Mierda.
Salto de la cama y agarro
nuestra bolsa. Ayudo a Martina a cambiarse
la ropa. La ayudo hasta
el coche.
Está asustada.
Yo podría estar más
asustado que ella.
Sostengo su mano mientras
conducimos. Le digo que respire. No sé por qué le digo eso. Por supuesto, ella
sabe respirar.
No sé qué más decirle.
Me siento impotente.
Tal vez ella quiere a su
mamá.
—¿Quieres que los llame?
Niega con la cabeza. —Todavía
no —dice—. Después.
Sólo quiere que seamos
nosotros. Me gusta esto. Yo sólo quiero que seamos nosotros, también.
Una enfermera la ayuda a
salir del coche. Nos llevan a una habitación. Le consigo a Martina lo que sea
que necesite.
—¿Necesitas hielo?
Se lo traigo.
—¿Quieres un trapo frío?
Se lo traigo.
—¿Quieres que apague el
televisor?
La apago.
—¿Quieres otra manta, Martina?
Pareces tener frío.
No le traigo una
manta. No tiene frío.
—¿Quieres más hielo?
No quiere más
hielo.
Quiere que me
calle.
Me callo.
—Dame la mano, Peter.
Se la doy.
La quiero de
regreso.
Me lastima.
Dejo que la
sostenga de todas formas.
Está tranquila. Nunca hace
un sonido. Sólo respira. Es increíble.
Estoy llorando. No sé por
qué.
Te amo
condenadamente mucho, Martina.
El doctor le dice que
ella casi termina. La beso en la frente.
Y sucede.
Soy papá.
Ella es mamá.
—Es un niño —dice el
médico.
Ella lo está sosteniendo.
Está sosteniendo mi corazón.
Él deja de llorar. Trata
de abrir los ojos.
Martina llora.
Se ríe.
Me agradece.
Martina me agradece. Como si ella no fuera la persona que
creó esto.
Martina está
loca.
—Lo amo tanto, Peter —dice.
Ella todavía está llorando—. Lo amo mucho.
—Lo amo, también —le digo.
Lo toco. Quiero sostenerlo, pero quiero que ella lo sostenga incluso más. Se ve
hermosa sosteniéndolo.
Martina me mira. —¿Por
favor, me dirás su nombre ahora?
Esperaba que fuera un
niño para así poder tener este momento.
Esperaba poder decirle
cuál es el nombre de su hijo, porque sé que a ella le va a encantar.
Espero que recuerde el
momento cuando ella se convirtió en mí todo.
Peter te mostrará
el camino a la clase del señor Clayton, Martina.
—Su nombre es Clayton.
Ella comienza a llorar.
Lo recuerda.
—Es perfecto —dice, sus palabras
mezcladas con lágrimas. Está llorando demasiado fuerte ahora. Quiere que yo lo
sostenga.
Me siento en la cama con
ella y lo tomo.
Lo estoy sosteniendo.
Estoy sosteniendo
a mi hijo.
Martina apoya su cabeza
en mi brazo, y ambos lo miramos fijamente.
Lo miramos fijamente
durante mucho tiempo. Le digo a Martina que tiene su cabello rojo.
Martina dice que tiene
mis labios. Le digo a Martina que espero que tenga su personalidad. Ella no
está de acuerdo y dice que espera que sea como yo.
—Él hace la vida mucho
mejor —dice ella.
—Claro que sí.
—Somos muy afortunados, Peter.
—Lo somos.
Martina aprieta mi mano.
—Tenemos esto bajo
control —susurra Martina.
—Tenemos esto muy bajo control —le digo.
Clayton bosteza, y nos
hace reír a ambos.
¿Desde cuándo los
bostezos se volvieron tan increíbles?
Toco sus dedos.
Te amamos
demasiado, Clayton.
Ay cómo amo esta nove!!!
ResponderEliminarSubi otro por fa!!!
Jenny
Maaass
ResponderEliminarOtrooo
ResponderEliminarmasss!
ResponderEliminarAhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarTe lo juro que pensé que el bebé moría)(si. Soy una mala persona) pero es que se que esto no termina bien y pensé boom lo pierde y no lo. Superan que se yo
Pero no es eso!!!!
Ahhh que pasará?!
Peter es un tierno mi. Vida
Ammm Martina me da ammm nada jajaja sorry es que estos cap son difíciles para mi
maaaaasssssss
ResponderEliminarpor dios!!! q peter se enamore de lali!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarseguila
Yo tb pense en la muertd xd somos malotas quiero saber mas como duele esperar otro capitulo la nove realmente esta hermksooooosooo
ResponderEliminarMe llamo nicole
Yo pensé que moría Martina Martina antes de que naciera el bebe pero ahora creo que va a ser en un accidente de auto ya quiero que se terminen los capítulos de hace seis años y se decida a amar a lali
ResponderEliminarSiiii amanda yo tb quiero eso :(
ResponderEliminarNecesito que subasss
ResponderEliminarreinicio a cada rato la pagina para ver si subiste..
ResponderEliminarEspero como agua d mayo los siguientes caps.
ResponderEliminarSon todo amor ,y solo se me ocurre k algo les pasó a Martina y al bebé,pero ni idea k será.
Hoy si vas a subur capp<33333?
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